El arzobispo italiano Aldo Cavalli, enviado por el papa Francisco a la parroquia de Medjugorje*, fue designado por el Papa como visitador apostólico de la ciudad de Bosnia Herzegovina, que en los últimos cuarenta años se ha convertido en uno de los centros marianos más visitados del mundo. Aquí responde a las preguntas del periodista de Vatican News:
–Desde hace algunos años vive en la parroquia de Medjugorje y entre peregrinos. ¿Cuál es su experiencia?
Nunca había estado en Medjugorje. Pero soy italiano y, como muchos en mi país, he tenido contacto con quienes han estado allí. Siempre he notado, al regresar de Medjugorje, que estas personas se mostraban más comprometidas que antes .a nivel espiritual y humano: en la Iglesia, en la catequesis, en hacer el bien.
Llevo aquí tres años: es un lugar normal, nada especial, y por gracia se ha convertido en un lugar espiritual donde viene gente de todo el mundo. Vienen y comienzan a orar. Entran en comunión con el Señor Jesús y la Virgen María los acompaña. Esta es una oración sencilla. Quieren cambiar sus vidas, vivir mejor que antes, quieren solucionar o gestionar los problemas que tienen. Un cambio llamado conversión, que se realiza particularmente en el sacramento de la penitencia. Esto es lo que normalmente sucede en Medjugorje.
–¿Qué le llama la atención al ver tantos peregrinos?
Son jóvenes y viejos. Vienen sin ningún patrocinio. Todos vienen con un mismo propósito: encontrarse con el Señor y la Virgen María. No encuentran nada que ver ni visitar. En términos de turismo religioso, estamos en cero. Pero aquí los jóvenes y los adultos comienzan a orar. Yo acababa de llegar en febrero, hace tres años, y estaba de pie en las bancas exteriores detrás de la iglesia cuando entró una familia latina, con un muchacho de 15 años que era un rebelde, un verdadero rebelde... Después de cinco minutos, vino a confesarse, y los padres lo miraron con asombro.
Es un lugar de gracia que el Señor ha escogido. El permiso del Papa significa “¡ve, ve, ve! Ve porque es un lugar de gracia, donde tú encuentras al Señor y el Señor te encuentra a ti”.
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