El futuro en un cupo
Cinco mil estudiantes con promedios entre 18 y 20 puntos quedaron excluidos en el sistema de ingreso a las universidades. Variables como situación socioeconómica incidieron en la selección.
De 350 mil aspirantes a ingresar en universidades 80% intentó conseguir cupo en UCV (Ángel Dejesus)
FRANCISCO OLIVARES | EL UNIVERSAL
domingo 19 de julio de 2015 04:28 PM
Caracas.- Desde que pisaba el primer año de bachillerato la niña Isabela soñaba con que estudiaría medicina, una convicción cuyo arraigo, sus familiares ya no precisan su origen. El afán por los estudios le permitió salir a los 16 años del último año de bachillerato con un promedio de 19,5 puntos, lo que fue motivo de orgullo y celebración para una modesta familia de clase media del interior del país. Con el fervor del esfuerzo aplicó para ingresar en una de las universidades autónomas del occidente del país, pero las nuevas políticas de ingreso establecidas por el Gobierno la dejaron excluida de aquel propósito de vida.
El cultivo adicional de la música desde los 8 años la condujo a ser parte del Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas. Ello le ha servido ahora para buscar otra vía para que reconsideren su caso. A través de convenios conexos que toman en cuenta otras destrezas de los aspirantes, como la música y deporte la joven deberá comparecer ante un jurado y demostrar su talento musical a fin de lograr el cupo, y el sueño de convertirse en médico. Junto a ella otros dos jóvenes de promedios similares de la misma región, apelan al mismo recurso, uno en deportes y otro igualmente en música.
Como el caso de Isabela, cuya familia pidió el anonimato, 5 mil jóvenes con promedio de 19 puntos resultaron excluidos para ingresar a las universidades nacionales autónomas. La cifra basada en un estudio preliminar realizado por un equipo de técnicos de la UCV, fue ratificada por el propio ministro de Educación Superior, quien en entrevista concedida a El Universal refirió que "tenemos 4.972 casos de personas con nota superior a 18 puntos que quedaron por fuera y se están estudiado. Todos los casos están identificados (...) estamos buscando a todas las personas para estudiar sus casos".
Sobre este nuevo sistema que pone en manos del Gobierno el control, prácticamente de 100% del cupo universitario en el país, explicó el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, que se trata de "un sistema justo, transparente y elimina el tráfico de cupos a través de pruebas internas". "Este sistema está democratizando el ingreso en Venezuela y va a acabar con una del las cosas que la mayoría de los venezolanos, independientemente de su posición política, ha criticado a las universidades venezolanas, que es el tráfico de cupos, la venta de los cupos a través de las pruebas internas".
La selección
El Secretario de la UCV, Amalio Belmonte, explica que la selección es necesaria dado que hay un promedio anual de 350 mil jóvenes que quieren ingresar a la educación superior y no hay el mismo número de cupos. Como ejemplo señala que si juntamos las universidades creadas por el Gobierno, las tradicionales, las universidades privadas y a los institutos universitarios que ahora los llaman universidad, no habría suficiente cupo para satisfacer el ingreso a los 350 mil que anualmente se inscriben en el registro nacional de ingreso a la Educación Superior. Aproximadamente solo la mitad ellos, desde el punto de vista cuantitativo, tendría la posibilidad de conseguir un cupo".
Pero el problema no termina allí, sostiene Belmonte. La manera como se distribuyen esas aspiraciones no es exacta. Ocurre que el 80% aspira a ingresar a solo 6 universidades, que son justamente las universidades autónomas.
El 80% de esos aspirantes cuando manifiestan su intención de ingresar se inclinan solo por 6 universidades: UCV; ULA, UDO, UC, LUZ, UDO y la Simón Bolívar.
Y de ese número, de 80% que opta por las universidades autónomas, incluyendo, a la Universidad Simón Bolívar que tiene un rango experimental, quiere ingresar a la UCV.
Si fuera un problema cuantitativo la solución no fuese un problema tan complicado, destaca Belmonte. Simplemente se envía a algunos a las territoriales, otros a la ULA y otros a la UDO. Pero la mayoría aspira a ingresar a la UCV. En las propias cifras que tiene la OPSU, la UCV aparece como la primera opción y de última aparece la Universidad Bolivariana. De allí que concluye el Secretario de la UCV que es necesario tener un mecanismo de selección.
La selección del Gobierno
El Gobierno ha establecido nuevas variables con lo cual tiene 100% del control del ingreso: 50% del ingreso sería por rendimiento y el otro 50% está distribuido de la siguiente manera: 30% condiciones socioeconómica, 15% territorialidad (dónde vive la persona), 5% participación social.
El Gobierno ha señalado que parte de lo que hay que cambiar es la proporción de estudiantes que vienen de las escuelas privadas que ingresan a las universidades y suelen ser superior al de las públicas. A juicio del Secretario de la UCV eso no está ocurriendo porque las universidades estén privilegiando a un grupo sobre otro, es porque en la educación privada hay un esfuerzo mayor hacia la calidad que en las públicas.
"El Gobierno quiere castigar a aquellas personas que provienen de colegios privados no tomando en cuenta que allí está la clase media, tanto la más pobre, como la menos pobre. Hay personas con muy bajos recursos que tienen a sus hijos estudiando en colegios privados y la mayoría vive en zonas de clase media baja".
Para el Secretario de la UCV lo que hay que democratizar es la calidad de la educación media, la cual ha disminuido considerablemente. Democratizar sería darle mayores recursos a la educación media e impedir que haya exoneración de materias como física, química y matemáticas por ausencia de profesores. Que en todas las áreas hubiese profesores bien preparados de gran experiencia y con buena remuneración, señala Belmonte.
"En definitiva el Gobierno ha permitido que la educación media este tan desguarnecida tan poco respaldada económicamente y tan poco fortalecida, que la gran cantidad de estudiantes que egresan de allí terminan con muchas carencias, no por falta de talento, sino por falta de profesores que los formen o de condiciones adecuadas en las cuales reciben clases".
El Gobierno en esencia sabe que las evaluaciones internas de las universidades evalúan también la formación que traen los sectores pobres, y allí se está evaluando también al Gobierno, señala el directivo de la UCV. "Cuando uno evalúa a un joven que quiere entrar a la Universidad está evaluando la formación que trae. ¿Y quién se la dio? a un porcentaje muy alto la educación pública y los estamos evaluando y están saliendo aplazados. El Gobierno ha salido aplazado en las pruebas que tienen las distintas universidades para el ingreso".
Lo arrojan los números
Un estudio realizado por técnicos de la UCV, sobre los cupos asignados a esa universidad por el OPSU, refleja cómo de los 6.743 cupos asignados, los más altos promedios no están ubicados en los primeros lugares de la lista de ingresados mientras los más bajos promedios no están ubicados en los últimos lugares de la lista, lo que indica que variables como condición social y la procedencia de escuelas públicas generan una influencia importante sobre el puesto en la lista de ingreso. Se observa además que 85% de los asignados se encuentran entre 15 y 18 puntos de promedio.
Otro dato significativo es que la variable académica de un estudiante con 20 puntos de promedio que pertenece a la clase social A y B, que son los estratos más altos, tiene la misma valoración que un estudiante con 10 puntos de promedio pero perteneciente al nivel socioeconómico C y D, que son los estratos más bajos.
Al revisar los resultados, los técnicos de la UCV determinaron que no es verdad que se tomó el 50% del nivel académico. El estudio detectó que apenas en 30% se tomó en cuenta la variable de rendimiento académico. Es decir que esa variable vale menos del 50% y privilegiaron el resto de las variables. Pero además se agregaron otras variables que no estaban previstas.
Otras experiencias
Si comparamos los requerimientos que se aplicaban en Venezuela para ingresar a las universidades públicas, como lo fue la Prueba de Aptitud Académica, eliminada por el Gobierno en 2005, y las pruebas internas sustituidas ahora por el Sistema Integrado de Admisión, manejado por el OPSU, encontramos que las barreras para la selección son mucho más difíciles en otros países para los jóvenes aspirantes.
China, un país del bloque socialista, al elevar los sistemas de admisión y crear políticas para mejorar la calidad de sus estudios superiores, logró ubicar a sus universidades en el segundo puesto del ranking entre las universidades de Asia, superados solo por Japón.
Para su ingreso acuden cerca de 9 millones de estudiantes para intentar aprobar lo que entienden como "el examen de su vida" o examen de admisión conocido como "Gaokao", la única forma de entrar en la Universidad.
Según un reporte de CNN, "el fracaso implica no tener título, opciones de empleo de menor calidad y posiblemente una vida de arrepentimientos". El Gaokao es un examen muy complejo que mide el nivel intelectual de la población estudiantil.
En Corea del Sur, tercero en el ranking en Asia con las mejores universidades, el país se paraliza cuando es convocado el examen para ingresar a las universidades. Es una prueba que determina el futuro de unos 700 mil estudiantes que acuden cada año para aspirar a ingresar a la Universidad. Las familias acompañan a sus hijos a los más de mil centros donde se realiza el examen o acuden a los templos a rezar para dar apoyo a sus hijos porque saben que de ello depende su futuro.
En Cuba el examen de ingreso constituye un evento fundamental para las generaciones emergentes. Allí se combina el rendimiento académico y la filiación política como los dos valores fundamentales, mientras los cupos y la carrera están sujetos a las necesidades del Estado.
En Chile se hace una prueba nacional a la cual se suma el promedio del colegio.
En Twitter: folivares10
El cultivo adicional de la música desde los 8 años la condujo a ser parte del Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas. Ello le ha servido ahora para buscar otra vía para que reconsideren su caso. A través de convenios conexos que toman en cuenta otras destrezas de los aspirantes, como la música y deporte la joven deberá comparecer ante un jurado y demostrar su talento musical a fin de lograr el cupo, y el sueño de convertirse en médico. Junto a ella otros dos jóvenes de promedios similares de la misma región, apelan al mismo recurso, uno en deportes y otro igualmente en música.
Como el caso de Isabela, cuya familia pidió el anonimato, 5 mil jóvenes con promedio de 19 puntos resultaron excluidos para ingresar a las universidades nacionales autónomas. La cifra basada en un estudio preliminar realizado por un equipo de técnicos de la UCV, fue ratificada por el propio ministro de Educación Superior, quien en entrevista concedida a El Universal refirió que "tenemos 4.972 casos de personas con nota superior a 18 puntos que quedaron por fuera y se están estudiado. Todos los casos están identificados (...) estamos buscando a todas las personas para estudiar sus casos".
Sobre este nuevo sistema que pone en manos del Gobierno el control, prácticamente de 100% del cupo universitario en el país, explicó el ministro de Educación, Héctor Rodríguez, que se trata de "un sistema justo, transparente y elimina el tráfico de cupos a través de pruebas internas". "Este sistema está democratizando el ingreso en Venezuela y va a acabar con una del las cosas que la mayoría de los venezolanos, independientemente de su posición política, ha criticado a las universidades venezolanas, que es el tráfico de cupos, la venta de los cupos a través de las pruebas internas".
La selección
El Secretario de la UCV, Amalio Belmonte, explica que la selección es necesaria dado que hay un promedio anual de 350 mil jóvenes que quieren ingresar a la educación superior y no hay el mismo número de cupos. Como ejemplo señala que si juntamos las universidades creadas por el Gobierno, las tradicionales, las universidades privadas y a los institutos universitarios que ahora los llaman universidad, no habría suficiente cupo para satisfacer el ingreso a los 350 mil que anualmente se inscriben en el registro nacional de ingreso a la Educación Superior. Aproximadamente solo la mitad ellos, desde el punto de vista cuantitativo, tendría la posibilidad de conseguir un cupo".
Pero el problema no termina allí, sostiene Belmonte. La manera como se distribuyen esas aspiraciones no es exacta. Ocurre que el 80% aspira a ingresar a solo 6 universidades, que son justamente las universidades autónomas.
El 80% de esos aspirantes cuando manifiestan su intención de ingresar se inclinan solo por 6 universidades: UCV; ULA, UDO, UC, LUZ, UDO y la Simón Bolívar.
Y de ese número, de 80% que opta por las universidades autónomas, incluyendo, a la Universidad Simón Bolívar que tiene un rango experimental, quiere ingresar a la UCV.
Si fuera un problema cuantitativo la solución no fuese un problema tan complicado, destaca Belmonte. Simplemente se envía a algunos a las territoriales, otros a la ULA y otros a la UDO. Pero la mayoría aspira a ingresar a la UCV. En las propias cifras que tiene la OPSU, la UCV aparece como la primera opción y de última aparece la Universidad Bolivariana. De allí que concluye el Secretario de la UCV que es necesario tener un mecanismo de selección.
La selección del Gobierno
El Gobierno ha establecido nuevas variables con lo cual tiene 100% del control del ingreso: 50% del ingreso sería por rendimiento y el otro 50% está distribuido de la siguiente manera: 30% condiciones socioeconómica, 15% territorialidad (dónde vive la persona), 5% participación social.
El Gobierno ha señalado que parte de lo que hay que cambiar es la proporción de estudiantes que vienen de las escuelas privadas que ingresan a las universidades y suelen ser superior al de las públicas. A juicio del Secretario de la UCV eso no está ocurriendo porque las universidades estén privilegiando a un grupo sobre otro, es porque en la educación privada hay un esfuerzo mayor hacia la calidad que en las públicas.
"El Gobierno quiere castigar a aquellas personas que provienen de colegios privados no tomando en cuenta que allí está la clase media, tanto la más pobre, como la menos pobre. Hay personas con muy bajos recursos que tienen a sus hijos estudiando en colegios privados y la mayoría vive en zonas de clase media baja".
Para el Secretario de la UCV lo que hay que democratizar es la calidad de la educación media, la cual ha disminuido considerablemente. Democratizar sería darle mayores recursos a la educación media e impedir que haya exoneración de materias como física, química y matemáticas por ausencia de profesores. Que en todas las áreas hubiese profesores bien preparados de gran experiencia y con buena remuneración, señala Belmonte.
"En definitiva el Gobierno ha permitido que la educación media este tan desguarnecida tan poco respaldada económicamente y tan poco fortalecida, que la gran cantidad de estudiantes que egresan de allí terminan con muchas carencias, no por falta de talento, sino por falta de profesores que los formen o de condiciones adecuadas en las cuales reciben clases".
El Gobierno en esencia sabe que las evaluaciones internas de las universidades evalúan también la formación que traen los sectores pobres, y allí se está evaluando también al Gobierno, señala el directivo de la UCV. "Cuando uno evalúa a un joven que quiere entrar a la Universidad está evaluando la formación que trae. ¿Y quién se la dio? a un porcentaje muy alto la educación pública y los estamos evaluando y están saliendo aplazados. El Gobierno ha salido aplazado en las pruebas que tienen las distintas universidades para el ingreso".
Lo arrojan los números
Un estudio realizado por técnicos de la UCV, sobre los cupos asignados a esa universidad por el OPSU, refleja cómo de los 6.743 cupos asignados, los más altos promedios no están ubicados en los primeros lugares de la lista de ingresados mientras los más bajos promedios no están ubicados en los últimos lugares de la lista, lo que indica que variables como condición social y la procedencia de escuelas públicas generan una influencia importante sobre el puesto en la lista de ingreso. Se observa además que 85% de los asignados se encuentran entre 15 y 18 puntos de promedio.
Otro dato significativo es que la variable académica de un estudiante con 20 puntos de promedio que pertenece a la clase social A y B, que son los estratos más altos, tiene la misma valoración que un estudiante con 10 puntos de promedio pero perteneciente al nivel socioeconómico C y D, que son los estratos más bajos.
Al revisar los resultados, los técnicos de la UCV determinaron que no es verdad que se tomó el 50% del nivel académico. El estudio detectó que apenas en 30% se tomó en cuenta la variable de rendimiento académico. Es decir que esa variable vale menos del 50% y privilegiaron el resto de las variables. Pero además se agregaron otras variables que no estaban previstas.
Otras experiencias
Si comparamos los requerimientos que se aplicaban en Venezuela para ingresar a las universidades públicas, como lo fue la Prueba de Aptitud Académica, eliminada por el Gobierno en 2005, y las pruebas internas sustituidas ahora por el Sistema Integrado de Admisión, manejado por el OPSU, encontramos que las barreras para la selección son mucho más difíciles en otros países para los jóvenes aspirantes.
China, un país del bloque socialista, al elevar los sistemas de admisión y crear políticas para mejorar la calidad de sus estudios superiores, logró ubicar a sus universidades en el segundo puesto del ranking entre las universidades de Asia, superados solo por Japón.
Para su ingreso acuden cerca de 9 millones de estudiantes para intentar aprobar lo que entienden como "el examen de su vida" o examen de admisión conocido como "Gaokao", la única forma de entrar en la Universidad.
Según un reporte de CNN, "el fracaso implica no tener título, opciones de empleo de menor calidad y posiblemente una vida de arrepentimientos". El Gaokao es un examen muy complejo que mide el nivel intelectual de la población estudiantil.
En Corea del Sur, tercero en el ranking en Asia con las mejores universidades, el país se paraliza cuando es convocado el examen para ingresar a las universidades. Es una prueba que determina el futuro de unos 700 mil estudiantes que acuden cada año para aspirar a ingresar a la Universidad. Las familias acompañan a sus hijos a los más de mil centros donde se realiza el examen o acuden a los templos a rezar para dar apoyo a sus hijos porque saben que de ello depende su futuro.
En Cuba el examen de ingreso constituye un evento fundamental para las generaciones emergentes. Allí se combina el rendimiento académico y la filiación política como los dos valores fundamentales, mientras los cupos y la carrera están sujetos a las necesidades del Estado.
En Chile se hace una prueba nacional a la cual se suma el promedio del colegio.
En Twitter: folivares10
No hay comentarios:
Publicar un comentario