Escenarios Diplomáticos de Venezuela
El anunció del retiro de Venezuela, no tiene efectos prácticos en el corto plazo para la diplomacia del país. Por el contrario, radicaliza su posición y muestra la poca posibilidad de dialogar para conseguir una solución política en el caso venezolano
La entrega anterior de nuestra columna, tuvimos oportunidad de compartir la estrategia del gobierno bolivariano en el área internacional y las principales limitantes que esa acciones habían tenido en los últimos años. Esas acciones de la política internacional permitieron la configuración de un conjunto de escenarios, que con las últimas acciones han influido en la actuación de Venezuela en los diferentes escenarios internacionales.
Vamos a revisar los principales organismos internacionales, dentro del mandato de cada uno de ellos y la posible influencia que los mismos podrían tener en la situación venezolana, que aunque han pasado solo un par de semanas de la columna previa, la situación ha cambiado de forma importante.
Vamos a presentar las instituciones internacionales en el siguiente orden: organismos internacionales universales, organismos internacionales regionales políticos y organismos internacionales económicos.
Revisemos brevemente cada uno de ellos:
Organismos internacionales universales, en este caso nos referimos básicamente a la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Durante los últimos dos años, Venezuela era uno de los 10 miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la organización, en un momento de gran importancia por ser el periodo de la elección del nuevo Secretario General. De tal forma, durante todo el año 2016, Venezuela tuvo un gran poder relativo, porque su voto era fundamental para la elección del nuevo Secretario General. De esta forma, muchas acciones, muchas condenas, mucha presión por el deterioro de la situación venezolana, fueron relativizadas dada la posición del país e incluso esto fue aún mayor durante el tiempo en que Venezuela ejerció la presidencia del Consejo de Seguridad.
Esta tribuna que ejerció Venezuela durante los años 2015-2016, ya no existe. La puerta está abierta. Sin embargo, la ONU tiene como mandato que los órganos regionales se encarguen de forma preeminente en las crisis. Esto nos obliga a revisar las opciones.
Organismos internacionales regionales políticos.
En este ámbito tenemos que nombrar la Organización de Estados Americanos, (OEA), Comunidad de Estados Latinoamericanos (CELAC) y el ALBA.
En el continente el gran foro regional es la OEA, con las tres Américas y el Caribe representados, sin exclusión y con la política de 1 país, 1 voto. El Secretario General Almagro, elegido por unanimidad y con todo el prestigio de la izquierda por haber sido el Canciller del Presidente Mujica de Uruguay, asumió el tema venezolano de forma absoluta. Su solicitud de activar la Carta Democrática se convirtió en un elemento de presión muy fuerte para la Diplomacia Bolivariana. Hace un par de semanas, el Embajador Samuel Moncada, historiador de profesión, había dicho que Venezuela no abandonaría la OEA. Sin embargo, las órdenes superiores de la Canciller Rodríguez y el Presidente Maduro traspasan la línea y anuncian la denuncia de la Carta de la OEA, rompiendo cualquier posibilidad de dialogo.
El anunció del retiro de Venezuela, no tiene efectos prácticos en el corto plazo para la diplomacia del país. Por el contrario, radicaliza su posición y muestra la poca posibilidad de dialogar para conseguir una solución política en el caso venezolano.
De esta forma, los países que en la región tenían una posición neutral, se ven forzados a tomar posiciones más claras frente al abandono de Venezuela. Esto facilitará la activación de la Carta Democrática Interamericana en la próxima Reunión de Cancilleres y al mismo tiempo influenciará otros foros políticos regionales.
Celac es un organismo que se referenciaba como la OEA, sin los Estados Unidos o Canadá. Eso es cierto, sin embargo hay otra característica que la define: no tiene elementos de presión política o institucional. El día que Venezuela anunció la salida, intentó el trueque de una reunión de Cancilleres de Celac en lugar de la OEA. La respuesta de la Canciller Argentina en la sesión del Consejo Permanente fue muy simple: “somos los mismos países en una u otra organización, por que perder esta oportunidad”. Sin embargo, no hay capacidad de obligar a ningún país en la Celac y si en la OEA.
De tal forma, que la diplomacia venezolana intentará activar los mecanismos de Celac, que se encuentran muy disminuidos en fechas recientes, para mostrar que no se aísla cuando en la práctica, la salida de la OEA, rompió muchos puentes.
En la Celac, en la reunión de El Salvador el día 2 de Mayo, se contarán los apoyos y se definirán muchas posiciones en el continente. Esto solo servirá para alimentar el foro de la OEA.
El Alba, por último, es un grupo de países que comparten el llamado socialismo del siglo XXI. No se han producido llamados formales en esta crisis, pero en cualquier momento se realizará una cumbre de Jefes de Estado, cuya posición no cambiará el entorno internacional. Para el Presidente Maduro, será una bocanada de aire, que le hará sentir que las cosas no han cambiado mucho. Esto solo en apariencia.
Nos quedan por revisar los mecanismos económicos en la región. Venezuela fundadora de la Comunidad Andina (CAN) y socia del Mercosur, no es hoy un actor relevante en el área. La salida de Venezuela de la CAN y la suspensión de los socios de Venezuela por parte de Mercosur, solo confirma la contracción del aparato económico y su antiguo papel en la región. En la práctica, el estado dueño de las exportaciones no depende de sus empresarios y productores para la exportación. Así que PDVSA y otras empresas del estado, dirigen sus productos hacia mercados como Rusia, la India o China, quienes junto con los Estados Unidos son el mayor destino de las exportaciones venezolanas.
En resumen, en la diplomacia multilateral las opciones de Venezuela se reducen. La capacidad de influenciar los foros más relevantes de la región ha disminuido por una combinación de falta de recursos financieros y humanos. Por otro lado, el incremento de la tensión en el interior del país, producto de la crisis constitucional provocada por el Gobierno al impedir el funcionamiento de la Asamblea Nacional, deteriora la imagen de un supuesto gobierno democrático en vigor. Además, la grave crisis de gobernabilidad en lo político y económico, solo puede ser resumido por las palabras del Presidente de Estados Unidos Donald Trump en su reunión el Presidente de Argentina Mauricio Macri: “Venezuela es un desastre”.
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