Economía para bobos
Nadie les cree y la única apuesta que les queda es que el ciclo petrolero vuelva y, mientras tanto, correr la arruga hasta que el cuerpo aguante
El régimen es predecible y no se cansa de repetirse, esto es una certeza en el mar de imbecilidades, incompetencias, inventos, improvisaciones e incertidumbres con que inunda todo; aburriría, si no estuviera destruyendo íntegramente al país. Es una desgracia. No hay economistas allí, eso es obvio, pero, a juzgar por sus discursos y declaraciones, tampoco psicoanalistas y así tampoco profesionales en ningún ámbito de su acción: servicios, salud, alimentación, seguridad, petróleo, energía, turismo, desarrollo. La irresponsabilidad es una tradición que hizo suya la izquierda mundial desde hace mucho y, eso sí, estos se llevan todos los récords.
Todo quiere justificarse con la ideología y, al final, no justifican nada. Nadie les cree y la única apuesta que les queda es que el ciclo petrolero vuelva y, mientras tanto, correr la arruga hasta que el cuerpo aguante. Así, el acto de gobernar se sustituyó por cinismo puro y simple. Igual pretenden que el carnet de la patria -¿cuál patria?- sirva para alimentar y controlar a los hambrientos que inventan una cesta de monedas o el petrocoin, para burlar al imperialismo mundial. Ningún propósito se cumplirá, pero no importa, ya inventarán otra cosa con la que distraerán la atención. Y es que copiar el modelo cubano -controlar por la miseria- tampoco es tan fácil.
La verdad es que en el corto plazo económico lo único que puede alargar su precaria existencia es que la oposición, siempre empeñada en gobernar sin ser gobierno, vuelva a caer en sus trampas y le autorice el refinanciamiento de la deuda externa; estupidez que, si se ve la situación de las finanzas y políticas (anti)públicas con algo de calma, no serviría para nada, más allá de seguir desprestigiando a la oposición mientras se alarga la destrucción nacional. El régimen quiere gobernar para siempre, es esta la segunda certeza. Pero no fueron capaces con más de un millón de millones de dólares, los poderes públicos secuestrados y 18 años, ¿por qué iban a ser capaces ahora?
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