Otro espía venezolano cae en desgracia
Según organismos de inteligencia los contactos con las agencias estadounidenses prendieron las alarmas
Venepress
No es la primera vez, y es normal, que los organismos de inteligencia de los países tengan intercambio de información, sobre todo si se trata de temas de seguridad de Estado. Sin embargo, desde hace algunos años, Venezuela rompió cooperación con los organismos de inteligencia de Estados Unidos, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) por ejemplo, aunque siempre hubo un hilo de comunicación tal y como lo dijo en su oportunidad el mayor general Miguel Rodríguez Torres, algo que al parecer no le perdonaron tras la muerte del expresidente Hugo Chávez.
La situación con otros espías venezolanos parece ser la misma. Luego de maniobrar con técnicas de espionaje, conocer la vida de propios y extraños, compilar mucha información de políticos de la acera de en frente, pero también de la misma por donde se camina, lleva a estos sujetos a tener poder y a estar cerca de quienes lo ejercen, hasta que se rompen esas relaciones por algún motivo y esa información cobra más relevancia aún. Es el caso del exdirector del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) Gustavo González López, de quien se desconocía su paradero después de ser desvinculado de su cargo.
Mucho se especuló sobre la vida post espía del general, inclusive se llegó a decir que existía la posibilidad de que hubiese “muerto”, hecho que quedó descartado cuando se obtuvo la noticia de que estaba en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) en Boleita, al noreste de Caracas rindiendo declaración. ¿Por qué?
Una fuente de contrainteligencia dijo a Venepress que el general González López rendía declaraciones pero, no estaba “detenido”, ni él ni su compañera sentimental, la recién cesanteada como vicefiscal Katherine Harrington. Solo estaban custodiados. Comentó que, “los tienen custodiados en una casa en Fuerte Tiuna, sector Escuela Ecológica y cada 48 horas lo trasladan al Dgcim para que pase el día confinado y rinda declaraciones sobre situaciones en las que pudiera estar vinculado”.
Reveló la fuente, que “el general preparaba información sobre nexos de dirigentes, funcionarios nacionales y regionales con el narcotráfico y otros ligados a hechos de corrupción”. El nuevo director del Sebin, Christofer Figuera, “tenía la tarea de monitorear a González López y cuando este se disponía a hablar con las autoridades estadounidenses”, lo colocaron en custodia, aseguró la fuente del organismo militar.
Asimismo, según publicó El Nuevo Herald de Miami, el mayor general Hebert García Plaza manifestó desde la ciudad de Washington, Que “Christofer Figuera es casi cubano, es un hombre que fue formado en Cuba y viaja a la isla. Él siempre estuvo muy cercano a los asesores cubanos y fue quien les abrió las puertas a los cubanos en el Dgcim”.
Por su parte, la exvicefiscal Harrington también cayó bajo los mismos señalamientos. Abruptamente fue sacada del Ministerio Público “bajo sospecha” de que también pudiera estar filtrando información valiosa del despacho de Tarek William Saab.
Quien revela esta información, asegura que todo esto que está ocurriendo en los organismos de inteligencia de Venezuela, es parte de una pugna de poder entre el número 1 (Maduro) y el número 2 (Cabello). Según relató, la orden de mover a González López del Sebin viene dada por la “inteligencia cubana, infiltrada desde hace algunos años en el estamento castrense venezolano”, afirmó. De hecho, la fuente aseguró que tienen hasta “una oficina en el Ministerio de la Defensa”. Indicó que son frecuentes los viajes a Venezuela de Ramiro Valdés Menendez, quien no tolera ningún tipo de relaciones con Estados Unidos.
Vladimir Padrino López con generales cubanos en Fuerte Tiuna
Ramiro Valdéz es un veterano del ejército rebelde que encabezó Fidel Castro. Fue cofundador del Ministerio del Interior y creador en Cuba de las redes de informantes ciudadanos. Por eso no es de extrañar los incesantes esfuerzos del gobierno de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, en crear brigadas o redes de información en las comunidades, dirigidas señalar a dirigentes que adversas al gobierno nacional.
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