LA EXPORTACIÓN DE NIÑOS}
La exportación de niños desde los países del
Tercer Mundo hacia las naciones desarrolladas, se ha convertido durante los
últimos años en un lucrativo negocio para personas inescrupulosas que ven en
ellos simples objetos de comercialización y no seres humanos desprotegidos.
En 1981, según denunció la prensa
internacional, Bangladesh era el primer país exportador de niños. Le seguía
Colombia, donde ese año la justicia capturó a los jefes de una banda delictiva
encargada de proveer recién nacidos a familias dispuestos a adoptarlos mediante
su compra.
SUSTRAIDOS
PARA LA EXPLOTACIÓN
En junio de 1970 efectivos del extinto Cuerpo Técnico de
Policía Judicial detuvieron en el interior de una pensión situada en la avenida
España de Caracas a los malhechores José Teodoro Pernía y Tomás Rojas, acusados
de substraer en Santa Bárbara de Barinas a dos menores de 12 y 14 años para
luego obligarlos a lustrar zapatos y pedir limosna en los sitios de mayor
afluencia de la capital.
IMPORTADOS DE ECUADOR
La denuncia pública que hiciera Luis Enrique
Terán Jativa en febrero de 1997 sobre
la existencia de una banda delictiva que traficaba niños desde Ecuador para
explotarlos en Venezuela de diversas maneras le costó el cargo de cónsul que
desempeñó hasta esa fecha.
El denunciante le confió al periodista
Gustavo Rodríguez de Últimas Noticias
(25/02/1997) que los traficantes cobraban cuatrocientos dólares para traer un
niño a nuestro país y someterlo a cualquier tipo de trabajo ilícito.
Agregó que durante cinco meses se dedicó a
investigar diversas irregularidades y de
brindarle apoyo a la numerosa comunidad ecuatoriana residente en Venezuela.
Explicó también que investigó la existencia
de por los menos 160 infantes diseminados en Caracas y otras ciudades
venezolanas ejerciendo la buhonería, el servicio doméstico, no descartándose
que las hembras sean sometidas a la prostitución.
El excónsul indicó que en Caracas los menores
ejercen la buhonería en “Gangas Capitolio”, La Hoyada 1 y 2 y en Catia.
Respecto al modus operandi de los traficantes
precisó “que los niños son contactados en
diversas provincias ecuatorianas y son traídos a Venezuela bajo engaño,
tras ofrecerles excelente remuneración por trabajos pequeños pero una vez en el
país son obligados y sometidos a trabajos forzados sin ningún tipo de pago”.
Sobre el mismo tema, la periodista de El Nacional, Sandra Guerrero,
(08-01-1990) reportó la denuncia que entonces formulara ante el mismo cuerpo
policial el entonces diputado Vladimir Villegas referida a la explotación de
niños ecuatorianos en actividades de buhonería y labores domésticas en Caracas.
Tal denuncia permitió que la División Contra la Delincuencia Organizada del Cuerpo
Técnico de Policía Judicial rescatara 12 menores de edad de nacionalidad
ecuatoriana traídos ilegalmente a Venezuela por la frontera zuliana con
Colombia, cuyas edades oscilaban entre los 4 y 17 años.
El rescate se produjo en residencias de Los Magallanes de Catia, La
Silsa y la avenida Baralt de la capital del país.
Según el denunciante, los cabecillas de la
organización encargada de traer los niños al país serían Zoila Rosa Chito (a)
Rosalba y Alberto Pucana, nativos de Quito.
Añadió que la mayoría de las víctimas
pertenecían a la comunidad indígena Jatari Campesina, situada a media hora de
Robamba.
-Tenemos la información –le explicó el
también periodista a Sandra Guerrero- de que estos menores fueron sacados de
sus hogares, en Ecuador, tras prometerle a sus padres que su situación sería
legalizada en Venezuela, y que les pagarían 600.000 sucres anuales.
En los allanamientos policiales se produjo la
detención de Alberto Chito, Pedro, Daniel, Samuel y Moisés Pucuna; Juan Roberto
Simbaña, Tomás Gómez Sisa, Juan Cepeda y Juana Tene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario