Vladimir Villegas: Con Maduro has topado, González López
Casi a más de dos semanas después de lo ocurrido, José Vicente Rangel, ex ministro de la Defensa y ex vicepresidente de la República, ha confirmado lo que ya se sabía con respecto a la acción perpetrada por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia, SEBIN, contra la caravana del mismísimo presidente Nicolás Maduro. Sus buenas fuentes tendrán para dar una versión tan directa y tajante.
En los días posteriores a la acción de ese grupo de funcionarios, que detuvo la caravana en la cual se movilizaba el presidente Nicolás Maduro, tuve la oportunidad de entrevistar al fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, y al preguntarle sobre ese insólito y peligroso acontecimiento no quiso soltar prenda, y se limitó a voltear la pregunta para exigirme que le revelara la fuente de esa información, cosa a la cual me negué rotundamente como pueden verificar en el video de esa entrevista.
No creo que a Tarek William Saab se le ocurra exigirle a José Vicente que revele su fuente y por supuesto no pretendería tal cosa. Lo que sí exijo como venezolano es que se sepa claramente lo ocurrido y que se deje de lado el misterio en torno a un hecho que comprometió la seguridad del jefe del Estado. Así como se dieron abundantes datos y versiones sobre el caso del atentado con drones a un acto en el cual se encontraban el Presidente y buena parte del alto gobierno y de los poderes públicos, el país tiene derecho a saber si la interceptación de la caravana presidencial fue un error, una confusión, un descuido, una ” casualidad” o parte de alguna conspiración interna.
Si, como afirma Rangel, González López fue destituido por ese hecho, lo importante, Tarek, no es saber quién le dio el dato a José Vicente sino el nivel de responsabilidad o culpabilidad del ahora ex director del SEBIN en lo ocurrido, porque corren muchas versiones. Y seguirán corriendo por la libre mientras no se dé una versión creíble o al menos coherente. ¿Es cierto que está detenido? ¿O declarando? ¿Qué nos dices Tarek? Recuerda que con Miguel Rodríguez Rodriguez Torres se informó que iba a otras funciones y mira donde fue a parar.
Por supuesto que un hecho de ese calibre daba para destituir e incluso investigar al entonces jefe de la llamada policía política. Pero hace tiempo que se ha debido abrir procedimientos para hurgar en las actuaciones de González López. Hace tiempo que el organismo a su cargo venía ” interceptando” la constitución, los derechos humanos, las leyes de la República en esa materia, a los propios fiscales, a los jueces, a la alicaída Defensoría “del Pueblo”. El ex jefe de la,policía política no acataba órdenes de tribunales, no respetaba indicaciones médicas, no aceptaba visita de abogados a los detenidos, no le paraba ni medio centímetro a las órdenes de excarcelación, se había constituido en un poder supra poderes. ¿Quién le dio semejante fuerza? ¿Se la tomó por sí mismo?
Sólo bastó que el propio Jefe del Estado sufriera en carne propia el abuso de poder para que este todopoderoso funcionario viera apagarse la luz verde que le permitía comerse todos los cruces y todas las flechas que tuviera a bien. Pero ninguna autoridad en este país le puso coto antes a tanta discrecionalidad. Negarse a ejecutar una orden de un tribunal implicaba en la denostada cuarta República que cualquier funcionario fuese a dar con sus huesos a un calabozo. Incomunicar a un preso por días, semanas o incluso meses, como ocurre, implicaba al menos que la Fiscalía General de la República abriera al menos una investigación. ¿Cuántas se le abrieron en esta y en la anterior gestión?
Lo ocurrido pone de relieve la necesidad de que una sociedad funcione con instituciones que actúen bajo un esquema de real contrapeso, sin imposiciones arbitrarias por parte de una de ellas, apegadas a una Carta Magna que sea realmente respetada. El terror, el irrespeto y la prepotencia no puede ser el combustible de la maquinaria del Estado, porque a la larga terminan ocurriendo a todos los niveles situaciones como la que le tocó vivir a Nicolás Maduro cuando se le atravesaron los funcionarios del SEBIN que impidieron seguir la marcha a su caravana presidencial.
A partir de la interceptación de la caravana presidencial, debería escribirse un listado de mandamientos para jefes y funcionarios de los cuerpos de seguridad y aquí algunos ejemplos:
No interceptarás las caravanas presidenciales.
No interceptarás el derecho al debido proceso.
No interceptarás las órdenes de excarcelación emitidas por tribunales de la República.
No interceptarás los derechos humanos y las garantías constitucionales.
No interceptarás la inmunidad parlamentaria y la inviolabilidad del hogar.
No interceptarás el cumplimiento de las normas que protegen el derecho a la vida y a la integridad moral y física de los detenidos.
No interceptarás ni con amenazas ni con otro tipo de medidas arbitrarias el derecho de fiscales, de representantes de la Defensoría del Pueblo y de abogados y familiares de visitar a los presos.
No interceptarás las comunicaciones como mecanismo para la extorsión a funcionarios, dirigentes políticos, disidentes o ciudadanos “incómodos”.
¿De acuerdo, mí estimado Tarek?
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