“Estoy en la calle”: Policía política desaloja a Camila Acosta, periodista de CubaNet
“Todo forma parte de un complot de la Seguridad del Estado para amedrentarme por mi trabajo como periodista independiente”
LA HABANA, Cuba. – Cuarenta y ocho horas dio este jueves la policía política a los propietarios de la vivienda donde reside Camila Acosta, periodista de CubaNet, para desalojarla.
Acosta rentaba en el lugar, en La Habana, desde hacía más de dos años.
“Todo forma parte de un complot de la Seguridad del Estado para amedrentarme por mi trabajo como periodista independiente”, señala.
Asimismo, relata que la pasada semana la interrogaron y amenazaron. Le propusieron colaborar con ellos, infiltrándose en los servicios de inteligencia de los Estados Unidos; “me propusieron incluso ‒relata‒ quitarme la regulación de salida del país; les dije rotundamente que no, que yo nunca apoyaría a una dictadura y que yo estaba orgullosamente regulada. Y aquí está la respuesta a la negativa: desalojo. Estoy en la calle”.
Camila tiene regulación de salida del país desde noviembre último, cuando el régimen le impidiera viajar en dos ocasiones. Desde entonces, ha sido intimidada por los agentes de la Seguridad en varias ocasiones, al igual que sus familiares, y se le ha impedido salir de su vivienda durante varios días.
En lo que va de año, varios periodistas independientes cubanos han sido objeto de acoso y represión por parte de la dictadura en la Isla. Una de ellos es Iliana Hernández, periodista de CiberCuba, cuya casa fue allanada por los agentes, a inicios de enero, y le fueron decomisados varios de sus implementos de trabajo; actualmente enfrenta un proceso judicial por el delito de receptación.
De igual modo, Roberto Jesús Quiñones, periodista de CubaNet, permanece en prisión, sancionado a un año de privación de libertad.
“Cuando me interrogaron ‒añade Camila‒ criticaron mi trabajo, dijeron que era un periodismo muy malo, mediocre. Si yo estuviera haciendo mal mi trabajo, les dije finalmente, ustedes no me hubiesen regulado, ni me estuvieran interrogando y amenazando como ahora”.
Por el momento, Acosta no tiene para dónde ir. “Podría buscar otro alquiler ‒afirma‒ pero, para donde quiera que vaya, ellos van a hacer lo mismo. Esos son sus métodos criminales: represión, chantaje, intimidación, tortura psicológica… Pero nada logrará que desista, porque yo no hago lo que hago por mí, sino por Cuba, por la libertad de mi país”.
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