¿Gobernar o buscar votos? Castillo entrampado con las regionales de octubre
El tarjetón electoral en las regionales tendrá otros nombres, pero dependerá en gran parte de Castillo el triunfo o la derrota de los candidatos de su partido Perú Libre
Los peruanos volverán a las urnas el próximo 2 de octubre para participar en las elecciones regionales donde escogerán a 25 gobernadores, cerca de 200 alcaldes provinciales y casi 1700 alcaldes. La cita será un plebiscito para el precario liderazgo del presidente izquierdista Pedro Castillo, que hoy no llega a 20 % de aprobación. La contienda tendrá otros nombres, pero del mandatario depende en gran parte el triunfo o la derrota de los candidatos de su partido Perú Libre. En este momento, cantar victoria por dominar el Ejecutivo es –como mínimo– absurdo.
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Las manifestaciones en las calles pidiendo su renuncia continúan, y su titular del Consejo de ministros, Aníbal Torres, admite las posibilidades de un «golpe de estado». Un marco que se complica por la paralización de la minera Las Bambas este viernes por las protestas y bloqueos de las comunidades campesinas cercanas a la empresa. Cada día sin operaciones son 4.500.000 dólares en pérdidas para el Estado.
¿Buscar votos o gobernar? Ese es el nuevo dilema de Pedro Castillo con las elecciones regionales en puerta. En el país hay 15 organizaciones políticas nacionales y 138 movimientos regionales habilitados para presentar candidatos después de las primarias del 15 de mayo.
En el caso de Lima, de los 15 partidos que pueden presentar candidatos, 13 ya están definidos. Castillo, en medio de la crisis, ya tiene a su ficha para la alcaldía de la capital: Yuri Castro, el conductor del programa «Palabra de maestro» que lanzó durante su campaña presidencial. Castro es parte de uno de los medios en donde militantes y simpatizantes de Perú Libre participan.
Triunfo esquivo
Yuri Castro es cercano a Vladimir Cerrón. Con su venia aspiró a tres cargos de elección popular: ser regidor provincial en 2018 (cuando el partido de Cerrón era Perú Libertario); congresista en las elecciones extraordinaria de 2020; y parlamentario andino en 2021. En todas fracasó.
El triunfo también luce esquivo en estas regionales con Castillo como trampolín. La polémica por sus cuatro gabinetes desde su toma de posesión en junio, las acusaciones de corrupción en contra de familiares y altos funcionarios, junto a las dos solicitudes de vacancia discutidas en el Congreso y el aumento de su derechazo podrían inclinar el péndulo en las regiones en otra dirección.
“La sensación de desgobierno es muy grande y la posibilidad de que todo se escape de las manos es enorme. Hay dos extremos, la derecha más dura —y esperemos que con cierta inteligencia— que se mantiene con la idea de la vacancia, la destitución constitucional, o finalmente el golpe. Y están los otros con más cintura, más modernos y con intereses en los territorios— que van negociando un pedazo, consiguiendo algunos ministros y sintiendo que próximamente pueden tener el nuevo Gabinete“, asegura el analista del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo de Perú, Eduardo Ballón en entrevista con Caretas.
Ganando tiempo
Perú Libre conoce el desafío electoral en puertas y anticipa sus jugadas. La organización pasó de contar con 25000 militantes en junio de 2021 a tener 200.000 en enero de este año. Además, está capacitando a sus representantes de mesa para los comicios, y en Junín, su bastión regional, el actual gobernador, Fernando Orihuela, militante del partido, alista su postulación.
Eso se sabía. Orihuela remplaza desde noviembre de 2019 a Cerrón tras haber sido suspendido del cargo por tener una sentencia penal por los delitos de negociación incompatible y aprovechamiento del cargo. En su caso, no se trataría de una reelección inmediata como lo prohíben las leyes peruanas.
Cerrón consiguió formar gobierno con Castillo aunque su pretensión real sólo era preservar la imagen de su partido en las elecciones del año pasado por no poder aspirar él. Desde entonces, maniobra para evitar que el descalabro político del mandatario lo arrastre.
Por eso aumentó las postulaciones de Perú Libre de siete regiones en 2018 a 23 de las 25 que tiene el país. Perú Libre tenía en ese entonces presencia en algunas regiones del centro y sur, como Arequipa, Ayacucho y Madre de Dios, pero tras la victoria electoral logró sentar bases en varias zonas del norte como Piura, Tumbes y Lambayeque.
El incremento dejó a un lado a los maestros como Pedro Castillo. «Si revisan las listas ya no hay muchos maestros. El magisterio está dejando de participar porque la alianza no ha caminado como debía ser», revela el congresista Edgar Tello en La República.
Dispersos en la contienda
El 14 de junio es la fecha límite para presentar candidatos, fórmulas y listas ante el Jurado Electoral Especial. Hasta entonces, las negociaciones coparán la agenda. Sin embargo, la oposición flaquea en medio de la disputa. Parece contradictorio pero el partido de Keiko Fujimori, Alianza Popular, redujo la cantidad de listas regionales. De las 15 que presentó en 2018, ahora solo inscribió 13.
Las investigaciones y los enfrentamientos de la bancada con los últimos presidentes ha mermado el apoyo. De los 73 parlamentarios que tuvo en 2016, ahora solo tiene 24. La crisis del partido también se refleja en el retiro de la precandidatura de César Combina para la alcaldía de Lima.
Otro caso es el de Acción Popular, que en 2018 presentó 17 listas, ganando en 3, y ahora solo va con 12, dejando de lado Cusco y Cajamarca, sus dos últimas grandes victorias. Después vienen las quejas. Mientras tanto, pese a la larga lista de aprietos, Castillo pone el foco en las regionales con miras a usarlas como una tabla de salvación a su maltrecha administración.
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