El Vaticano ha autorizado la celebración de una nueva festividad, la de Nuestra Señora de Walsingham, en las diócesis de Inglaterra, a partir del 24 de septiembre de este año.
El cardenal Arthur Roche, prefecto del dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, anunció esta decisión en una carta dirigida al Card. Vicent Nichols, presidente de la conferencia episcopal, en respuesta a la petición que este había hecho el año pasado para que la celebración obligatoria a la Santísima Virgen María de Walsingham fuera declarada como festividad.
Él dijo entonces: "Dada la importancia histórica de este santuario para la Iglesia de Inglaterra y Gales, que se remonta a un poco más de mil años, y dada la creciente devoción a Nuestra Señora de Walsingham que usted constata, el dicasterio ha decidido que, a modo de excepción, su solicitud podía ser aceptada".
El santuario de Nuestra Señora de Walsingham fue erigido en 1061, según el texto de La balada de Pynson, cuando el noble y piadoso Richeldis de Faverches pidió en su oración que se le inspirara para hacer una obra especial en honor de Nuestra Señora.
La balada de Pynson relata que la Virgen se apareció a Richeldis y le mostró en espíritu la casa de la Anunciación donde el ángel se presentó a María en Nazaret. La Virgen le pidió a continuación que construyera una réplica en Walsingham para hacer un monumento perpetuo de la Anunciación.
El Card. Roche dijo que esperaba que esta nueva fiesta fortaleciera la fe de los fieles: "Que esta celebración anual sea una fuente de gracia renovada y de esfuerzos evangélicos para la Iglesia de Inglaterra y Gales, y que, imitando a María, los fieles sean cada vez más discípulos de su Hijo, reciban el mensaje del Evangelio, lo guarden preciosamente en sus corazones y lo mediten.
La festividad figurará en el calendario nacional de Inglaterra, quedando siempre como santuario mariano nacional de Gales el Santuario de Nuestra Señora de Taper.
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