Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro aislados hasta dentro de la izquierda comunista
Cuba se posiciona entre los países que defienden la tiranía de Venezuela
Miguel Díaz-Canel y Nicolás Maduro no son políticos de izquierda, sino criminales que desde el poder, asesinan y oprimen a sus pueblos. Concentrando todo el poder y con el apoyo de las fuerzas armadas, imponen una brutal represión. En estos regímenes no existe ni un mínimo de democracia; su objetivo es el robo y el enriquecimiento personal.
El destino de Cuba está vinculado al futuro de Venezuela. La isla enfrenta dos caminos: ser explotadora o parasitaria, dependiendo de hacia dónde fluya el dinero.
Las elecciones del 28 de julio, donde la oposición obtuvo más de 7 millones de votos, no han sido aceptadas por Nicolás Maduro, quien se niega a reconocer su derrota. La comunidad internacional le exige que presente las actas que lo acrediten como ganador, pero él evade la situación, crea caos, acusa a la oposición y sigue sin mostrar las pruebas.
Solo las actas pueden resolver esta crisis. Ellas contienen la verdad. Este fraude es uno de los más grandes del siglo. No hay mentira que oculte esta farsa. Mientras el mundo pide transparencia, Cuba se inclina ante los beneficios del petróleo venezolano, una situación vergonzosa.
Organismos internacionales como la Unión Europea, la ONU, el Centro Carter, los Estados Unidos y otros sesenta países demandan que las actas sean verificadas por expertos independientes, dejando a Maduro expuesto y sin respuestas.
El régimen de Maduro persigue a los ciudadanos con tácticas propias de dictaduras, marcando las casas con cruces para detener a sus habitantes durante la noche. Esto es un crimen moral y jurídico. La trampa es tan obvia que incluso aliados como Lula de Brasil, Petro de Colombia y López Obrador de México evitan comprometerse con este evidente fraude y se limitan a emitir declaraciones ambiguas.
Cuba se posiciona entre los países que defienden esta tiranía. No es sorprendente, ya que el régimen cubano lleva tiempo apoyando estas injusticias. Sobran las causas e intereses. Cuba ha convertido la corrupción en política de Estado, respaldando la traición al pueblo venezolano.
¿Dónde quedan la moral y la vergüenza? No les importa. Solo les interesa el dinero. Así es como vive Cuba hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario