Venezuela a oscuras

¿Qué fue Patillero, todo bien?

Bueno, desde la última vez que les escribí hasta hoy solo ha pasado una semana, pero pareciera que fueron como 90 días por todo lo que ha sucedido. Cuéntame, ¿cómo te fue con el apagón?

Una tortura psicológica fue todo esto, aunque ya se veían señales. Desde 2019 cuando Venezuela quedó a oscuras, aún existen zonas donde los apagones son constantes: las fallas de electricidad y la inestabilidad del sistema eléctrico es una situación que muchas regiones sufren a diario. Cada día es más difícil mantener con vida los aparatos.

Y les comento, mis primos, que “éramos muchos y parió la abuela”, pues las lluvias siguen atormentando a un gentío y este año vinieron más fuertes que nunca, digo yo, por todos los cuentos que me llegan cada vez que hay un chaparrón.

Pero tú sabes qué me preocupa también, que dijeron que ya Pdvsa estaba “apuntalada” en su proceso de recuperación, pero los derrames de crudo se intensifican. Da dolor ver cómo están las playas en Falcón y Carabobo, también las vías en Anzoátegui están negritas, pero no porque están asfaltadas, sino por el pocotón de petróleo botándose.

Aquí no hay tiempo para nada; mientras la oposición democrática sigue exhortando a los venezolanos a protestar pacíficamente en contra de los resultados dados por el CNE y respaldados por el TSJ del chavismo, se llevan a los detenidos a Tocorón o Tocuyito sin aviso ni derecho a pataleo, aunque ya han excarcelado a algunos adolescentes, todavía su libertad no es plena.

Nadie tiene claro cuándo vamos a salir de esta pesadilla, lo que sí es que no debemos perder la esperanza de un cambio pacífico y democrático.

La fe es lo único que tenemos intacto, así que no decaigas ni te desanimes. Es duro lo que estamos viviendo, lo sé, pero no permitamos que nadie nos quite las ganas de querer un mejor país.

Te dejo, tengo que ir a reparar un caucho. Anoche caí en un mamarro hueco, que no vi porque no había luz en la carretera. ¡Dios te bendiga siempre!