Prontuario
del régimen de Maduro en la ONU
26 DE JULIO 2015 - 12:01
AM
No caben aquí
los delitos del gobierno de Maduro, aunque los enumerásemos como aquellas
listas del mercado de cuando éramos felices y no lo sabíamos. Baste repasar las
denuncias salidas de parlamentos, gobiernos, ex presidentes, ONG y
personalidades del mundo, a las que se unen los maltratados parlamentarios
españoles y brasileños que vinieron recientemente al país para visitar a los
presos políticos, reclamar que cesen el aislamiento y las torturas; las inhabilitaciones
ilegales de opositores (cuyo motivo se atribuye a la desmovilización y rechazo
del chavismo a Maduro), a la par que solicitar las condiciones universales que
garanticen transparencia y confiabilidad en las elecciones parlamentarias del 6-D,
tales como la observación internacional de la OEA , ONU y UE , y no los amigotes del régimen que
enmudecen y aplauden el ventajismo oficial.
En el
gobierno de Maduro se triplicó el promedio anual de presos políticos, si se
compara con su antecesor. Según registran las ONG, en los 15 años de gobierno
de Hugo Chávez fueron encarceladas 195 personas por causas políticas. Hasta
marzo de 2015, con menos de 2 años en el poder, Maduro ha apresado a otras 96 (El Nacional 02-03-2015). Sordo ante las exigencias de la Internacional Socialista
de liberar a los presos políticos y garantizar un Poder Electoral imparcial en
los comicios del 6-D; de 28 ex presidentes; de HRW, con pruebas de que
Ceballos, López, y Ledezma no cometieron delito alguno; o el voto de censura
del Senado de Brasil por la detención arbitraria de opositores en Venezuela; o
el del PP Europeo por la misma causa, y el demoledor informe del gobierno de
Estados Unidos de junio de este año que considera al régimen de Maduro como
“emblema de la corrupción, violación de los derechos humanos, arrestos
arbitrarios, y de gobiernos represivos” (1.387 casos de tortura y tratos
crueles ha registrado el Foro Penal, que ya está a disposición de la ONU ).
El examen
hecho en junio en Ginebra por 18 expertos del Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales de la ONU
para medir el cumplimiento del Gobierno de Venezuela del Pacto Internacional
suscrito sobre tales derechos arrojó resultados catastróficos para el régimen.
De nada le sirvieron a Nicolás las mentiras sobre la supuesta milmillonaria
inversión social con la que pretende ocultar la escasez de alimentos, medicinas
y otros bienes, a pesar de haber recibido más de un billón de dólares de la
bonanza petrolera, que se esfumó en corrupción, regalos, armas y populismo
electoral. Los 18 relatores de la
ONU exigieron datos precisos, nada de discursos, sobre los
resultados de las medidas para combatir la pobreza, que expertos calculan
podría llegar a 55% este año. Apelaron a cifras de la Celac que desmienten las del
gobierno y mostraron su inconformidad por la falta de respuestas del Estado.
Tan informada está la ONU
que sus relatores hasta preguntan “por qué no hay maíz para las arepas” o “por
qué en los hospitales faltan las medicinas y tienen hasta problemas de aguas
negras”. Cero respuestas a “¿Por qué no se ha creado un órgano independiente
para investigar la corrupción en Venezuela? ¿Cuántos niños hay en situación de
calle? ¿Por qué no se han investigado los asesinatos de 218 dirigentes
sindicales en 2014? ¿A qué se debe el aumento de la mortalidad
materno-infantil? ¿Cómo entender que el régimen diga que apoya una “reforma
agraria” si Venezuela importa 70% de los alimentos que consume”, como
consecuencia de los “exprópiese”? La ONU no se tragó el cuento de la “guerra
económica” para justificar los problemas internos del país. Al pedir la ONU que explicasen lo que
entendían por “guerra económica”, el vocero oficial soltó esta perla: “Las
manipulaciones que se hacen en los mercados internacionales para que baje el
precio del crudo, desestabilizar la moneda nacional y elevar el riesgo país!!!”
(sic). Como si la moneda no la desestabilizase el régimen con las montañas de
dinero inorgánico que imprime el BCV, el desaforado gasto público, las
devaluaciones y la corrupción.
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