Susy… en una alfombra de flores
Desde niño, José Ramón fue especial, primero fue "Mongo" para sus amigos y familiares más cercanos, pero con el tiempo, el José Ramón quedó olvidado y es con el nombre de Susy que se da a conocer por siempre y para siempre.
Verni Salazar | cronistadedlez@gmail.com
Susy. / Foto: CORTESÍA
SOL DE MARGARITA, 25 Jul, 2015 | Hay personajes que se hacen representativos de los pueblos donde nacen, porque vienen con una tarea específica que deben cumplir por designios del Creador, se destacan en diferentes actividades y sus destrezas y huellas quedan impregnadas en los espacios que tocan con su arte, su trabajo, su amor y el trato que tienen con sus coterráneos. Es el caso de José Ramón Hernández, quien nació en San Juan Bautista el 8 de marzo de 1944 bajo las sombras de los datileros del vientre de Carmen Hernández, para hacerle compañía a su hermano Luis, el popular "Luisipín".
Desde niño, José Ramón fue especial, primero fue "Mongo" para sus amigos y familiares más cercanos, pero con el tiempo, el José Ramón quedó olvidado y es con el nombre de Susy que se da a conocer por siempre y para siempre. Su prima Sor Elena nos dice: "Por supuesto, Susy, enlazaba más con su carácter, con su delicada piel, su larga cabellera, su afinada nariz y su distinguida figura". Con su particular estilo y gracia, fue conocido en todo el oriente del país, por sus peculiaridades, por sus finas manos para darle la estética necesaria a cada una de sus creaciones que eran arte y que empezó a trajinar en Floristería Santa Rita, de su prima Elena, allá en la vieja casona ubicada en la calle La Marina de Porlamar, y en su compañía durante muchos años se encargaban de adornar a nuestro Santo Patrono San Juan Bautista en sus Ferias y Fiestas.
Su trabajo era pausado como su caminar, su presencia no pasaba inadvertida, hombres y mujeres volteaban a verlo y con su característica jocosidad que lo distinguía, llegó a decir con orgullo al coquetear con sus cejas y arreglándose la melena: "el único sanjuanero así soy yo… los demás son por envidia".
Porlamar lo adoptó, allí se quedó y su Floristería Susy fue el referente en el arte de las flores, afamado especialista con la habilidad y destrezas en el manejo de las tijeras a la hora del corte de pelo, exquisito manipulador del maquillaje, no a toda mujer maquillaba, e incursionó en el diseño y elaboración de trajes para damas, pero nunca dejó de un lado su gentilicio sanjuanero, el que defendía y quería con orgullo.
Con el auge de los carnavales de los años 70 y 80 del siglo pasado, la figura de Susy se hizo emblemática, sus carrozas y trajes marcaron pauta por su vistosidad, colorido, creatividad que le daban prestancia a los desfiles, hasta el momento de su retiro, y llegó a decir en repetidas ocasiones: "los carnavales de ahora no son nada sin mi presencia", expresión compartida con los que tuvimos la dicha de disfrutar su fina expresividad. Se hizo acreedor del Premio Nacional "Manos de Oro y Talento de Venezuela 2012" que le fue otorgado por la Organización Mikel Ruiz, en el cual se lee: "Sutil y con Humildad; Susy".
Quién puede poner en duda que Susy fue un personaje iluminado para hacer todo lo que hizo y dejar esa infinidad de recuerdos y anécdotas que seguirán en la memoria del pueblo insular; de hecho nació el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que celebraba por partida doble y murió a las 12 y media de la noche del domingo 19 de julio de este 2015, Día del Niño, cuando con el aroma de las flores partió a los cielos este ser original, quien con su amabilidad, con su afecto, no ofendió ni dañó a nadie, con su espaciada voz y su fácil trato se ganó el cariño y la simpatía del pueblo margariteño y más allá de nuestros mares… Estamos seguros que en el cielo se le tendió una alfombra de flores, las mejores, las más bellas, para que hiciera su entrada triunfal, como agradecimiento por el trato sublime que les dio en la tierra… ¡En una noche tan linda como ésta!… Descansa en paz.
GRAGEAS PARA ESTAR AL TANTO…
Cruz de la Misión: Antiguo sitio al Oeste de Porlamar, hoy integrado a dicha ciudad. El nombre se origina por la Cruz Alta allí colocada por los misioneros capuchinos Fray Leonardo Destriano y el lego Fray Felipe, el 26 de febrero de 1892, como recuerdo de la Misión que realizaron en Porlamar y otros lugares de Margarita. El 3 de mayo de 1899 se constituyó la "Sociedad de la Cruz de la Misión", que se ocupó de incrementar el culto cristiano en ese vecindario.
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