Cuando ladra el fascismo. por Beltrán VAllejo
Publicado febrero 24, 2020
Vallejobelis3@gmail.com
Desde el programita de televisión de Diosdado Cabello se ha hecho frecuente la divulgación de un mensaje que resume el talante simiesco, reaccionario y atrasado del régimen de Maduro. “Con el Mazo dando” es un lugar que más parece la quinta paila del infierno, donde reina un Cabello que es el más meritorio comunicador del envenenamiento y de la enfermedad.
Recientemente, este macabro tóxico ladró como un perro del fascismo, y lanzó al aire dos amenazas: en la primera, palabras más, palabras menos, ordenó a su locos que deben aparecerse en cualquier parte donde llegué Guaidó, y acosarlo, a lo recibimiento en el aeropuerto de Maiquetía, dando así una sentencia de muerte a lo Ayatola iraní al promover con esa orden la violencia, los riesgos criminales, la locura asesina y la mentecatez más ignominiosa que haya salido de la boca de un capitoste autoritario desde los tiempos de Juan Vicente Gómez.
La otra amenaza de estos días, porque ese programita de televisión es para eso, la dirigió sobre las ONG, particularmente sobre una que es decana de la lucha en defensa de los derechos humanos en Venezuela. Cito al fascista en sus palabras textuales: “Se han mostrado pruebas de que (Provea) está financiada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) con el propósito de desestabilizar Venezuela".
Es pavorosamente lógico que un vocero de cualquier tiranía enfile amenazas sobre las organizaciones que luchan todos los días para que un país no se ahogue en el proceloso mar de las violaciones a los derechos fundamentales de la gente. En estos momentos en que nos ofuscan los sentidos y el ánimo elementos como Diosdado Cabello, Nicolás Maduro, las FAES, las políticas económicas empobrecedoras, la destrucción del sistema hospitalario, la ruina del campo, la desgracia del sistema eléctrico nacional y demás capítulos de la novela del horror que vive Venezuela, se hace necesario entonces que cualquier trinchera de denuncia de estos atropellos no sean tomadas por la reacción.
Las amenazas de Maduro contra Provea y la amenaza de agresión física contra Guaidó no pueden ser tomadas como burradas retóricas o como espasmos de un gorila en la selva cuando marca territorio con su orina. Las palabras de Diosdado son una política de estado dictatorial, e históricamente esas políticas en el mundo han sido enfrentadas por los voluntariados sociales como Provea, como Cofavic, como Caritas en materia social, y demás componentes de una red solidaria que protagonizan esos combates hasta en países de inhóspito totalitarismo en la persecución a la disidencia, como lo son China, Rusia, Cuba, Irán y demás amiguetes de Nicolás Maduro. Hasta en EEUU, este tipo de ONG les plantan batalla a los abusos de ese otro neofascista llamado Trump.
¿Por qué esta política de criminalización a los defensores de derechos humanos? Porque ellos han desnudado al “madurismo” ante el mundo como ecocidas, como patota parapolicial asesina, como criminales que imperan en la violación masiva de derechos humanos en el denominado arco minero. Provea ha demostrado que gente como Diosdado Cabello son de la misma estirpe de los que perpetraron la masacre de El Amparo; son de la misma naturaleza de esos gatillos alegres que masacraron un pueblo el 27 de febrero de 1989. ¡Por eso es que odias a Provea, Diosdado!
Por cierto, en estos días se cumple un aniversario más de aquella masacre denominada “el caracazo” o el “sacudón”; que sirva esa fecha para homenajear la lucha por los derechos humanos, y decirle a Provea y demás miembros de la combativa sociedad civil que no están solos.
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