ESTADOS UNIDOS
¿Sabías que en EEUU hay dos presidentes?
El acceso a Molossia está restringido y solo se permite la entrada durante ciertas fechas del año, previa notificación
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Aunque parezca increíble, además de Joe Biden, el país alberga a otro “presidente” en el estado de Nevada. Se trata de Kevin Baugh, quien lidera la autoproclamada República de Molossia, una micronación ubicada en pleno desierto.
Fundada en 1977 por Kevin Baugh, un estadounidense que la ha transformado de un juego infantil a un atractivo turístico. Esta “nación” es conocida por su singularidad y su manera de desafiar la definición de soberanía, convirtiéndose en un símbolo de la libertad de expresión en los EEUU.
Molossia, ubicada a unos 30 kilómetros de Carson City, Nevada, no es reconocida oficialmente por ningún país ni organismo internacional, pero eso no ha impedido que Baugh la gobierne como un “presidente” autoproclamado, dirigiendo un territorio que abarca apenas 1.3 acres. La micronación, cuyo nombre proviene del hawaiano maluhia (que significa “armonía”), ha captado la atención de medios internacionales y se ha establecido como un destino turístico excéntrico, atrayendo a curiosos de todo el mundo.
Esta república en miniatura cuenta con su propia moneda, el Volora, cuyo valor se basa en el precio del cookie dough (masa de galletas) de Pillsbury. Además, tiene su propio himno, bandera y hasta un ejército simbólico, todo bajo la dirección de su fundador, Kevin Baugh.
La población de la República de Molossia, según diversas fuentes, es de aproximadamente 30 a 35 personas. Esta cifra incluye a Baugh, su familia, y sus mascotas. No se permiten nuevos residentes en Molossia, lo que mantiene la población muy pequeña y estable.
Aunque Molossia no tiene intenciones de separarse de los Estados Unidos, ha encontrado en el turismo una fuente importante de ingresos. Cada año, cientos de visitantes acuden a esta micronación para participar en las visitas guiadas que ofrece Baugh, quien no pierde la oportunidad de mostrar su uniforme militar y contar la historia de la “guerra” que Molossia mantiene con la desaparecida República Democrática Alemana.
El acceso a Molossia está restringido y solo se permite la entrada durante ciertas fechas del año, previa notificación. Esta exclusividad ha aumentado el atractivo del lugar, que funciona en gran parte como una sátira de los dictadores del tercer mundo, según afirma el propio Baugh.
A pesar de su tamaño reducido, Molossia tiene una vida cultural propia. Los ciudadanos, todos miembros de la familia Baugh, celebran festividades como el Día de San Expedito, el santo patrón de la nación, y consumen una bebida tradicional conocida como Molossolini, una mezcla refrescante de Sprite, granadina y jugo de piña.
Además, la micronación ha sido un punto de encuentro para otras organizaciones similares. Kevin Baugh es uno de los impulsores de MicroCon, una convención que reúne a líderes de otras micronaciones, promoviendo la idea de que cualquier persona con imaginación y determinación puede crear su propio país.
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