Tercer fracaso electoral consecutivo sacudirá nuevamente el gabinete de Boric
La renovación de las caras del Ejecutivo después de la contienda obligará a una “cirugía mayor” en la administración de Boric. La primera en la lista para rodar en un cambio de gabinete es la ministra de Interior, Carolina Tohá, tras la crisis institucional que provocó la renuncia del subsecretario de su despacho, Manuel Monsalve, por la presentación de una denuncia de violación en su contra por parte de una asesora.
Gabriela Moreno PANAM POST 
El fracaso de los candidatos del presidente chileno, Gabriel Boric, en las elecciones regionales y municipales de este 26 y 27 de octubre impactará en la conformación del gabinete del mandatario. La reconfiguración del tren es inevitable luego de que la coalición izquierdista perdiera 40 alcaldías en la jornada comicial.
La renovación de las caras del Ejecutivo después de la contienda obligará a una “cirugía mayor” en la administración de Boric. La primera en la lista para rodar en un cambio de gabinete es la ministra de Interior, Carolina Tohá, tras la crisis institucional que provocó la renuncia del subsecretario de su despacho, Manuel Monsalve, por la presentación de una denuncia de violación en su contra por parte de una asesora.
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La desaprobación de 69 % que tiene encima Tohá en la última encuesta del Centro de Análisis de Estudios de Mercado (Cadem), potencia su despedida del cargo. En la misma lista figuran la vocera del gobierno, Camila Vallejo, quien arroja 62 % de desaprobación, la ministra Antonia Orellana con 60 % rechazo y el 43 % del nuevo subsecretario de Interior, Luis Cordero.
Amargura comicial
Según El Líbero, el ajuste del gabinete de Boric se hace “urgente” después de las elecciones. Reacomodar las fuerzas para terminar el último año de gobierno es impostergable, sobre todo cuando la necesidad de concretar un cuarto cambio de altos funcionarios resuena desde enero. Al inicio de año brotó el escándalo de seis ministros ocultaron reuniones en casa del lobista Pablo Zalaquett incumpliendo la Ley de Lobby, que exige la declaración de gestiones que representen intereses particulares ante autoridades.
Maisa Rojas, titular de Medioambiente; Jeannette Jara, homóloga en Trabajo; Carolina Tohá, responsable del Interior; y Nicolás Grau, al frente de Economía, protagonizaron la polémica que también incluyó a Esteban Valenzuela, encargado de Agricultura, y finalmente, el canciller, Alberto Van Klaveren.
La caída de la reputación de los funcionarios no cesó. Al contrario, se sumó la renuncia de Monsalve y la destitución de ministros de la Corte Suprema por tráfico de influencias. El anuncio de un nuevo gabinete de Boric resulta estratégico. Refrescaría la imagen de jefe de Estado hundida en 20 % de aprobación. Además, le permitiría dejar La Moneda con una estela de determinación en medio de las debacles.
Derrotas que presionan
Boric no tiene tiempo para dilatar la decisión, cuando 35,1 % de los alcaldes electos en la contienda del fin de semana pertenecen a la coalición opositora que sumó 121 ediles, 40 más que en 2021.
Ya ni Santiago ni Huechuraba, Independencia ni Ñuñoa, comunas bastiones del Frente Amplio, están de su lado. Ni hablar del escenario de la gobernación de la Región Metropolitana, en el cual, Claudio Orrego, abanderado de Boric, no logró asegurar en primera vuelta el puesto y deberá medirse con el candidato de Chile Vamos, Francisco Orrego, el próximo 24 de noviembre.
El panorama es amargo, considerando que en 2021 la derecha no superó el 25 % de los votos en las gobernaciones y sólo tuvo una victoria en segunda vuelta: Luciano Rivas, en La Araucanía.
Ahora, el giro fue drástico. La derecha sobresalió con el 52 % de los votos a favor con 89,25 % de las mesas escrutadas. En primera vuelta, el sector logró elegir a Marcelo Santana (UDI) en Aysén, mientras, en nueve regiones sus candidatos pasaron a segunda vuelta.
La caída es fatídica si se añade que en la región de Los Lagos, la carta de Renovación Nacional (RN), Alejandro Santana y de Republicanos, Claudia Reyes, pasaron a segunda vuelta, dejando fuera a los candidatos de izquierda.
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