¿Unidad u oferta electoral fraudulenta?
Este pasado domingo 26 de julio, asistí como precandidato al acto de selección, por consulta directa a nuestros conciudadanos, del candidato a ser postulado por el circuito 3 del Distrito Capital a la Asamblea Nacional, por un conjunto muy significativo de movimientos y organizaciones no gubernamentales, que habiendo participado en las conversaciones para impulsar primarias en todas las circunscripciones electorales del país, vieron frustrada nuevamente en la MUD dicha aspiración.
Más allá de la significación cuantitativa que ha tenido la consulta realizada, en medio de la desesperanza en que la actual situación ha colocado a la mayoría de los venezolanos, según reflejan todas las encuestadoras serias del país, nos encontramos, aquellos que impulsamos tal consulta, con una primera gran victoria moral, gracias a los vecinos votantes del municipio que allí concurrieron y a las propias declaraciones de la Mud de que no volverán a incurrir en ese atropello al avance democrático al establecer en cúpulas las planchas y los candidatos por circuitos, en futuras oportunidades. Así mismo nos imaginamos que estarán tratando de enmendar el aspecto clave dejado de lado de la participación de la mujer, como compañera protagonista de los cambios que Venezuela requiere. Adicionalmente otro aspecto, no menos clave, como lo es la verdadera representatividad de candidaturas que deberían reubicarse según su verdadera vinculación con el electorado, creemos que será ya muy difícil que logren rectificarlo.
Ahora, realizada por nuestra parte la consulta primaria, que exigimos se realizara con participación de todos; y registrada la esperanza y entusiasmo que nos transmitieron los vecinos votando, con sus niños, con sus mascotas, con sus dolencias y quejas, ¡sigamos adelante!. Luchemos por un cambio verdadero basado en valores y principios para una más honesta y auténticamente democrática conducción de la lucha por la libertad, la reconciliación y la paz, en nuestra amada Venezuela. Ya solo nos queda trabajar por la conformación de una unidad superior que nos una como nación venezolana, sin exclusiones engañosas basadas en mentiras y manipulaciones interesadas, para lograr el progreso y la mejor calidad de vida que todos merecemos.
Bajo la protección de Dios; la humilde experiencia que me ha dado mi profesión ingeniero y el emprendedor, así como ex asesor parlamentario en tiempos anteriores a estos quince años; con el acompañamiento de las mujeres, las trabajadoras y trabajadores, los jóvenes estudiantes luchadores, los empresarios generadores de empleo y progreso para toda la familias sin distingo de pensamientos o discriminaciones por ideas, los oficiales de nuestra Fuerza Armada con su derecho al voto que ahora reconocen claramente la situación de vulnerabilidad en que se nos ha colocado frente a intereses extranjeros, y sobre todo de mis queridos vecinos, que desde mi infancia cuando caminaba del colegio y liceo a mi casa y luego de mi casa a la UCV, la casa que vence las sombras, ya me habían comenzado a conocer, les prometo que seré su candidato al parlamento nacional con dignidad y respeto por todos, para servir a nuestra amada Caracas y a nuestra Venezuela.
Deseo compartir con todos ustedes, mis amables lectores, un extracto con la expresión de un filósofo de nuestro tiempo que he aprendido a apreciar por la claridad al plantear sus reflexiones:
“Detalle importante: la ética no puede esperar a la política. No hagas caso de quienes te digan que el mundo es políticamente invivible, que está peor que nunca, que nadie puede pretender llevar una buena vida (éticamente hablando) en una situación tan injusta, violenta y aberrante como la que vivimos. Eso mismo se ha asegurado en todas las épocas y con razón, porque las sociedades humanas nunca han sido nada del otro mundo, como suele decirse, siempre han sido cosa de este mundo y por tanto llenas de defectos, de abusos, de crímenes. Pero en todas las épocas ha habido personas capaces de vivir bien o por lo menos empeñadas en vivir bien. Cuando podían, colaboraban en mejorar la sociedad en las que las había tocado desenvolverse; si eso no les era posible por lo menos no la empeoraban, lo cual la mayoría de las veces no es poco. Lucharon, y luchan también hoy, no te quepa la menor duda, por que las relaciones humanas políticamente establecidas vayan siendo eso, más humanas (o sea, menos violentas y más justas) pero nunca han esperado a que todo sea perfecto y humano para aspirar a la perfección y a la verdadera humanidad…” (Fernando Savater. Ética para Amador. Ariel.1999.Barcelona. Pág. 171.)
Desde hoy, este día fin de julio, les invito a todos a que trabajemos juntos diagnosticando problemas y estableciendo soluciones; también eventuales presupuestos para asignar recursos desde la Asamblea Nacional. Evaluemos sistemas de reorganización de instituciones y propuestas de leyes que permitan comenzar a reparar el daño terrible que se le ha hecho a la sociedad productiva venezolana (como por ejemplo en materia ordenación urbanística-habitacional, caso de la ley de arrendamientos, etc.).
Rescatemos juntos la democracia, como valor fundamental que se universalizó a partir del siglo XX, tal como lo hemos subrayado en artículos anteriores y diseñemos para construir un nuevo modelo de Estado competente, con nuevas instituciones, para una sociedad productiva, sana y con gran cohesión social, y por tanto una unidad superior de todos los venezolanos que soñamos con una sociedad más sana para nuestros hijos, familias y hermanos todos en nuestro territorio. Vamos pues a obtener esa voz parlamentaria independiente para los ciudadanos….
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