Deportados vendieron animales y electrodomésticos para subsistir
Vecinos de Villas del Rosario dijeron que la feria para la venta de animales no tiene ningún control por las autoridades agropecuarias y que la misma puede poner en riesgo de la salud a el animal y a la persona
Luego de la deportación de 3.000 personas de Venezuela tras las medidas impuestas por el presidente Nicolás Maduro, los deportados tuvieron que deshacerse de sus animales y electrodoméstico para obtener dinero.
María Adelaida Nieto, de 38 años, madre de tres hijos, trajo consigo a Villa del Rosario una docena de gallinas que criaba en su casa de Venezuela, las cuales se vio obligada a vender en La Parada, donde se encuentra albergada.
“Pedí por ellas $150 mil, pero solo me ofrecieron $120 mil, en eso me tocó venderlas”, dijo Nieto en declaraciones para La Opinión de Colombia.
Flor Esther Camargo, de 45 años, debió recurrir a la misma fórmula de salvación para poder obtener dinero en efectivo para sus gastos personales y los de su familia.
“La necesidad tiene cara de perro”, expresó.
Ella, su esposo y dos hijos se encuentran en un albergue de Cúcuta, pero antes de venir aquí debieron deshacerse en Villa del Rosario de un cerdo de cinco arrobas que pudieron pasar por las aguas del río Táchira. “Se lo vendí a un carnicero de La Parada en $180 mil”, dijo Juan Carlos Mejía, esposo de Camargo.
Riesgos de salud
Vecinos de Villas del Rosario dijeron que la feria para la venta de animales no tiene ningún control por las autoridades agropecuarias y que la misma puede poner en riesgo de la salud a el animal y a la persona.
La Asociación de Ganaderos del Táchira informó ayer que tanto la fiebre aftosa como la brucelosis no han sido eliminadas de Venezuela.
Jair Fajardo, director de Planeación del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) sobre qué controles están ejerciendo en La Parada con los animales que están ingresando y comercializando las familias deportadas, pero al cierre de esta edición no respondió.
También venden los electrodomésticos
Las familias deportadas también recurrieron a las compraventas de Villa del Rosario y Cúcuta a vender neveras, equipos de sonido y lavadoras, las cuales no pueden tener en los albergues donde se encuentran.
Los compraventas de Cúcuta que funcionan en las avenidas séptima y octava entre calles 9 y 10, en los últimos días han ingresado más de dos docenas de neveras, lavadoras y equipos electrodomésticos.
“La situación para esa gente es difícil porque no tienen dinero. A mi negocio, por ejemplo, me trajeron un equipo de sonido y un DVD”, dijo Raúl García, propietario de una compraventa que funciona en el centro.
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