Rodulfo
González
EL AÑO NUEVO
Centro de
Investigaciones Culturales Neoespartanas (CICUNE)
Los Cocoteros,
Municipio Gómez, Estado Nueva Esparta, Venezuela, noviembre de 2015
Es la más antigua de las
festividades de fin de año, según la documentación manejada. Hace más o menos 4
mil años, ya se celebraba en Babilonia y en 2000 a .C. comenzaba con la
primera luna nueva después del equinoccio primaveral (primer día de la
primavera) y duraba 11 días.
Los romanos continuaron la
celebración en los últimos días de marzo. Pero el calendario fue modificado por
varios emperadores y dejó de estar en sintonía con los movimientos solares. A
fin de corregir el desfase, el Senado Romano, en el año 153 a .C., declaró el 1° de
enero como el comienzo de un nuevo calendario. Pero las manipulaciones de las
fechas continuaron hasta que Julio César en el año 46 a .C. estableció -una vez
más- el 1° de enero como el comienzo del año nuevo (Calendario Juliano). Pero,
para poder sincronizar la nueva fecha con los movimientos solares, Julio César
tuvo que permitir que el año anterior durara 445 días.
Durante la Edad Media , la Iglesia se opuso a la
celebración del año nuevo. El 1° de enero sólo ha sido celebrado por las
naciones occidentales durante los últimos 400 años.
La tradición de utilizar la
imagen de un niño para celebrar la
Navidad y el nuevo año, comenzó en Grecia en el año 600 a .C. El niño representaba
el renacimiento de Dionisio, Dios del Vino, como un símbolo de la fertilidad.
Los cristianos denunciaron la ceremonia como pagana. Sin embargo, la
popularidad de la imagen del niño como una metáfora de la resurrección, obligó
a la Iglesia
a revisar su posición y a permitirles a sus miembros celebrar el año nuevo
mediante el uso del viejo símbolo que pasó después a representar el nacimiento
del Niño Jesús.
Y así llegamos al presente,
donde todavía religiones como la
Judía y la
Musulmana , amén de países como China y Vietnam -entre otros- mantienen
diferentes fechas para la celebración del año nuevo. Pero a pesar de que
occidente respeta la fecha del 1° de enero como la de la transición entre un
año y otro, la manera de celebrarlo es diferente entre varios países de esa
cultura.
En Venezuela, prácticamente ninguna familia deja de celebrar el nuevo
año con una cena especial en la que no faltan las hallacas, la ensalada de
gallina, el pernil y la torta negra o el dulce de lechosa. A la medianoche
muchos se comen las 12 uvas del tiempo para pedir que se cumplan los buenos
deseos para el año que apenas empieza. Las campanas de las catedrales y de las
iglesias retumban a medianoche, hora del cañonazo. Es tradición recorrer las
casas de los vecinos y amigos para desearse, con un abrazo fraterno, un feliz
año. Algunas personas se lanzan a la calle vestida con harapos y una maleta
vieja, como símbolo de que desean viajar al exterior.
Otras creencias referentes a las costumbres de esta
festividad consisten en tomar un puñado de lentejas y tenerlas en la mano
cuando llegue el nuevo año para tener prosperidad, así como romper las copas a fin de dejar el pasado
atrás y abrir paso al futuro prometedor del nuevo año.
En algunos estados, concretamente los andinos,
se quema “el año viejo”.
En la radio es tradicional
oír el poema de Andrés Eloy Blanco, “Las doce uvas del tiempo” y el tema
musical “Yo no olvido al año viejo”, interpretado por Tony Camargo cuando se
acerca la llegada del nuevo año Igualmente
la gaita “El año nuevo y El año viejo” de Betulio Medina y la agrupación “Maracaibo
15” , que
comienza: “¿Qué te pasa viejo año?/ ¿Qué te pasa?/Que ya tienes tus maletas/ Preparadas”...
Desde comienzos del siglo
XX, en los estados andinos Táchira y Mérida ya es tradicional que todos los 31
de diciembre, a las 12:00 am se realice la quema del año viejo, actividad que
se ha extendido a otras partes del país.
-Las familias –se lee en Internet- hacen
muñecos con ropas desgastadas y los rellenan con toda clase de fuegos
artificiales y pirotécnicos que al quemarlos simbolizan la conflagración de
todas las cosas malas del año que acaba de morir. Con el paso del tiempo y
debido a los constantes cambios del mundo, los muñecos adoptaron
características físicas de personajes vinculados al mundo de la política pero
en esta oportunidad, los habitantes del sector La Concordia de San
Cristóbal, impactados al igual que la gran mayoría mundial por los sucesos del
11 de septiembre, decidieron que hoy quemarán a Osama bim Laden como muestra
del rechazo a las acciones terroristas en contra de la humanidad.
Otro texto de Internet
refiere respecto al desarrollo de la manifestación en Mérida:
-Entre el 26 y 31 de
diciembre se elaboran muñecos de harapos del tamaño de una persona, éste
simboliza el año viejo, que será quemado el 31 diciembre a media noche después
del Abrazo de Feliz Año. Esta tradición se realiza desde hace mucho tiempo. Por
las calles merideñas se consiguen cientos de muñecos construidos de harapos y
cualquier otro material de deshechos. El muñeco representa el moribundo Año
Viejo que se va y es quemado el 31 de diciembre a la medianoche después del
abrazo de Feliz Año.
Y
añade:
-Generalmente se construyen
viejitos con paltó, barbas, sombrero y bastón. Otros más ingeniosos construyen
Año Viejos con alguna parte motora como un brazo con una botella de miche. En
los últimos años algunas personas se han disfrazado para asustar algún incauto.
Niños, adolescentes y mozo están a su alrededor con una lata o alcancía
pidiendo colaboración para comprar algún brindis, combustibles y fuegos
artificiales que se utilizarán en la quema del Año Viejo.
El
lunes 29 de diciembre de 2008 J. Hernán Ramírez R. publicó en Diario
de Los Andes de Mérida el texto “Quema del Año Viejo una antigua
tradición”, que se reproduce textualmente a continuación:
-La quema del año viejo es
una de las tradiciones andinas más arraigadas. Cada 31 de diciembre a las 12 de
la noche comienzan a ser quemados muñecos de distintos tamaños, que representan
personajes de cualquier tipo, desde políticos hasta estrellas de cine.
-La quema de año viejo es
una simpática costumbre que se mantiene viva en algunos estados y el Táchira y
Mérida son unos de ellos, se trata básicamente de la quema de un muñeco de
trapo que simboliza al año que se va. Este muñeco es rellenado completamente de
pólvora y paralelamente a las 12 campanadas del 31 de diciembre de cada año es
encendido.
-El año viejo es elaborado
por los miembros de las comunidades y con recursos provenientes de los vecinos.
Inspirados mayormente en personalidades públicas del ámbito político o
artístico, estos creadores dan la forma al muñeco que se llevará las cosas
malas del año que termina.
-La quema del año viejo es
acompañada de la lectura de un testamento, este discurso está completamente
basado en las anécdotas vividas por los propios vecinos. La quema del muñeco ya
es considerado como un atractivo espectáculo sentimental por lo que se lleva el
año, pero la parte divertida no para todos es la lectura del famoso testamento.
La
figura del testamento está también presente en la Quema de Judas.
RR:
explica:
-Las personas que hacen los
muñecos ya toman esto como una responsabilidad social y comunitaria, y año tras
años se encargan de hacer el muñeco y redactar el testamento, tan arraigado
está el compromiso de elaborar de nuevo el muñeco, que durante todo el año van
llevando un registro anecdótico de los miembros de la comunidad, para evitar el
olvido de algún acto o situación bochornosa de uno de sus miembros.
Por esta razón para muchos
es un acto divertido y para otros no, debido a que se dicen cosas reales, esto
alegra el momento luego de que los recuerdos y sentimientos aflijan a los
residentes mientras la quema del año viejo.
¿Qué es el año viejo?, se
pregunta Ramírez, y responde:
-El año viejo es un monigote
que representa básicamente el año que termina, elaborado con ropa vieja, cartón
o papel, relleno de paja o aserrín y con frecuencia con artefactos
pirotécnicos, para ser quemado a la media noche del 31 de diciembre en un gran
número de países latinoamericanos, desde México hasta Uruguay, aunque la
costumbre está más arraigada desde el punto de vista popular en Ecuador y Colombia.
En cuanto al significado de
la manifestación, Ramírez revela que “El
ritual hace parte de las celebraciones de fin de año o nochevieja y los muñecos
pueden representar a los acontecimientos o personajes más significativos, sobre
todo negativos, del año transcurrido, y su incineración a la medianoche del 31
de diciembre es un ritual de purificación para alejar la mala suerte y de
transición pues también se celebra la llegada del nuevo año.
No obstante, “En muchos lugares, después de la quema, se
lee un "testamento", en el cual el "difunto" con lenguaje
irónico o satírico hace recuento de los sucesos y da recomendaciones a sus
protagonistas”.
Respecto
al origen el autor acota que “En la
mayoría de países latinoamericanos se le atribuye origen hispánico y
posiblemente sean derivados de rituales antiguos paganos europeos como las
saturnales de los romanos o los rituales celtas y el Olentzero en el País Vasco
y Navarra en España”. Pero “Una teoría señala que el ritual probablemente tiene
vínculos con la represión de los indígenas americanos a manos de los españoles,
pues en algunas regiones los muñecos tradicionales los elaboran con caras de
fisionomía europea y ojos azules o verdes.
En
el reportaje “La Quema
del Año Viejo dará la bienvenida a 2013” , publicado en El Nacional el 31 de diciembre de 2012 por la corresponsal de ese
periódico en el Estado Táchira, Eleonora Delgado, su autora señaló en el
resumen: “La escasez y altos precios de productos como el azúcar, el gas
doméstico y el pollo fueron representados en la Quema de Año Viejo de la Cuadra de los Politiqueros
/ La escasez y altos precios de productos como el azúcar, el gas doméstico y el
pollo fueron representados en la
Quema de Año Viejo de la Cuadra de los Politiqueros”. En el lead acotó: “A
las 12:00 de la noche, en los pueblos andinos, miles de artificios pirotécnicos
servirán para incinerar los muñecos representativos de las cosas malas vividas
en el año que culmina”.
Y
en el resto del texto refirió:
A 40 días de la llegada del
nuevo año, en Táchira comienza la búsqueda de materiales con los que se dará
forma a los muñecos que representarán el año que culmina. Es la tradición de la Quema del Año Viejo, rito
que busca acabar con las situaciones que afectaron a los ciudadanos en los 365
días pasados, a través de la incineración de monigotes que simulan esas
vivencias difíciles.
Ricardo Flórez es un joven
trabajador residenciado en la avenida Octava de La Concordia. Escogió
la política “porque fue el tema que más se movió en el año”, y la representó
con las figuras del presidente Hugo Chávez, el ex candidato presidencial
Henrique Capriles Radonski, el ex gobernador César Pérez Vivas y el recién
elegido mandatario regional, José Gregorio Vielma Mora. Los personajes fueron
colocados en un sofá compartiendo bebidas y sonrientes.
“Mucha gente me preguntó por
qué hice a los cuatro; y no los quemaré en señal de burla, sino para dejar
todas esas situaciones en el pasado, y en rechazo a muchas cosas que no han
favorecido a nuestro país y a nuestro estado. Entonces los quemo para que todo
lo viejo quede atrás. Quiero un año 2013 con más seguridad, con mejores cambios
para nosotros”, indicó el joven.
Ricardo tuvo la ayuda de sus
padres, mientras que otros familiares, amigos y vecinos le facilitaron ropas
viejas, zapatos sin uso y hasta un sofá para que representara la reunión de
dirigentes políticos.
Cerca de la medianoche, los
monigotes serán rellenados con 464 juegos pirotécnicos de diferentes tipos,
como morteros, matasuegras, torta de tiros de colores, entre otros, para que,
cuando anuncien las 12:00, el 2012 se despida en llamas en el medio de la
calle, con las personas alrededor observando su incineración, comiendo uvas y
pidiendo deseos, o corriendo con maletas alrededor de los muñecos.
Flórez también se ha
destacado por referirse a temas de corte social en sus Quema de Año Viejo. En
diciembre de 2011 representó el secuestro con las figuras del beisbolista
Wilson Ramos y los dos plagiarios, como ejemplo de una de las situaciones que
afectaron al deporte y a la sociedad venezolana en general.
De político a social. La calle 4 de La Concordia , conocida como
la Cuadra de
los Politiqueros, es una de las más visitadas los días 30 y 31. Por 32 años
consecutivos sus muñecos de Año Viejo han llamado la atención de las personas
por el tema que representan, y porque la calle es cerrada para dar paso a la
fiesta y conciertos que se convierten en el preámbulo de la celebración de la Feria de San Sebastián, que
comienza a sólo cuatro días de estrenarse el año nuevo y que se festeja durante
todo enero.
Explicaron “los
politiqueros” que ya no son tales porque optaron por cambiar el asunto por las
situaciones de corte social. “Dejamos de ser una cuadra politiquera y ahora
somos una cuadra social y popular”, dijo Enrique Labrador, uno de los vecinos
de la calle 4 de La
Concordia y consecuente colaborador y vigilante de la
tradición de fin de año.
Agregaron que el tema del Año Viejo está relacionado con
la especulación y la inflación, así como la escasez de productos regulados: el
azúcar, el gas doméstico y el pollo. Esperan que en 2013 en Táchira no se
registren fallas de productos de la cesta básica ni de servicios, tal como
ocurrió en 2012.
Invitaron
al nuevo mandatario regional, José Vielma Mora, a los residentes y a los turistas
a que se acerquen, porque, además de exhibir a los monigotes, tendrán
presentaciones especiales.
El 31 de
diciembre de 2010 el diario El Regional,
de Araure, Estado Portuguesa, en el reportaje “Tradicional quema de Judas hoy a la medianoche”, se refirió ampliamente
al tema en los siguientes términos:
La tradición
establece que a medianoche del 31 de diciembre se quema un muñeco elaborado con
materiales de desecho y vestido con ropas viejas para simbolizar que todo lo
malo ocurrido durante 365 días se va con el año que culmina y el nacimiento
del siguiente se recibe con energías positivas.
El transcurrir del tiempo, la ocurrencia de hechos
relevantes y la participación de algún personaje que por las circunstancias
hace que se destaque han sido estimulo para darle un motivo al Año Viejo.
En esta oportunidad, en La Cuadra de los Politiqueros,
sector La Concordia
de San Cristóbal, los organizadores (con 30 años haciendo el Año Viejo) optaron
por varios temas que reunieron en una sola estructura.
Emplearon tres días para armar los muñecos y
objetos con alambre, madera y hierro para darle forma con relleno. Luego los
pintaron, vistieron y recolectaron dinero para poder comprar la pólvora con la
que se rellena el Año Viejo.
Rememoraron container de la Productora y
Distribuidora Venezolana de Alimentos con más de 700.000 toneladas de productos
no conformes y que en 2010 ocuparon espacio relevante en la mesa de discusión
del acontecer nacional.
También hicieron una cisterna transportadora de combustible que recuerda
el suplicio de los tachirenses para abastecer los vehículos con gasolina. A
estos dos incorporaron una mujer vestida con toga, birrete y pantalón
camuflado, que en sus manos lleva un “título chimbo”, para recordar a una
parlamentaria regional que fue denunciada por miembros del más alto nivel de su
misma acera política por el presunto delito de forjamiento de credenciales
académicas. No en muñecos, sino en pintura, se recuerda la censura aplicada a
los medios y cualquier ciudadano, las leyes aprobadas en el foro nacional,
entre otros episodios del acontecer de país.
Unas cuadras más arriba, en el mismo sector de La Concordia , el deporte,
específicamente el fútbol, fue el tema del Año Viejo: el Caracas Fútbol Club,
el Real Esspor, el presidente de la Federación Venezolana
de Fútbol Rafael Esquivel y el director técnico de la Selección Venezolana ,
César Farías.
Estiman que comprarán unos 2.500 bolívares fuertes
en morteros para rellenarlos al momento de la quema controlada del Año Viejo y
para lo que se despejará la cuadra de manera de evitar que la combustión afecte
a los espectadores.
“Es una tradición que tenemos desde hace 16 años. A
nosotros siempre nos hacen la guerra aquí la Federación Venezolana ,
la selección y los equipos de la capital. Siempre le tiran al Deportivo
Táchira, que es un sentimiento que aquí vale mucho, el sentir de un pueblo. A
pesar de que luchan contra nosotros con árbitros malos y anulan goles, el
equipo quedó campeón”, comentó Daniel Barrera, uno de los creadores. Sobre
Esquivel explicó que lo habían convertido en Año Viejo por suspender al
volante aurinegro Javier Villafraz mientras se realiza una investigación por
presunto dopaje.
“Villafraz es un jugador intachable y no es
posible”, agregó.
Respecto de Farías, porque el técnico tendría
resentimientos contra la afición tachirense, por lo que no trae a la selección
vinotinto al Templo Sagrado del Fútbol, es decir, el Polideportivo de Pueblo
Nuevo.
En Cordero, municipio Andrés Bello se organizó como
todos los años un concurso de Año Viejo para las categorías adulto y niño. El
Consejo Nacional Electoral, el trabajo del campo y la utilización de bestias, y
las tradiciones andinas sirvieron de inspiración para los Año Viejo que, en
algunos casos, alcanzaron los tres metros de alto.
Esta
manifestación cultural popular también se celebra en otros países
latinoamericanos y el resto del mundo.
En Perú, se
lee en otro texto de Internet, “Algunas comunidades…celebran el rito del año
viejo elaborando un muñeco con materiales desechables y elementos pirotécnicos
para ser incinerada a la medianoche en medio de los festejos, pero en algunas
ciudades, tienen ciertas particularidades para realizar esta costumbre”.
Luego explica:
-Por
ejemplo, en el distrito de Parco (Jauja - Junín), los pobladores terminan el
año quemando un muñeco al final de la jornada en la plaza central del pueblo,
acompañado de un conjunto de danzantes o 'waquis'. Cada uno representa el año
que se va, vistiendo ropas pobres, sombreros raídos, alpargatas de cuero de
oveja, máscaras de madera en las que se tallan diversas expresiones de estados
de ánimo y llevando en la mano una sonaja artesanal confeccionada por él mismo
con un pedazo de rama y chapas de botellas aplanadas que hacen sonar mientras
danzan a su ritmo mostrando cansancio y pena de tener que irse fingiendo
llorar, burlándose de los asistentes a la plaza y realizando piruetas
bufonescas, para luego recorrer las calles de la localidad acompañados de
músicos para invitando a los pobladores, quienes salen hasta las puertas de sus
casas a manera de despedida.
En Ecuador,
leemos en Internet, “La costumbre está popularizada en todo el país, en la zona
interandina los monigotes son construidos con ropa vieja y rellenos de papel
periódico o aserrín y luego son colocados una careta o máscara con la cara del
personaje a quemar ese año, en la región de la costa los monigotes son más elaborados, construidos de cartón y goma,
luego son pintados con las características del personaje que representan, la
noche del 31 los viejos como son llamados son expuestos en las puertas del las
casas con los famosos testamentos, los cuales con las "cosas que deja el
año viejo al que viene" estos son realizados en forma de sátira, mientras
los chicos se visten de viudas y en las calles piden caridad por el viejo que
se muere los viejos son quemados a la 12 de la noche en las calles de las
ciudades y luego todo esto es seguido por una cena y festejos.
En este
país, se lee en Internet:
-La fiesta
de Año Viejo es una antigua tradición en la que simbólicamente se queman los
fracasos, penas y enojos del año pasado para dar la bienvenida a las esperanzas
y resoluciones del año que entra. En el último día del año, la gente hace
muñecos que representan a individuos que los irritan, a políticos antipáticos,
o aún a desilusiones por errores cometidos o metas no alcanzadas. A los muñecos
se prenden notas que explican por qué estos deben quemarse, y qué cambios y
mejoras se desean para el año nuevo. Después, en un coro de aclamaciones y
aplausos, el muñeco se tira en la calle y se quema hasta que no queden más que
cenizas. Aunque los orígenes de esta costumbre se pierden en el tiempo, muchos
creen que se remonta a una terrible epidemia de fiebre amarilla que exigió la
quema masiva de cadáveres.
Sigue el texto con autor no identificado:
-Cuando mi
esposa y yo estudiábamos español en Quito, tuvimos la oportunidad de participar
en esta costumbre. Los profesores y alumnos de nuestra escuela se unieron para
hacer un muñeco. Recogimos ropas viejas para el cuerpo y lo rellenamos de papel periódico estrujado. Le metimos una vara en
la espalda para que afrontara las llamas con la frente en alto. Por sólo 99
centavos compramos en la calle una careta muy expresiva. Cuando el muñeco
estaba casi hecho, nuestros profesores dijeron que a los alumnos nos vendría
bien un exorcismo, y sugirieron que confesáramos nuestros pecados y
prometiéramos comportarnos mejor en el año nuevo.
Fui electo
para enumerar nuestros fracasos y resoluciones. Yo me sentía muy frustrado con
la pereza de muchos alumnos de nuestra escuela y para ellos escribí: "Fui
un mal alumno. Nunca estudié lo suficiente. Nunca hice los deberes que mi
profesor me asignó. Siempre hablé en mi propio idioma. Mis profesores han
decidido quemarme por mis pecados. ¡Prometo ser buen alumno en mi próxima
vida!" Le prendimos el mensaje al muñeco y lo llevamos afuera. Mientras
las llamas se lo llevaban, nos reímos y prometimos que mañana nos esforzaríamos
más.
Caminando
de regreso a nuestro apartamento más tarde ese día, vimos los restos humeantes
de docenas de muñecos en las calles. Risas, vítores y bocinas de automóviles
sonaban en el anochecer. Hasta los guardias de seguridad de nuestro edificio
habían hecho un muñeco que guardaban para quemar a medianoche. Al acercarse el
año nuevo, nos dimos cuenta de que las esperanzas y penas de los ecuatorianos
no son tan diferentes de las de nuestros compatriotas.
Un despacho
de la Agencia Prensa
Latina, publicado en Correo del Orinoco
el 27 de diciembre de 2013, bajo el título de “Ecuador se prepara para quemar
el Año Viejo”, registró textualmente:
-Las ventas
van bien, aseguró a Prensa Latina Segundo García, quien junto a varios miembros
de su familia vende muñecos de todos los tamaños en una esquina de la avenida La Coruña , en el sector
quiteño de La Floresta.
Transcurridas
las festividades navideñas, los monigotes que serán quemados en la medianoche
del 31 de diciembre, en representación del Año Viejo, inundan este viernes las
calles de Ecuador, a la espera de los potenciales compradores.
Las ventas
van bien, aseguró a Prensa Latina Segundo García, quien junto a varios miembros
de su familia vende muñecos de todos los tamaños en una esquina de la avenida La Coruña , en el sector
quiteño de La Floresta.
Según
García las piezas de tela rellena de aserrín son fabricadas por ellos mismos,
al igual que las caretas de papel maché que representan a conocidos personajes
de la televisión, dibujos animados, deportistas y políticos.
Entre los
penúltimos destaca el idolatrado futbolista local Christian Chucho Benítez,
quien falleció en julio pasado en Catar, víctima de una afección cardíaca,
mientras que entre los políticos, las más buscadas, afirmó, son las del
controvertido alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, y el presidente Rafael Correa.
Y es que la
quema en efigie de personajes de la vida real obedece en la mayoría de los
casos a razones de popularidad, y no de odio, opinaron estudiosos de este
ritual de orígenes paganos.
Prueba de
ello es que la clasificación de Ecuador al Mundial de fútbol de Brasil 2014 es
uno de los motivos que inspiró a los diseñadores de monigotes este año en la
suroccidental ciudad portuaria de Guayaquil, reportó el periódico El Telégrafo.
Los más
pequeños, a quienes se supone no les interese la política, pueden escoger
quemar a Bart Simpson, al Increíble Hulk o hasta al invencible Superman…
La quema de
los muñecos a la medianoche del 31 de diciembre constituye un ritual
tradicional de purificación, que persigue alejar la mala suerte o las vibras
negativas del año que se va.
Previo a la
incineración, se lee el testamento que deja el Año Viejo al que llega, y
hombres travestidos de viudas piden caridad para el moribundo, dinero que en la
mayoría de los casos es utilizado en la compra de bebida para la fiesta.
A la celebración
familiar o de barrio se unen las festividades organizadas por las autoridades
municipales, como es el caso de Quito, donde se organizan concursos para
escoger los mejores monigotes, tanto institucionales como comunitarios, con
premios en metálico incluidos.
En 2005 los
muñecotes que devoran las llamas el 31 de diciembre representan a conocidos
políticos, artistas y deportistas.
Una
encuesta de la firma Informe Confidencial, difundida por la agencia AP, reveló
que para recibir el año 2005 el 30% de los ecuatorianos quemó un monigote que
representó al presidente Lucio Gutiérrez.
Mientras
que en Colombia “Usualmente cada familia coloca un muñeco relleno de aserrín o
papel en la parte exterior de la casa, lo sientan en una silla junto a una mesa
donde hay una botella de licor”. Y “A veces los barrios se organizan y forman
una escena más compleja que se exhibe sobre una tarima”.
Pero en las
principales ciudades “Hay concursos de años viejo”, con escenas que “suelen
representar acontecimientos políticos, nacionales o internacionales, con humor,
sarcasmo o cinismo”.
El texto
explica que “De forma paralela, en la noche de año viejo varios jóvenes se
disfrazan de "viudas" que lloran la muerte del año que se va quemar y
piden una limosna, dinero que se utiliza en la compra de los materiales con que
se fabrica el "viejo". Sin embargo,
“Actualmente se conserva más la costumbre de petición de "caridad
para el viejo" que la
del disfraz”.
La incineración del año viejo la media noche del 31
de diciembre en Bogotá Colombia se hace como ritual para alejar la mala suerte
de los eventos ocurridos, así como para la transición a un nuevo año lleno de
esperanzas.
Con este “año viejo” puede quemar de forma segura
(no contiene pólvora), esos malos
espíritus y evocar las energías positivas.
Es usual la venta del regalo Año Viejo, que consta
de un año viejo hecho en trapo, con sombrero, botella de aguardiente y ruana,
que mide aprox. 22 cms de alto y no
contiene pólvora, para seguridad del cliente; tarro de 13 cms de diámetro por 8
cms de alto; aserrín que va dentro del tarro para que pueda quemar al “año
viejo”, en un espacio abierto, sin ningún riesgo; tarjeta de 18 cms x 9 cms,
pre-impresa con las líneas, en donde
podrá escribir el listado de lo que NO le gustó en este año (2012) y los deseos
para el próximo año (2013) para que pueda quemarla dentro del tarro y junto al
“año viejo”; dos cerillas (fósforos) para que se pueda prender al año viejo y
una tarjeta fina con su mensaje personalizado de navidad, impreso a láser con
la fecha de entrega y el lugar desde donde envía su mensaje.
En Uruguay, “El monigote
representa a Judas aunque se le queme el 31 de diciembre y los niños a veces
representan personajes admirados por ellos”.
En Chile, la
manifestación se desarrolla “particularmente en las regiones del norte (Arica,
Iquique, Tocopilla, Antofagasta) en donde se habla de la Quema de Monos”, pero. “En
Tocopilla, algunas veces son grandes esculturas en una tradición que
actualmente es apoyada y premiada por la municipalidad local; asimismo se
realizan Salnatrones (popularmente llamados Salitrones) que son hogueras con
grandes cantidades de salitre en riscos a orillas del mar, provocando grandes
estruendos y una atmósfera especial.
En Argentina, a donde llegó la manifestación en fecha
reciente, “es popular particularmente en la ciudad de La Plata ”. Allí “se realizan grandes esculturas, que son
premiadas por una radio local en lo que se denomina "quema de
muñecos".
En México,
“El ritual se inicia dos o tres días antes del Año Nuevo cuando el monigote es
puesto al frente de la casa con un recipiente para recabar limosna, que será
empleada para comprar cohetes y golosinas”. Pero “En Veracruz los indígenas mixe-popolucas
realizan una danza que es conocida con el nombre de "El Chenu", que
es el nombre que le dan al monigote, y los danzantes son niños y jóvenes
disfrazados de diablos con ropa de color rojo, máscaras con cuernos, cola y un
tenedor largo construido de madera”. E “Igual que en ciertos países andinos
algunos participantes también se disfrazan de viudas, vestidos de negro y
semejando estar embarazadas, y su papel es plañir estribillos y llorar a la
hora en que se quema el Chenu.
Otro texto referido a México señala:
-La quema del año viejo es una tradición muy
arraigada en los mexicanos que consiste en la quema de un muñeco hecho
tradicionalmente de ropa vieja, cartón y aserrín sin embargo ya existen muchas
variables de esta costumbre. El muñeco se rellena con bombitas y fuegos
pirotécnicos, y es encendido a la media noche del 31 de diciembre. Con
esto se busca dejar atrás el año que termina y con él toda la mala suerte o
malas energías, para a su vez dar paso a la celebración y bienvenida del año
que comienza.
Días antes de la quema de El Viejo las familias se
reúnen a hacerlo y generalmente lo exhiben fuera de su casa donde al finalizar
el año la familia y vecinos se reunirán para presenciar la quema del año viejo.
Pero “Actualmente muchas personas han sustituido la
tradicional figura de un viejo y han optado por representar el año viejo con
figuras de políticos o celebridades”, tales como “los ex
presidentes Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox Quesada y la ex
gobernadora Ivonne Ortega Pacheco.
En Japón se
coloca una cuerda de paja en las puertas de las casas para alejar a los malos
espíritus. Cuando comienza el nuevo año, los japoneses empiezan a reírse para
atraer la buena suerte.
En algunas
regiones de Suiza y Austria, la gente se disfraza para celebrar la víspera de
San Silvestre, el Papa que capturó a un monstruo marino que iba a destruir a la
humanidad. La gente agradecida recuerda la hazaña y se disfraza con ropajes
fantasiosos llamados “Sylvester Klauses”.
En Grecia
se conmemora a San Basilio, famoso por su bondad. Los niños colocan sus zapatos
en las chimeneas en la víspera del año nuevo, con la esperanza de que
amanecerán llenos de regalos.
Los
habitantes de Escocia, piensan que la primera persona que visite su casa el día
del año nuevo, traerá buena o mala suerte. La mejor suerte vendrá si el
visitante es un hombre de pelo oscuro que trae un regalo.
En Canadá
(Bristish Columbia) gente de todas las edades se pone trajes de baño y se
sumergen en las heladas aguas que están alrededor de Vancouver.
En
Afganistán, como sus vecinos de Asia Central e Irán, celebran el Año Nuevo al
inicio de la primavera, en una fiesta llamada Nowruz, un antiquísimo festival
persa, anterior al Islam, que conmemora la cosecha.
En todo
Brasil las personas se visten de blanco para recibir el año que comienza, y
aunque es una costumbre que nació vinculada a las religiones afrobrasileñas, se
ha generalizado su uso a todo el país, según le informó a la periodista
Marielba Núñez, de El Nacional, el 31
de diciembre de 2004, el secretario de la embajada brasileña en Venezuela
Wilson Dockhorn. En Río de Janeiro, por ejemplo, es tradición despedir el año
en la playa y es una costumbre tan popular que se calcula que al menos un
millón de personas siguen esa tradición en Copacabana. También se cree que se
deben saltar siete olas para atraer la buena suerte. El diplomático explicó que
la gente evita comer pollos o aves en fin de año, para evitar la mala suerte,
pues “La superstición dice que hay que comer animales que caminen hacia
delante, como el bacalao o el cerdo”. Los cultores del candomblé lanzan al mar
ofrendas de flores y perfumes para Yemanjá, diosa del mar.
En Londres,
la noche del 31 de diciembre las fiestas se caracterizan por los fuegos
artificiales y los brindis en familia o con amigos. Miles de personas se
concentran en Trafalgar Square y frente a la Casa del Parlamento, donde está el emblemático
Big ben, para ver los fuegos artificiales que se encenderán a medianoche. El 1°
de enero se efectúa el tradicional desfile de año nuevo, en el que cada borugh
o parroquia londinense, saca a pasear automóviles antiguos, bandas escolares,
disfraces y grandes muñecotes que se pasean entre Oxford Street y Picadilly, en
una verdadera celebración popular.
En Moscú,
los niños esperan con ilusión la llegada de Ded Moroz, también llamado Abuelo
del hielo, un benefactor anciano que recorre Rusia repartiendo dulces y muñecas
matriuskas. Entre tanto, los campaneros de Moscú hacen verdaderas competencias
de virtuosismo y dan conciertos de campanas con fragmentos de piezas de
compositores clásicos rusos.
En España,
aunque las celebraciones de fin de año varían de una región a otra, es común
comer 12 uvas en los segundos previos a la medianoche, según revelaciones de
María Ángeles Rodríguez, de la embajada española en Venezuela, quien añadió que
tampoco falta el postre de turrón ni el brindis con el espumante cava.
-El 31 de
diciembre -le confió a la periodista Marielba Núñez, de El Nacional, el 31-12-04- la gente la pasa en casa, para cenar con
la familia, pero luego sale a las calles, especialmente la juventud, que se va
a las discotecas y a las salas de fiesta hasta el amanecer. Es famosa la
concentración madrileña en la
Puerta del Sol para recibir el año nuevo.
En Nueva
York, desde 1904, la fiesta de fin de año se arma en Times Square. Miles de
personas, que no vienen sólo de la Gran Manzana , sino de otras ciudades y países del
mundo, comienzan a concentrarse allí varias horas antes de la medianoche.
Cuando el reloj da las doce, baja la famosa bola de cristal desde loa alto de
la antigua sede del limes, al tiempo que caen serpentinas, papelillos y confeti
y las enormes pantallas de televisión de la emblemática avenida se iluminan con
las escenas típicas de la despedida del año viejo. Esta fiesta norteamericana
se ha convertido en un símbolo universal del año nuevo.
En Alemania,
a las doce en punto, ni un minuto antes, resuenan los fuegos artificiales que
dan cuenta del inicio del año nuevo. Los germanos procuran que el escándalo del
festejo se inicie exactamente al término de la Nochevieja. En las
grandes ciudades, como Berlín, los habitantes salen a las calles del centro a
celebrar, pero en los pueblos pequeños las fiestas se hacen entre amigos.
El 31 de
diciembre los franceses se mantienen apegados a su costumbre de comer muy bien,
según le relató a la periodista Marielba Núñez el turista francés de la región
provenzal lllitch Réal. Las familias preparan páté de foie gras y salmón y
alimentan la celebración con mucho champagne y canapés, quesos y ostras. En
París, la gente se concentra en los Campos Elíseos, y forman una marea humana
desde el Arco de Triunfo a la plaza La Concordia.
Fuentes:
Wikipedia, la enciclopedia libre
http://www.venezuelatuya.com/tradiciones/tradiciones_navidenas.htm
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