El patito feo
RAFAEL MARTÍNEZ NESTARES | EL UNIVERSAL
sábado 28 de noviembre de 2015 12:00 AM
A la memoria de Luis Manuel Díaz (+ 25/11/2015)
Secretario general AD Altagracia de Orituco - Guárico
Argentina acaba de tener elecciones y, aunque con una diferencia cercana a cuatro puntos, el kirchnerismo fue derrotado tras doce años ininterrumpidos de gobierno. De esta forma, Mauricio Macri quedó electo presidente del país sureño.
Al margen de las disquisiciones que se puedan tener sobre las políticas públicas y el gabinete económico y social del nuevo gobierno, es interesante rescatar las posturas asumidas por los actores políticos de esa nación que hablan de la altura de la lucha democrática en dicha nación. El reconocimiento inmediato del triunfo de Macri por parte de Daniel Scioli, contendiente del sector gubernamental y, la llamada de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para felicitar al triunfador son actos, que denotan un grado de madurez democrática en un país y una región de largas luchas contra las dictaduras y el emporio de los "milicos" -como llaman a los militares de los regímenes que por tantos años destruyeron esas naciones, torturaron, "desaparecieron" y persiguieron a decenas de ciudadanos por el sólo hecho de pensar o tener una ideología diferente.
Esa sombra negra que cubrió la Argentina y el resto del cono sur durante más de la mitad del siglo XX, es más fuerte que las diferencias democráticas que pudieran tener los contendientes de esa hermana tierra latinoamericana. El llamado del presidente electo Macri al diálogo de las fracciones parlamentarias electas, hablan de la necesidad de construir una Argentina mejor y más justa.
Hemos tomado de Hans Christian Andersen el título del presente artículo quien escribió un cuento homónimo en noviembre de 1843. Nos pareció importante recordar a nuestros acuciosos lectores que las cosas no son siempre lo que parecen. El voto popular, tan pregonado por las democracias modernas y, pretendidamente usado para legitimar ciertos regímenes, se alzó en Argentina como la voluntad del pueblo. El gran temor de muchos, durante el proceso electoral sureño, hizo posible lo que parecía imposible -como acotaría por las redes sociales el presidente ganador, Mauricio Macri.
"El patito feo" es una alegoría que aplicamos a muchas cuestiones de la vida cotidiana. Lo que en principio es rechazado o mal visto, vemos que después se transforma en algo indispensable para el devenir de las naciones o de su gente. El voto popular, directo y secreto permite a los ciudadanos evaluar y mostrar ante los gobernantes su valoración de las políticas públicas, económicas y sociales. Una elección como la argentina, valoró las acciones de gobierno de casi 12 años del kichnerismo. El pueblo del sur, sintiéndose despreciado por la acción de gobierno tuvo su derecho a réplica. Alzó el vuelo la Argentina cual cisne a manera de la citada obra danesa. Argentina tuvo la palabra.
@rafaelmartinezn
@proyecto_pais
Secretario general AD Altagracia de Orituco - Guárico
Argentina acaba de tener elecciones y, aunque con una diferencia cercana a cuatro puntos, el kirchnerismo fue derrotado tras doce años ininterrumpidos de gobierno. De esta forma, Mauricio Macri quedó electo presidente del país sureño.
Al margen de las disquisiciones que se puedan tener sobre las políticas públicas y el gabinete económico y social del nuevo gobierno, es interesante rescatar las posturas asumidas por los actores políticos de esa nación que hablan de la altura de la lucha democrática en dicha nación. El reconocimiento inmediato del triunfo de Macri por parte de Daniel Scioli, contendiente del sector gubernamental y, la llamada de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para felicitar al triunfador son actos, que denotan un grado de madurez democrática en un país y una región de largas luchas contra las dictaduras y el emporio de los "milicos" -como llaman a los militares de los regímenes que por tantos años destruyeron esas naciones, torturaron, "desaparecieron" y persiguieron a decenas de ciudadanos por el sólo hecho de pensar o tener una ideología diferente.
Esa sombra negra que cubrió la Argentina y el resto del cono sur durante más de la mitad del siglo XX, es más fuerte que las diferencias democráticas que pudieran tener los contendientes de esa hermana tierra latinoamericana. El llamado del presidente electo Macri al diálogo de las fracciones parlamentarias electas, hablan de la necesidad de construir una Argentina mejor y más justa.
Hemos tomado de Hans Christian Andersen el título del presente artículo quien escribió un cuento homónimo en noviembre de 1843. Nos pareció importante recordar a nuestros acuciosos lectores que las cosas no son siempre lo que parecen. El voto popular, tan pregonado por las democracias modernas y, pretendidamente usado para legitimar ciertos regímenes, se alzó en Argentina como la voluntad del pueblo. El gran temor de muchos, durante el proceso electoral sureño, hizo posible lo que parecía imposible -como acotaría por las redes sociales el presidente ganador, Mauricio Macri.
"El patito feo" es una alegoría que aplicamos a muchas cuestiones de la vida cotidiana. Lo que en principio es rechazado o mal visto, vemos que después se transforma en algo indispensable para el devenir de las naciones o de su gente. El voto popular, directo y secreto permite a los ciudadanos evaluar y mostrar ante los gobernantes su valoración de las políticas públicas, económicas y sociales. Una elección como la argentina, valoró las acciones de gobierno de casi 12 años del kichnerismo. El pueblo del sur, sintiéndose despreciado por la acción de gobierno tuvo su derecho a réplica. Alzó el vuelo la Argentina cual cisne a manera de la citada obra danesa. Argentina tuvo la palabra.
@rafaelmartinezn
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