“Para los rusos el fin de año tiene olor a mandarinas”
CORREO DEL ORINOCO, 23 diciembre 2015
En Rusia el árbol de navidad es tradición. Lo decoran con juguetes pequeños tradicionales, luces de colores y las esferas pintadas con motivos navideños
En el pasado, la Iglesia ortodoxa rusa, la de mayor influencia en ese país, se regía por el calendario juliano. No obstante, a pesar de que en esta nación se adoptó el calendario gregoriano, hoy en día se sigue utilizando el anterior para la celebración de algunas liturgias o celebraciones religiosas. Una de estas festividades es el nacimiento de Jesucristo, que se festeja el 7 de enero, como “un encuentro íntimo entre parientes”.
Andrey Ryaposov, agregado de la Embajada de Rusia, contó que luego de la Revolución de Octubre las autoridades trataron de prohibir la celebración del nacimiento de Jesucristo como fiesta popular, por considerarla una celebración burguesa. En su lugar promovieron el festejo del Año Nuevo, el 31 de diciembre.
Actualmente, el “Rozdestvo” (nacimiento en ruso) o la Navidad, se celebra casi igual a como se hace en casi todos los países de tradición cristiana.
El 7 de octubre el patriarca de la iglesia oficia una ceremonia navideña en la catedral más grande del país, la de San Basilio, en Moscú. Las familias promueven el encuentro entre parientes, quienes acostumbran a compartir en torno a una cena navideña. Ryaposov señala que de ese modo cumplen con un dicho popular que expresa: “Pasarás el siguiente año tal y como lo recibas”. Esa noche se hacen intercambios de regalos.
DECORACIÓN A LO RUSO
En Rusia el árbol de navidad es tradición. Lo decoran con juguetes pequeños tradicionales, luces de colores y las esferas pintadas con motivos navideños. Ryaposov recuerda que en la época de la Unión Soviética se solía coronar el árbol con una estrella roja.
EL FIN DEL AÑO ES EL DÍA
La celebración más importante de esta época del año, aclara Ryaposov, es el 31 de diciembre.
Ese día las familias se reúnen para compartir, preparan platos típicos para la cena, como el Selyodka pod shuboy, una ensalada con remolacha, papa, cebolla, huevo duro y arenques aderezadas con mayonesa; la Olivie o ensalada rusa, la cual lleva papas, zanahoria, guisantes, huevos duros, aceitunas, con atún o pollo y mayonesa.
FIESTA PARA LOS NIÑOS
Son las niñas y los niños rusos los que con mayor ansia esperan el Año Nuevo, ya que la noche de 31 de diciembre los visita “Ded Moroz” (el viejo del frío), un personaje análogo a San Nicolás, quien viene acompañado de su nieta, Snegúrochka.
Con respecto a esta tradición, Ryaposov explica que algunas personas acostumbran a disfrazarse de estos personajes para entregar los regalos a las pequeñas y los pequeños. Las actrices y los actores, al culminar su labor de beneficencia, son gratificados con un incentivo económico por parte de los padres. Esa noche se acostumbra a entonar “novogodie pesni”, cantos similares a los villancicos criollos.
“Desde mi niñez recuerdo que para esta fechas comprábamos mandarinas, y las acostumbramos a comer muchas en esta fecha. Para los rusos el fin de año tiene olor a mandarinas”, comenta Ryaposov.
FELIZ AÑO
A las 11:50 pm las familias rusas suelen encender sus televisores para escuchar el mensaje navideño de su Presidente, quien se dirige a la población para hablar sobre los logros del año que termina y los retos para el que está por llegar. A medianoche, comienzan a tañer las campanas de las iglesias, y las del Kuranti, el reloj más famoso de Rusia ubicado en la torre del Salvador, una de las que integran la muralla del Kremlin.
La nieve es un elemento importante en la cultura rusa.
Para fin de año se suelen construir rampas de nieves en las plazas y lugares públicos donde acostumbraban reunirse las familias luego de la medianoche para compartir, arrojarse desde estas estructuras y lanzar fuegos artificiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario