El rey de Francia, Luis XIII, funda la iglesia Nuestra Señora de las Victorias en París en 1629 en acción de gracias por la victoria de las tropas reales en La Rochelle. El soberano atribuye la rendición de los huguenotes a la protección de la Virgen.
El 8 de diciembre de 1629, víspera de la instalación de la primera piedra de la iglesia, y fiesta de la Inmaculada Concepción, Fray Fiacre, religioso agustino, ve a la Virgen María que se le aparece presentándole al niño que Dios quiere darle a Francia, el futuro Luis XIV y le dice: “Hijo mío, no tenga miedo, yo soy la Madre de Dios (…) Mi niño, no es mi Hijo, es el niño que Dios quiere darle a Francia”.
En esta revelación, comunicada al rey y a la reina, la Virgen pide tres novenas a Nuestra Señora de las Gracias (Cotignac, en Provence), Nuestra Señora de París y Nuestra Señora de las Victorias. Fray Fiacre cumple lo solicitado del 8 de noviembre al 5 de diciembre de 1637.
El 5 de septiembre de 1638, la reina da a luz un hijo – Luis, “Dieudonné”. Después de la revelación de Fray Fiacre, Luis XIII consagra Francia a la Virgen María. El 6 de enero de 1638, el texto del Voto Real es adoptado, firmado el 10 de febrero fija la consagración pública el 15 de agosto del mismo año, en la Catedral de Nuestra Señora de París.
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