Bernardita Soubirous tenía 14 años cuando vio por primera vez a la Virgen. En febrero de 1858, mientras recogía leña con dos niñas, la Virgen María se le apareció en la gruta de Massabielle, cerca de Lourdes (sur de Francia). Entre febrero y julio de 1858, la Virgen se le apareció dieciocho veces.
Por primera vez, el 18 de febrero de 1858, durante la tercera aparición, la “bella Señora” que se aparece a Bernardita habla. Bernardita le da una escribanía y le pide escribir su nombre. La Señora le dice: “No es necesario”, y agrega: “No te prometo hacerte feliz en este mundo sino en el otro. ¿Quieres hacerme el favor de venir aquí durante quince días?”
Encargada de transmitir el mensaje de la Virgen María, y no encargada de hacer que le creyeran, Bernardita resistirá a las múltiples acusaciones de sus contemporáneos. El 7 de julio de 1866 entra a la congregación de las Hermanas de la Caridad en Nevers, (centro de Francia).
Había oírla decir: “María es tan bella que cuando se Le ha visto una vez, uno quisiera morir para volverla a ver”. Bernardita fallece, a los 35 años, el 16 de abril de 1879 en Nevers. Su ataúd será abierto tres veces y su cuerpo encontrado intacto en cada ocasión.
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