Retomar la ruta electoral
Si la gente se expresa espontánea y masivamente en la calle, pues es parte de los imponderables y eso es incontrolable políticamente. A un gobierno delincuente y corrupto no se derrota con deseos y emociones. Se derrota obteniendo poder. Por eso la importancia de las elecciones de gobernadores
Nadie le encuentra explicación a la arremetida del gobierno en contra del billete de 100 bolívares. A la excusa de lucha en contra de mafias que llevo al ridículo a un ministro militar cuando acusa al imperio y a la conspiración internacional de llevarse un billete que no vale medio ni aquí en Venezuela y mucho menos fuera de aquí, se suman una seguidilla de torpezas inexplicables. No hay ilustración lógica a tanta torpeza que lo único que ha logrado es enervar al pueblo venezolano, principal afectado de tan torpe medida. La única explicación posible, conociendo el tinglado del gobierno es que, detrás de ello se mueven grupos corruptos que tras cualquier medida, sin importar el nefasto efecto sobre los ciudadanos, buscan robar a la república.
Ahora bien. Nada de esto es nuevo. Los venezolanos han perdido la capacidad de asombro y hasta cierto punto se han acostumbrado a este tipo de acciones del gobierno. Se estira la rabia y luego vuelve a su lugar. En el ínterin se deteriora aún más la calidad de vida de los venezolanos. Son zarpazos que el gobierno le pega a la gente buscando diezmar su autoestima y quitar cualquier esperanza de cambio que pueda estar presente en ellos. El pueblo durante 17 años ha resistido estoicamente y en contra de los deseos del gobierno, administra su rabia y busca escenarios constitucionales y electorales donde expresar masivamente esa rabia en contra de quienes quieren perpetuarse en el poder. El pueblo venezolano, el colectivo está resultando más inteligente y mesurado que muchos dirigentes políticos que se muestran novatos y desesperados, incapaces de dar lectura correcta del momento político, de la fuerza que se posee y las que posee el adversario para poder elaborar una estrategia correcta que lleve a feliz término el cambio que se pretende.
Hoy la mesa luce desprovista de una estrategia única que centre su esfuerzo en objetivos específicos que le permitan acumular fuerzas. Hoy muchos ven las elecciones de gobernadores muy lejanas, cuando está a la vuelta de la esquina. Esa elección debería ser el primer objetivo dentro de una estrategia de acumular fuerzas para acercar el cambio deseado por el pueblo venezolano. Sin embargo se deja en un segundo plano, como se dejó al inicio del 2016. Ganar 15, 16, o más gobernaciones es un golpe que debilita al gobierno. En ese escenario la conversación, negociación y dialogo con el gobierno entraría en otro plano de discusión.
La calle nunca se debió dejar, pero con la protesta organizada. En estos momentos es fundamental acompañar y canalizar la protesta social para que no prevalezca la anarquía, pues esta sería pasto fácil para el oportunismo, el mesianismo e incluso el militarismo en grado puro. Algunos añoran a un Wolfang Larrazábal, pero esas son solo añoranzas y deseos que no tienen sustento alguno. El país está convulsionado y la reacción del pueblo es impredecible, pero los sectores del cambio democrático no pueden trabajar sobre supuestos. Los sectores democráticos tienen que poner los pies sobre la tierra y trazar estrategia sobre hechos concretos. Sacar cuentas sobre manifestaciones de la rabia de la gente interpretando y elucubrando sobre la manera de expresarse, es irresponsable en un político y mucho más en un partido político. Si la gente se expresa espontánea y masivamente en la calle, pues es parte de los imponderables y eso es incontrolable políticamente. A un gobierno delincuente y corrupto no se derrota con deseos y emociones. Se derrota obteniendo poder. Por eso la importancia de las elecciones de gobernadores y de alcaldes del 2017. El triunfo en estas elecciones será la medida para adelantar el proceso de cambio en la presidencia de la república. Hay que retomar la ruta electoral.
Docente universitario
(ljm1802@hotmail.com y @luisjosemart)
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