Una de vaqueros
Una revolución madurada con carburo. Tuvieron todos los recursos del mundo y lo que montaron fue Una de Vaqueros
En el polvoriento Tucson Pueblo de Arizona aún permanece viva la leyenda del rebelde pistolero Jesse James quien impondría la ley del Revolver también conocida como el Gunsmoke, o la bocanada de humo que sale del Smith &Wesson o del Colt 45 de Harry El sucio. El Asalto a la Diligencia se convirtió en la trama recurrente de las series de televisión transmitidas en blanco y negro ocupando, algunas de ellas, el estelar espacio del prime time como el Gunsmoke, o la Ley del Revolver y el MarshalDillon. ¿Cómo puede encargársele a un camión, la Diligencia de cargar trescientas toneladas de billetes? según un experto de una gran editorial, acostumbrado al manejo del peso del papel de imprenta, esto equivale a un camión de 16 ruedas.
Se descubrió el hecho porque la Diligencia perdió una rueda, y el botín voló por los aires en algún remoto lugar de Suramérica. El Gobierno haciendo el Indio no explica cómo la atropellada carga de los nuevos billetes andaba cual vieja diligencia en una película de vaqueros. Si no fuera por los acuciantes y apremiantes problemas que recorren el mundo entre guerras, insólitos hallazgos de más de tres mil cadáveres de niños en un antiguo convento de monjas en Irlanda que recibían a madres solteras, la historia de la diligencia venezolana con los nuevos billetes cargados en un camión descarrilado sería motivo de asombro ante la falta de seguridad y de seriedad con la que ejecuta sus políticas económicas.
En la sicología clínica, la habituación se conoce como el proceso de aprendizaje según el cual, nos acostumbramos a un estímulo por lo recurrente que terminamos ignorándolo e invisibilizándolo. Las instituciones escolares se han convertido en receptáculos de la habituación de la violencia como lo demostró el reciente caso de Caricuao donde dos vidas fueron liquidadas en un ataque limpio y sin armas por una niña experta en artes marciales quien decidió emprenderla contra una compañera de clase y que seguramente no aparece en el Sistema de Análisis, Seguimiento, Evaluación y Valoración Estadístico de las Políticas Públicas, y ¿qué decir, el affaire Banesco Tocorón? Desde el Centro Penitenciario el Pran Max Luthor, salta de la ficción a la realidad como la Rosa Púrpura del Cairo, para hackear a una institución bancaria como Banesco y funcionar a la sombra, usurpando las funciones de la banca. Otro episodio donde el gobierno queda haciendo el Indio.
Nos hemos habituado al punto de la desensibilización de no sentir que el país se nos fue, nos contaron una de vaqueros, del Consenso de Washington al Consenso de La Habana, el rimbombante patriotismo venezolano se volvió un arroz a la cubana, ropa vieja. Cuba tiene sus venas abiertas al turismo norteamericano con su Todo Incluido, mientras Maduro esperando señas de su mentor Castro. El gobierno no rinde cuentas a la asamblea, sino a unos cortesanos convertidos en Corte Celestial que no solicita a sus magistrados ni tan siquiera carta de antecedentes penales.
La habituación a la violencia, a la usurpación, a la mentira, a la especulación debe también tocar a Chinos, Rusos, Bielorusos quienes seguramente deben sospechar que este gobierno que transporta los dineros públicos recién impresos en “diligencias” del oeste, podría decirles muy bien a ellos, yo no firmé ese papel, o tal papel se me perdió. El gobierno se convirtió en una tira cómica, una comedia, una película de vaqueros. O quizá siempre lo fue. Una revolución madurada con carburo. Tuvieron todos los recursos del mundo y lo que montaron fue Una de Vaqueros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario