Registran 209 casos nuevos de VIH en Nueva Esparta en menos de dos años
La organización StopVIH dijo que los nuevos datos demuestran que no es alarmista advertir que el VIH esta fuera de control
Johnatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH / Foto: Cortesía
El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) sigue cobrando organismos en el estado Nueva Esparta. Con una data actualizada de la Coordinación Regional de Programa de VIH del Ministerio del Poder Popular para la Salud, se conoció que de 2.059 personas diagnosticadas con el virus en la región, en menos de dos años aumentó a 2.268 casos, es decir, el virus fue transmitido a 209 personas más.
Al respecto, Jhonatan Rodríguez, presidente de la Organización StopVIH, afirma que el dato es alarmante. “Estos números ratifican la pertinencia de nuestras permanentes denuncias. La pérdida de control del virus es un hecho”, sentenció. La cifra de personas con VIH que se conocía era hasta el 31 de diciembre de 2014, pero ha sido actualizada hasta diciembre 2016, y se indica que el número de infecciones creció.
Basado en el referido informe oficial, Rodríguez agrega que 72 personas están en fase sida. Su clasificación por sexo son 51 casos femeninos y 158 casos masculinos. Asimismo, en ese lapso, 15 niños, niñas y adolescentes entre 2 y 19 años de edad fueron diagnosticados.
Insiste en que la realidad que presenta la actualización epidemiológica de VIH en la región insular es prueba de que nunca ha sido alarmista cuando pide con urgencia la inmediata participación de las autoridades para diseñar un efectivo programa de prevención y atención a quienes viven con el VIH, ya que la única manera de frenar el avance del virus hasta llegar a sida es un tratamiento oportuno y permanente. Además, por supuesto, urge afianzar las acciones de prevención, ya que hasta ahora la única manera de evitar la transmisión del virus es con educación sexual.
Aunque el presidente de la Organización StopVIH considera que los números restan humanidad al drama que significa vivir con una condición de salud crónica, que no tiene cura, no deja de reconocer que la data es supremamente importante, porque es la que permite planificar la labor y diseñar políticas que soporten la situación, y mejor aún, la corrige. Por lo demás, insiste en rechazar el retraso y silencio de las autoridades en este tema, ya que considera que es una de las razones que ha hecho más vulnerable la ayuda.
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