Diario en Ginebra lanza en primera página una alerta sobre el Petro de Venezuela
La economía venezolana ha presentado en sus últimos cuatro años un desplome total, el poder de compra de los ciudadanos es inexistente y la inflación galopa con las horas. El Gobierno de Nicolás Maduro atribuye el descontrol a supuestas mafias y la guerra económica, que a su juicio, son propiciadas por factores externos (el imperio y políticos opositores).
Adry Perdomo/ Venezuela Al Día
Más allá de los argumentos que sostiene el mandatario venezolano, con una ligera “muestra” de querer solucionar el caos, este martes el vicepresidente Ejecutivo de la República, Tareck El Aissami, hizo oficial el lanzamiento de la criptomoneda el Petro. Que según descripciones del Gobierno, tendrá una cotización equivalente a la del barril de petróleo y tiene como objetivo “buscar recursos a la hacienda pública”.
Pero la criptomoneda venezolana parece tener un piso “nada fuerte”, pues los expertos en asuntos económicos auguran un fracaso ante la mala gestión económica. El Gobierno “misteriosamente” acude a este proyecto como una fuente de financiamiento, justo cuando los ingresos van palo abajo por la baja producción y la reducción de precios del petróleo (la principal y casi única fuente de entrada de divisas al país).
Vicepresidencia Vzla@ViceVenezuela: El Petro sale a la preventa
ViceVenezuela @ViceVenezuela: El Petro sale a la preventa
¿La gran estafa?
El anuncio del petro parece ser una alerta a nivel nacional e internacional, pues este jueves dicha noticia, celebrada por la cúpula madurista, llegó a la primera página de un periódico en Ginebra, llamado Le Temps. El titular, más allá de lo informativo, tildó la criptomoneda venezolana como “una estafa” en favor de la élite del país. Pero ¿qué saben los suizos que los venezolanos no saben?, ¿acaso son expertos en el tema del petro?, ¿qué analizaron ellos para afirmar que es una estafa?
Según un experto en el mercado, “los suizos lo saben todo” y es que al parecer la capacidad gerencial de los suizos supera en gran magnitud la administración de varios países. De hecho, son ellos quienes forman parte de grandes proyectos como; el Aeropuerto de Zurich (en El dorado), y Glencore (en la refinería de Ecopetrol en Cartagena). Pese a que Suiza carece de recursos naturales, tiene una de las más prósperas y desarrolladas economías del mundo.
Pero en resumidas cuentas ¿qué pueden ellos saber del petro? Según Fedor Poskriakov, abogado de una firma en Ginebra, cuestionó la criptomoneda venezolana en base a lo descrito en el libro blanco y guía del comprador ( que además de estar disponible en línea) está totalmente escrito en ingles. “Muchas preguntas quedan abiertas, tal vez a propósito”, aseguró el abogado quien al tiempo se preguntó cómo se cubrirá dicha criptomoneda por las reservas de petróleo y sobre qué base legal será emitido el petro.
Por su parte, Fabian Schär, jefe del Centro de Finanzas Innovadoras de la Universidad de Basilea, alega que es “extremadamente dudoso” que Venezuela logre mantener la promesa y produzca el petróleo que “subyace en el petróleo”. Además, alerta que el riesgo de “no ser reembolsado” es muy alto ante el endeudamiento que tiene Venezuela.
“Es extremadamente dudoso que Venezuela mantenga su promesa y produzca el petróleo que subyace en el petróleo(…) Venezuela ya está muy endeudado. Es probable que el petro beneficie especialmente a la élite venezolana “, argumentó.
¿Manipulación a favor de quién?
A juicio de los expertos no hay nada que explique concretamente cómo el precio del petro se ajustará a la evolución del precio del barril de petróleo. Según estimaciones de Olivier Cohen, la empresa de gestión de Altcoinomy en Ginebra, especializada en activos cryptos, el 17.6% de los petros serán propiedad de una autoridad estatal, lo que podría fácilmente manipular el curso.
En resumidas cuentas, la criptomoneda podría representar el empeoramiento de la economía venezolana, pero a su vez la forma de estafa más grande del Gobierno. El petro, que parece no tener garantías, surge en medio del caos financiero con un petróleo débil y una hiperinflación que consume a los ciudadanos, aunado a la impresión de bolívares (sin valor alguno).
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