La crisis argentina ya impactó en Brasil y en Venezuela
Bolsonaro de campaña permanente para Macri y el chavismo quiere marcarle la cancha a Alberto Fernández
La problemática política y económica argentina, desatada luego del resultado de las elecciones del domingo, ya superó las fronteras nacionales. El impacto generado por la victoria de Alberto Fernández, además de desatar la furia del dolar y del riesgo país, tuvo consecuencias políticas en Brasil y Venezuela. En tierras de Jair Bolsonaro, hay preocupación. Bajo el chavismo también, pero por otras cuestiones diferentes.
¿Vuela por los aires el Mercosur?
El presidente de Brasil se ha convertido en el jefe de campaña regional del macrismo. Desde su cuenta de Twitter ha advertido en reiteradas oportunidades que si triunfa la dupla Fernández-Kirchner, Argentina sufriría una tragedia. Sin embargo, la noticia del día la dio su ministro de Economía, Paulo Guedes, advirtió: «Si entra Cristina y cierra la economía nos vamos del Mercosur». No es que Macri haya sido un canto al libre mercado, pero la intención del presidente argentino era ir, aunque sea leve y gradualmente, hacia una mayor integración comercial con el mundo. Ya los agentes económicos argentinos no son los únicos pendientes de Alberto. Las primeras muestras de un posible gobierno suyo, con CFK de vice, marcarán la continuidad o la desaparición del bloque regional.
En Venezuela también hay advertencias para Alberto, pero las mismas son en la dirección opuesta a las del ministro de Bolsonaro. En la tarde de hoy, Diosdado Cabello se manifestó optimista por la derrota del macrismo el último fin de semana, pero decidió «marcarle la cancha» al candidato a presidente del Frente de Todos. El dirigente chavista le dijo a Alberto Fernández, abiertamente, que la victoria en las urnas no le pertenece, sino que se trata del triunfo de Kirchner:
«Me alegro mucho por el esfuerzo y el valor del pueblo argentino. Ojalá, Dios querido que no me equivoque, que a quien están eligiendo no vaya a creer que lo están eligiendo porque es él», señaló.
Mientras tanto en Argentina…
En el epicentro de la crisis, que ya tiene relevancia internacional, todo cambia de un momento a otro. Las dos noticias del día estuvieron relacionadas con la actitud bipolar de un Gobierno desesperado. En la jornada de ayer, Macri aseguró que «congelaría» el precio del combustible hasta las elecciones. El problema fue que las empresas se negaron, sobre todo considerando la volatilidad cambiaria total. Ante la negativa, el macrismo metió mano a una ley del viejo peronismo para hacerlo por la fuerza: la Ley de Abastecimiento. Esta herramienta, violatoria del derecho de propiedad privada por donde se la mire, data de 1974 y era el látigo que el kirchnerismo utilizaba, no para golpear, pero si para amenazar. La gestión actual no la derogó y ahora el oficialismo la usa, en una actitud patética que no hace otra cosa que demostrar la desesperación de la que es víctima. Ni Cristina se animó a tanto.
Hacia el fin de la jornada vino otra noticia para copar la agenda de los medios. El Gobierno confirmó que eliminará (hasta fin de año) el IVA de una gran cantidad de elementos de la canasta básica. La reducción de impuestos era una demanda constante de varios sectores, la cual el Gobierno nunca escuchó por considerarla imposible ante la delicada situación fiscal. Parece que la necesidad electoral lo hizo posible.
Mientras tanto, el economista Roberto Lavagna, tercero en las elecciones con un caudal del 8 %, suspendió la campaña electoral y le pidió a todos sus competidores que imiten su ejemplo, al menos hasta que se tranquilice la crisis económica y se garantice la gobernabilidad.
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