¿Metamorfosis o más de lo mismo?, por Tony Rivera Chávez
Publicado agosto 16, 2019
Resulta difícil asimilar esa figura del militante de izquierda (radical o moderado) desde ese pasado a este presente dado que parece haber ocurrido una operación generalizada sobre ese hombre generosos y abnegado que por el contrario apareció en un parto inesperado transformado en desconocido monstruo ignorante de los valores elementales de los que tanto defendió para la creación de un Estado Democrático y sus funciones; ocurriendo por el contrario, para este momento en cómplice irracional hacia ese aparato represivo criminal militar que nos demuestra su afición por el desprecio a los Derechos Humanos para retrotraernos a todo cuando en el ayer los preocupaba y les complace en este diario transitar de canalladas donde ocultan los hechos con evasivas o situaciones fantásticas para hacer del prisionero inocente un ser culpable de sus propios males.
Ahora bien, la ética, es propia del Yo y para nada puede endosarse a partidos, doctrinas, excusas desgraciadas (traición a la Patria), sectas u obediencias.
No hay una ética, para administrar el Estado y otras para la propia en función política, eso es oportunismo ajustado a las circunstancias lo cual no tiene nada de “revolucionario” pero si de inmoral
El asunto está en el hombre y sus valores que teniendo criterio propio derivado de ese ego, debe actuar con el valor necesario a la hora de enfrentar injusticias o desviaciones en la conducta de quienes lo dirijan
En este sentido puede haber existido dentro de las organizaciones originarias (OR, LS, PRV, PCV, MIR, MAS, BR y otros) este tipo de elementos los cuales ¡Jamás! tuvieron esa necesidad de mostrarse como tales y en la vida practica se mostraron como unos farsantes. No fuimos ajenos a las sospechas y acusaciones que muchas veces se convirtieron en tendencias sobre traiciones, delaciones, posiciones (previo) paso por la partida secreta (oficial) pero que nunca fueron aclaradas por ser parte de esa prepotencia del líder, dirigente o activista que por ser partícipe del asunto revolucionario estaba cubierto de impunidad en su accionar y esto los exoneraba de cualquier averiguación.
Si esto ocurrió así no hay sorpresas. Estamos antes “el más de lo mismo por los mismos” que desde hace siglos han servido no para contribuir a la crítica constructiva y la depuración sino para consolidar el vicio en el ejercicio burocrático político.
Es desde esta fatalidad donde el hombre venezolano se nos muestra carente de autoestima y valores para afrontar este tipo de factor (negativo) desde sus entrañas cuando les resulta mejor “dejar hacer y dejar pasar”, al corrupto, para no afrontar las consecuencias de defender la honestidad en este reino de tramposos
No podremos nunca contar victorias de lograr objetivos limpios cuando lo más seguro es que se oculten los más terribles resultados colectivos por la ausencia de análisis previos antes de la toma de decisiones para entregarle la conducción política, administrativa y de otras índoles a ese hombre que nos da miedo desnudar por las consecuencias y en este acaramelar conductas si algo se necesita surgirá el ¡Pobrecito¡ Si era pobre y milagrosamente se apareció rico de sopetón luego de ejercer el burochorocratismo o cualquier manera de contincoleo a lo ajeno, con lo cual queda libre de culpas por esta frase donde el trabajo desaparece y surge el ascender sin límites hacia la “buena vida” ensuciando para ello los valores del trabajo.
Hemos venido resistiendo una crítica dañina hacia la izquierda a la cual han convertido en el mejor de los casos en “Honesta pasiva" lo cual la hace muchas veces chismosa y cobarde cuando debe mostrarse activa y radical en esta materia de sinceridad ante el proceso que no solo la destruye como alternativa política ante el país y le da a eso de: “Todos son iguales” un carácter universal y la sume en la tolerancia ante la barbarie.
Hay hombres honestos y justos en este lado. Así cuando la señora Bachelet enfrenta desde su rol ese papel debemos generalizar ese Yo ético existente en esa Izquierda Democrática como esperanza de un mejor mañana para la sociedad. La crítica en este sentido debe sumar para el avance positivo hacia un mundo mejor
¡Que viva la izquierda democrática y sus principios!
guaripeterojo@outlook.com
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