La nueva realidad del consumo en Venezuela
Hace dos meses mencionamos, en uno de nuestros análisis, que estábamos recabando datos de facturación con un grupo importante de comercios y clientes, los cuáles mostraban cambios muy abruptos en los ciclos de ventas en comparación con las cifras observadas hasta marzo de este año.
Si bien durante el mes de julio las ventas de muchas empresas fueron limitadas, debido a que no hubo prácticamente liberación de la economía frente al pico de la pandemia en Venezuela, estamos reafirmando nuestro diagnóstico con las cifras de facturación que hemos medido durante en la pasada semana de liberación en agosto.
En efecto, hemos observado picos importantes en las ventas de varios sectores de la economía entre la semana del 10 al 14 de agosto, asociados a la liberación parcial que permitió mayor flexibilidad económica en buena parte de los sectores que hacen vida en el país.
Este elemento no se traduce en que el consumo está creciendo, sino que la nueva normalidad de caja va a ir atada a la liberación (7+7) y ciclos de confinamiento, en los cuales veremos una semana con picos mayores de consumo y otra semana con mayor ralentización de ventas para diversos sectores. Esto genera una volatilidad adicional en la gestión del flujo de caja en relación con los meses previos a la pandemia.
Esto cambiará el ciclo de pago a proveedores, compra de inventario y cuentas por cobrar, por lo que consideramos tener escenarios con diferentes ciclos de cajas para los próximos dos meses, considerando que esta nueva ola de contagios se prolongue por un periodo adicional.
En el Informe Privado de Aristimuño Herrera & Asociados analizamos cómo la pandemia y el plan 7+7 de confinamiento radical alternado con una semana de flexibilización están afectando los ciclos de consumo en el país, generando una fuerte volatilidad que representa un duro desafío para la gestión del flujo de caja en las empresas.
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