FRENAA arranca y toma la palabra a AMLO para que deje la presidencia
FRENAA es un movimiento que se gestó en las redes sociales —esas a las que López Obrador “bautizó” como “benditas”—, compuesto por ciudadanos y empresarios
Por Adriana Moreno Cordero:
Por fin, el Frente Nacional Anti-AMLO (FRENAA), organización de reciente cuño, llegó al Zócalo de la Ciudad de México, no sin antes pasar por varios obstáculos provenientes tanto del Gobierno de esta ciudad, que encabeza Claudia Sheinbaum, como del federal, representado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes les quisieron impedir a toda costa y mediante cualquier tipo de trabas, el paso a lo que es considerado prácticamente el corazón del país y que el jefe del Ejecutivo estima «es de su exclusiva propiedad», la plancha del Zócalo.
Ambos funcionarios, provenientes del Partido Morena, saben bien de realizar marchas, tomar calles y causar caos vial y sus respectivas pérdidas económicas, pero eso sí, cuando eran oposición.
Hoy AMLO y Scheimbaum, al frente de los Gobiernos más importantes del país, tienen muy claro que el control absoluto de ese espacio principal lo ejerce solo el mandatario mexicano, quien además despacha en Palacio Nacional, ubicado frente a la plaza mayor en cuestión.
De hecho, cuando compitió por la presidencia de la República frente al expresidente Felipe Calderón, quien finalmente y por un escasísimo margen le ganó la elección, el tabasqueño procuró siempre enviarle el mensaje al michoacano de que aún pertrechado en la derrota, era López Obrador quien tuvo en el Zócalo capitalino uno de sus principales bastiones. Baste recordar que ahí rindió protesta como “presidente legítimo” en esas cuestionadas elecciones del 2006.
También sabemos de sus acostumbrados plantones en Reforma, avenida principal del corazón de México, donde no solo causó caos, desorden, por semanas, sino una gran pérdida de empleos y de la economía de la ciudad.
Los años transcurrieron y ahora, la otra oposición, formó un movimiento que bien puede subrayarse, es dicho Frente que está en el camino de arrebatarle ese punto a López Obrador.
El pasado 3 de octubre, un día después del famoso “2 de octubre no se olvida”, marcha que recuerda a los estudiantes caídos en el 68, le tomaron la palabra a AMLO para llenar el Zócalo y una multitud caminó por la avenida de Paseo de la Reforma, respondiéndole al presidente López Obrador al reto que lanzó declarando en una de sus conferencias mañaneras que si se juntaban 100 000 personas para manifestarse en contra de su Gobierno, él se iría de Palacio Nacional directo a su rancho ubicado en Palenque, Chiapas.
Desde luego los cálculos tanto del Gobierno federal como del de CDMX se fueron muy por debajo de la cifra real informando sobre la asistencia de entre 8 000 y 15 000 personas a esa manifestación, cuando con notarios públicos FRENAA acreditó la presencia de mucho más de 100 000 personas: alrededor de 180 000, y en un comunicado el Frente hizo patente el temor que está sintiendo el presidente ante ese tipo de movilizaciones, que cada vez son más continuas y con más gente en contra de su Gobierno, además de la acostumbrada molestia: “ya no sabe qué hacer y por eso se contradice cada vez más en lo que dice”.
Por toda respuesta y ante la magnitud de tal movilización, desde Sonora, donde se encontraba de gira y contradiciendo su propio dicho de que se “iría“, el mandatario les pidió a los manifestantes que no “comieran ansias” y que esperen la revocación del mandato al que se someterá en el 2022. O sea, lo que prometió, al final no lo cumplió, pues en realidad lo que hizo el tabasqueño fue medir sus negativos, pero de la base desde la cual partió estuvo totalmente errada, ya que supuso que seguía gozando de la misma popularidad que a los inicios de su gestión que apenas cumplirá dos años y paulatina, pero consistentemente, va a la baja aunque él insista en negarlo.
Movimiento surge junto con la pandemia
La propia organización Anti-AMLO reconoce que su surgimiento es reciente y lo hizo junto con la pandemia de COVID-19, hace cosa de seis meses, «y con casi toda la prensa ‘amordazada’ por el gobierno federal, todo mundo en México sabe quién es FRENAA y nuestro crecimiento es exponencial», reitera en un comunicado este movimiento cuyas manifestaciones en contra del presidente surgieron en ciudades como Monterrey, Nuevo Léon, Querétaro y Durango, capital; entonces, el mandatario las veía un tanto lejanas, sin peligro de llegar a Ciudad de México.
FRENAA es un movimiento que se gestó en las redes sociales —esas a las que López Obrador “bautizó” como “benditas”—, compuesto por ciudadanos y empresarios. Por esa vía empezaron las convocatorias a caravanas en automóvil por diferentes ciudades del norte del país y otros puntos, alrededor de 60, e incluso se dejaron ver en Estados Unidos, cuando el presidente López Obrador visitó a quien cree que es su amigo, el presidente Donald Trump.
Sin embargo, los defensores de AMLO y diversos especialistas estiman que el surgimiento de FRENAA de alguna manera llega rodeado de sombras, pues estamos hablando de un movimiento considerado como una mezcla de derechas, empresarial y religiosa, que en esta llamada cuarta transformación podría encerrar un mensaje muy destructivo y monotemático al tener como única exigencia y objetivo que López Obrador renuncie a la presidencia de la República, algo que constitucionalmente no puede hacer porque en México ese es un cargo irrenunciable.
Este movimiento también se define como eminentemente ciudadano y sin fines ni aspiraciones políticas, pero en una coyuntura como la actual, marcada por la contingencia sanitaria y la politización creciente, es muy difícil pensar en esa tesis.
De alguna manera, en el fondo, FRENAA estaría actuando como esa cadena de grupos de la ultraderecha mexicana, como por ejemplo el Frente Universitario Anticomunista (FUA), de Puebla; el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) de la CDMX, que tiene uno de sus brazos más activos en la organización El Yunque, grupo secreto que trabajó para llegar al poder y que por ello en nuestro país estrechó vínculos con el Partido Acción Nacional (PAN).
Con seis meses de trayectoria, ha sumado cada vez más gente anti-AMLO, sociedad civil y quien se anime a salir a la calle en su auto o caminando, o bien a manifestarse en las redes. No se sabe bien quién lo representa. Se especula que detrás de FRENAA pueden estar organizaciones norteamericanas de derecha que en Estados Unidos ocupan la presidencia de ese país, esto es, el Partido Republicano.
Es visto también como un movimiento empresarial o de pequeños y medianos empresarios que tienen como único fin, lograr que toda la ciudadanía pugne por la renuncia del presidente López Obrador antes del 1 de diciembre, fecha en la que cumpliría dos años en la Presidencia.
Varias son las cabezas visibles de este movimiento anti-AMLO, básicamente empresarios que señalan: «Este no es un asunto del Grupo de los Diez, es un asunto del Grupo de los 50, de los 100, de los 500 y de los 50 mil empresarios del país que tenemos posibilidad de ayudar a otros, nosotros no mentimos, tenemos 14 mil seguidores, (en las redes) pero vamos por toda la ciudadanía de México».
Gilberto Lozano, quien fue parte del Consejo de Administración de Femsa, es uno de los fundadores del Frente, junto con Pedro Luis Martín Bringas. Destaca la participación de Pedro Ferriz de Con —que, como se recordará, aspiró a ser candidato a la presidencia de la República—, su hijo Pedro Ferriz Hijar; el periodista Rafael Loret de Mola; el empresario Juan Bosco Abascal, el académico Salvador Mendiola, entre otros.
También se pueden anotar a Jaime Sandoval, Jessica Hernández, Sally Sheridan, Moisés Hurtado, Sergio Eguiarte, Moisés Hurtado y Eduardo Rivera, por citar solo a algunos.
Estar o no de acuerdo
Efectivamente, se puede o no estar de acuerdo con el propósito de FRENAA, sin embargo, no podría tampoco negarse que se trata de un clamor cada vez más generalizado rechazar lo que ha hecho López Obrador desde que asumió los destinos del país, ir de error en error, preocupándose mucho más, por ejemplo, por el destino del béisbol, su deporte favorito, que por la cifra cada vez mayor de fallecidos por COVID-19, que en un día, han sumado 2 789 muertes.
El riesgo es que integrantes de FRENAA que han ocupado el Zócalo capitalino se puedan llegar a enfrentar violentamente con los seguidores de López Obrador, que día a día, y por consigna directa de Palacio Nacional, se presentan en ese punto para provocar a los manifestantes del Frente.
Hay que destacar que ambos grupos toman a la religión católica como bandera, específicamente, a la virgen de Guadalupe, prácticamente símbolo de las bases populares del partido oficial, Morena, mientras que los integrantes de FRENAA entonan cantos religiosos alusivos a la Virgen desde la explanada del Zócalo capitalino, de ahí que se hayan registrado enfrentamientos cada vez más abiertos entre unos y otros.
El Frente, definitivamente, no piensa “quitar el dedo del renglón”, mientras que el presidente está más que dispuesto para echar mano de su acostumbrada terquedad, así que en la víspera de las elecciones del 2021, la temperatura puede subir peligrosamente porque el mandatario le quiere poner freno a FRENAA y esta organización no piensa permitir eso.
Adriana Moreno Cordero es analista, reportera y columnista de los sucesos nacionales en México. Fue colaboradora en el periódico Excélsior, en la columna Frentes Políticos, por 20 años. Posteriormente, en el periódico El Sol de México, inicia la columna Vanguardia Política, con su titularidad en 2012. Desde 2017, a la fecha escribe columnas Políticas para Diario Imagen (Retaguardia), Contraréplica y El Heraldo.
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