El Tribunal habló: ni Lula detiene la Copa América en Brasil
Con seis votos de 11 en total, el máximo tribunal dio el visto bueno para la celebración del torneo en territorio brasileño, desestimando el pedido de organizaciones de izquierda, con el expresidente Lula da Silva a la cabeza, de que se cancelara
Finalmente se conoció el veredicto que mantenía en suspenso a los fanáticos del fútbol sudamericano. Brasil será sede de la Copa América tras la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF), quedando frustrado el deseo de la izquierda brasileña, dirigida por expresidente Luis Inácio Lula da Silva, de que se suspendiera el evento.
Con seis votos a favor, los jueces respaldaron la realización del torneo en las subsedes de Río de Janeiro, Brasilia, Cuiabá y Goiania. La decisión ya está tomada. El máximo tribunal está integrado por 11 jueces, quienes recibieron un pedido de partidos políticos y de un sindicato de izquierda para suspender la Copa, alegando supuestos riesgos por la pandemia.
Pero el Ministerio de Salud aseguró que todos los protocolos están avalados por petición del presidente Jair Bolsonaro. Por su parte, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) indicó al momento de su decisión que Brasil posee la infraestructura y la estabilidad necesario para albergar el torneo.
La condición del Tribunal
La sesión virtual del Tribunal estaba pautada para durar 24 horas; sin embargo, la cantidad requerida de votos se cumplió antes de ese lapso. De esta manera, 10 selecciones jugarán en los estadios dispuestos para el torneo.
“El riesgo de contraer coronavirus es el mismo con o sin partidos”, aseguró el ministro Marcelo Queiroga, al tiempo que recordó otras copas realizadas este año como competencias nacionales de fútbol y la Copa Libertadores.
La condición para jugar será presentar un protocolo de seguridad. Según la Conmebol, dichas medidas serán similares a otros eventos: las delegaciones se mantendrán en rígidas «burbujas» y no habrá fanáticos en de los estadios.
El inválido argumento de Lula
El pedido que hiciera el expresidente Luis Inácio Lula da Silva quedó descartado. La «Copa de la Muerte», tal como la llamó, se realizará con todas las medidas sanitarias necesarias para evitar la propagación del virus. Sin embargo, quedan cuestionados los motivos de su acusación, ya que el expresidente socialista ha hecho públicas sus intenciones de ir contra Bolsonaro en las próximas elecciones presidenciales.
Colombia —uno de los países escogidos inicialmente como sede— fue descartado debido a las protestas que han terminado en violencia y vandalismo. Argentina —que organizaría el evento junto con Colombia— tampoco fue capaz de asumirlo por la grave situación que enfrenta con la pandemia bajo el Gobierno de Alberto Fernández.
La decisión está tomada. Brasil será la sede la Copa América. Ahora solo resta que los fanáticos disfruten del evento luego de un año aplazado por el COVID-19.
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