¿Vidal contra Bullrich? o ¿Larreta versus Macri?
En vísperas de las primarias, Macri le pidió a Larreta que evite la competencia de la oposición en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Por qué tanto rechazo a un sano ejercicio que fortalece a los partidos políticos y los frentes?
La noticia de la mañana de este martes es que Mauricio Macri presionó al intendente porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para evitar la competencia interna de Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires. Todo parece indicar que ni la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ni la exgobernadora María Eugenia Vidal piensan dar el brazo a torcer, lo que las llevaría a una interna para dirimir la lista final que competirá en noviembre. Pero Macri no quiere saber nada de esta idea.
Públicamente, el expresidente señaló hoy que “Larreta está muy bien posicionado para presidente en 2023, pero hoy hay que jugar en 2021”. También pidió “lograr un consenso para evitar las PASO” en territorio porteño. En la provincia ya son inevitables, y el mismo Macri ve con buenos ojos la gran primaria que derrote al kirchnerismo, pero en la Ciudad, el exmandatario quiere lista única.
Pero la exigencia de Macri es capciosa: quiere unidad, pero bajo la candidatura de Bullrich. a Vidal la quiere en territorio bonaerense. Larreta no quiere acatar, ya que teme que Patricia haga una buena elección, se posicione bien para 2023, y lo deje en supuesta evidencia como el intendente que no pudo elegir la candidata en su distrito. Pero debajo de la interna de las señoras, está la de los señores. La disputa Bullrich-Vidal precede la gran batalla interna de Macri-Larreta. La semana pasada, Larreta dijo que él y María Eugenia “eran lo mismo”. Bueno, aunque no lo dicen, lo mismo aplica para Mauricio y Patricia.
Las versiones sobre la relación personal entre el expresidente y el actual jefe de Gobierno, que fue su segundo en el proceso de Macri en la Ciudad, son diversas. Nadie puede negar el contrapunto, pero algunos analistas van más lejos y aseguran que Mauricio teme un escenario de “parricidio”. Es decir, que Larreta lo desobedezca abiertamente, obligándolo a retirarse de la lucha grande o forzándolo a la interna.
Con las palabras de esta mañana, Macri jugó fuerte. Con sutileza, le dijo a su delfín lo que espera que haga. Seguramente, antes de hablar, el exmandatario habrá evaluado el capital propio. O considera que todavía tiene suficiente, o, todo lo contrario: marcar la cancha pudo haber sido, directamente, un acto de necesidad o desesperación.
Queda un mes para ver cómo se dirime la interna de la interna. Es difícil que Macri le suelte la mano a Bullrich. Lo que hay que ver es si Larreta y Vidal juegan a fondo. Y si hay competencia entre ellas, más allá del resultado, lo que quedará en evidencia es que ya está rota la relación entre ellos.
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