La «chinificación» detrás del mandato de vacunas en la Unión Europea
“Si se permite que el Estado dicte qué agente químico o biológico debes llevar dentro de tu cuerpo, ¿qué libertad te queda exactamente? Estamos siendo testigos de la 'chinificación' de Europa", advirtió el presidente del Partido de la Libertad irlandés, Hermann Kelly
Si hay algo que está preocupando a los gobiernos del mundo es la aparición de la nueva variante omicron, aunque sin datos precisos. No hay total certeza de su tasa de transmisión o si las vacunas que ya existentes son efectivas para combatirla. Pero varias naciones están cerrando su espacio aéreo a vuelos provenientes de Sudáfrica y aplicando restricciones que los ciudadanos amantes de la libertad no ven con bueno ojos. El descontento se viene transformando en protestas.
Impuestos y prohibición de acceso a una larga lista de lugares a los no vacunados, confinamientos y una posible imposición de vacunas en Europa están provocando que algunos líderes políticos recurran al término de la «chinificación» para hacer la analogía de estos extremismos sanitarios con las imposiciones ordenadas en el gigante asiático por parte del totalitarismo de Xi Jinping. Por supuesto hay distancias en la comparación. En China la policía se lleva detenidos a civiles para amarrarlos de manos y pies y vacunarlos. Una de las víctima se llama Zhang Jianping y su caso fue registrado por Human Rights Watch.
Ahora bien, lo que está ocurriendo en la Unión Europea preocupa por el grado autoritario que están cobrando las medidas, sin la participación y opinión de sus habitantes. De ahí la similitud. Un ejemplo es la «tasa» de 100 euros mensuales que deberán pagar los ciudadanos griegos mayores de 60 años que no hayan recibido las dosis.
“Si se permite que el Estado dicte qué agente químico o biológico debes llevar dentro de tu cuerpo, ¿qué libertad te queda exactamente? Estamos siendo testigos de la ‘chinificación’ de Europa con documentos de identidad o certificados digitales obligatorios y se está volviendo muy peligroso».
La frase pertenece al presidente del Partido de la Libertad irlandés, Hermann Kelly, dicha a Breitbart. Fue una clara respuesta a Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, quien recientemente propuso debatir la idea de aplicar un mandato obligatorio de vacunas en el bloque de los 27 países. El rumano Cristian Terhes, miembro del Parlamento Europeo, coincidió con el argumento de Kelly.
El radicalismo chino
Se puede hablar de radicalismo y de anulación de las libertades individuales cuando se observa a China, donde habitantes de un sector no podían cruzar a otro y en el peor de los casos, no podían salir de sus casas.
Cuando las restricciones parecían estar flexibilizándose aparecieron confinamientos arbitrarios por la variante delta. Tal como ocurrió en Disneyland Shanghái con más de 30000 personas encerradas y obligadas a hisoparse luego de detectar un solo caso de COVID-19. Fue otra muestra del modelo draconiano impuesto desde las altas esferas chinas en el marco de la estrategia «COVID cero».
Desde julio, el objetivo de Xi Jinping fue vacunar completamente a 1100 millones de personas, o el 80 % de la población. La meta se alcanzaría a finales de octubre. La palabra qinling, o «reducción a cero», se mencionó en muchos documentos oficiales emitidos por los gobiernos locales de China, según el mismo informe de Human Rights Watch que mencionó al hombre amarrado de manos y pies, obligado a vacunarse.
La organización internacional admite que si bien la vacunación contra el COVID-19 es relevante, establecer porcentajes de vacunación sin proteger los derechos de las personas «abre la posibilidad de que las autoridades abusen para forzar la aplicación de las dosis».
Los planes de gobiernos europeos
Austria es un caso que vale la pena citar para entender el contexto europeo. El 1 de diciembre el país extendió otros diez días el confinamiento. Además, el Gobierno comenzará a aplicar multas de hasta 7200 euros a los no vacunados.
Para el líder del Partido de la Libertad de Austria, Herbert Kickl, la medida cruzó una “línea roja oscura”. Agregó que el Estado se había convertido en una “dictadura”. La misma palabra repitieron manifestantes el pasado 20 de noviembre en calles austríacas.
Alemania contempla limitaciones para los no vacunados, como la presentación del pasaporte Covid, no solo para entrar a restaurantes sino también en el comercio no esencial, indicó El País. Por su parte, Italia obligó desde agosto pasado a tener el certificado de vacunación para todas las actividades públicas.
El 1 de diciembre, Portugal entró en estado de “calamidade” con test para ingresar a discotecas y bares, y presentar certificados para restaurantes. En Países Bajos se contempla introducir tres tipos de pasaportes Covid para acceder al trabajo, la educación y el ocio. Los proyectos de ley fueron remitidos al Congreso. Pero tal como cita El País, «es una propuesta delicada, dado el efecto que tendría al hacer distinciones entre la población».
Con este escenario se entiende entonces por qué se habla de una «chinificación» de Europa. El modelo asiático contra el COVID-19 para estarse replicando en los Estados europeos, incluso con el aval de la presidente de la Comisión que agrupa a la comunidad de los 27 países.
No hay comentarios:
Publicar un comentario