Tarek William Saab, fiscal general del régimen de Nicolás Maduro, solicitó a los tribunales del estado Táchira suspender la Feria Internacional de San Sebastián, donde tendría lugar una corrida de toros que se iba a realizar a partir del 27 de enero en San Cristóbal. 

El funcionario también rechazó que los organizadores del evento contrataran a personas con acondroplasia, un trastorno que ocasiona el tipo más común de enanismo, para llevar a cabo un show. Se refirió a que las mismas estarían siendo utilizadas al “estilo de circos romanos para el escarnio público”.

La medida de suspensión fue también una solicitud para evitar la matanza de los toros que usan en el evento.

Este es el segundo festival de corridas de toros que puede ser suspendido en Venezuela. Una actividad similar programada para el sábado 13 de noviembre de 2021 en la plaza de toros en el Hotel Marriot de Maracay, Aragua, se suspendió por órdenes del Ministerio Público (MP).

Actualmente en Venezuela no existe una legislación que prohíba las corridas de toros.

Al respecto, Tarek William Saab, cuando ejercía como defensor del pueblo, anunció que iba a presentar un anteproyecto de ley contra las corridas de toros en el año 2015.

Sin embargo, fue este jueves 20 de enero que reiteró que presentará próximamente un proyecto de ley para prohibir estas prácticas ante la Asamblea Nacional del régimen.

Venezuela y su historial con las corridas de toros

La llamada “fiesta brava” fue una actividad que se popularizó en las primeras décadas de la Venezuela del siglo XX. Para ello invitaban a los toreros más importantes de España.

El público siempre asistía atraído por la “tradición” y era una práctica que, como en muchos países, se normalizó con el tiempo. 

Sin embargo, a partir de los años noventa los eventos de este tipo ya empezaban a cuestionarse por el maltrato y matanza de los toros por “entretenimiento”. 

Cartel que anunciaba el festival taurino.
Foto cortesía

Grupos organizados de la sociedad civil y activistas en defensa de los animales cuestionaban el martirio y destino final de los toros de lidia en las plazas; además del trato a estos animales desde que son elegidos para formar parte de la actividad. 

Aunque ya ha disminuido la organización de festivales de corridas de toros en Caracas, la tauromaquia todavía se practica como una fiesta popular en el centro y el occidente de Venezuela. Particularmente en las ciudades de Valencia, Maracay, San Cristóbal y Mérida, donde se mantienen estas actividades por una supuesta y arraigada tradición.

¿Qué opinan sobre las corridas de toros?

Organizaciones civiles por los derechos de los animales como la Coalición Antitaurina, SOS Fauna Mérida, entre otros colectivos activistas, actualmente exigen medidas para suspender las corridas de toros en el país.

Una encuesta realizada recientemente sobre la aprobación de las corridas de toros en Mérida y San Cristóbal arrojó que 77.5 % de las personas no están de acuerdo con este tipo de eventos. 

El 20.6 % opinó estar de acuerdo y 0.8 % indicó que el tema no es de su interés. En dicha encuesta votaron alrededor de 5.000 usuarios. 

La situación de las corridas en otros países

Actualmente las corridas de toros están prohibidas legalmente en países como Argentina, Uruguay, Nicaragua, Panamá, Canadá, Cuba, Dinamarca y Reino Unido.

La tauromaquía también es ilegal en 98 municipios, de estos, 82 corresponden a  España, cuatro a Francia, cuatro a Portugal, tres a Colombia, dos a Ecuador y uno a Perú.

La Sociedad Humana Internacional denunció que asesinan a cerca de 250.000 toros durante las corridas cada año.

Personas miran un toro recientemente asesinado durante una corrida de toros en Chimalhuacán, México. Foto: ALEXANDRE MENEGHINI

Las corridas de toros siguen siendo un tema de discusión. Por un lado sus partidarios la califican como en evento tradicional cultural; mientras que los defensores de los derechos de los animales afirman que es una práctica con la que se tortura y abusa de los toros por entretenimiento.

En México, por ejemplo, se ha prohibido la celebración de corridas de toros en los estados de Sonora, Guerrero y Coahuila.

Pero por otra parte, estas prácticas se declararon como un bien cultural y material en Aguascalientes, Tlaxcala, Hidalgo, Querétaro, Zacatecas, Michoacán y Guanajuato.

En Venezuela, por ahora, la legislación contra las corridas de toros no existe, pero parece estar muy cerca de su aprobación. Aunque no será fácil extinguir la fiesta de los toros, las organizaciones animalistas confían en que se concrete un primer paso. Esperan que se pueda abolir lo que por años se ha considerado como una tradición.