Rusia pide que no envíen más armas a Ucrania
Boris Johnson hizo caso omiso de la advertencia de Rusia y prometió ayuda militar a Ucrania por el orden de 300 millones de libras esterlinas
El papa Francisco manifestó que la situación entre Ucrania y Rusia lo tiene preocupado y atormentado, llamando a un alto al fuego desde el 24 de febrero pero aún no ha ocurrido. Sin embargo, aseveró que confía en su secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín, para poder alcanzar el cese de las hostilidades.
Aunque tiene problemas en sus rodillas que no le permiten moverse a plenitud, el Sumo Pontífice aseguró en entrevista concedida al Corriere della Sera que está listo para ir a Moscú y hablar con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Destacó que cuando se ejecutó la invasión de tropas rusas a Ucrania, el Obispo de Roma llamó al presidente Volodímir Zelenski pero no hizo lo mismo con Putin porque quería hacer algo que todo el mundo viera, por lo que acudió al embajador ruso ante la Santa Sede y le pidió que le explicaran qué estaba pasando.
«Y luego le pedí al cardenal Parolin, después de veinte días de guerra, que le enviara a Putin el mensaje de que estaba dispuesto a ir a Moscú. Por supuesto, era necesario que el líder del Kremlin permitiera algunas ventanas. Todavía no hemos recibido respuesta y seguimos insistiendo, aunque me temo que Putin no puede y no quiere tener esta reunión ahora mismo. Pero tanta brutalidad ¿cómo no detenerla? Hace veinticinco años vivimos lo mismo con Ruanda», subrayó.
Teme que Putin no se detenga y le busca una explicación del por qué el interés de Rusia en atacar a Ucrania. Sin embargo, sugiere que es probable que el acercamiento de la OTAN a las fronteras rusas hicieron que se desatara toda esta dinámica bélica.
Para el papa Francisco, en la guerra ruso-ucraniana se están probando armas y recordó que la Guerra Civil Española sirvió para ese propósito antes de la Segunda Guerra Mundial.
También explicó en la entrevista que el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, le contó el pasado 21 de abril durante su reunión en el Vaticano que «los rusos tienen un plan, el 9 de mayo todo terminará».
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La fecha, sin embargo, mantiene en alerta a funcionarios de Europa y de Estados Unidos. Creen que el Día de la Victoria podría ser usado por Putin para movilizar a las reservas, con lo que estaría declarando formalmente la guerra a Ucrania.
Por su parte, el presidente ruso solicitó a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que Occidente deje de enviar armas a Ucrania y dice que los países europeos pudieran parar la guerra si ejercen «una influencia apropiada sobre las autoridades de Kiev».
A través de un comunicado enviado por el Kremlin, en el que se refiere la conversación telefónica con Macron, se afirma también que las autoridades ucranianas no están preparadas «para un trabajo serio» en las conversaciones de paz, aunque Rusia «está siempre abierta al diálogo».
Pero el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, prometió un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania por el orden de 300 millones de libras esterlinas, que incluye radares y drones.
«Seguiremos ayudando a Ucrania […] con armas, financiación y ayuda humanitaria, hasta alcanzar nuestro objetivo a largo plazo, que debe ser reforzar a Ucrania de forma que nadie se atreva nunca más a atacarles», declaró el mandatario.
Mientras, la fiscal general de Ucrania, Irina Venediktova, afirmó que fue identificado el «principal sospechoso» de la masacre de Bucha y es el comandante de la Guardia Nacional de Rusia, Sergey Kolotsey.
«La policía estableció que el 18 de marzo Kolostey mató a cuatro hombres desarmados y que poco después torturó y sometió a un simulacro de ejecución a un civil», dijo la fiscal.
Con información de CNN / AS / La Vanguardia / El Mundo / DW
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