La inaceptable perversión de Silvina Batakis
Como era de esperar, el desembarco de la nueva ministra de Economía designada por Cristina Kirchner fue un retroceso más para la Argentina que se avecina al abismo.
Marcelo Duclos PANAM POST 
Una vez más, la nula formación en temas económicos de los periodistas argentinos hace que un funcionario kirchnerista salga impune luego de decir una barrabasada inaceptable. En la jornada de ayer, Silvina Batakis comentó algo que no se tendría que haber pasado por alto, pero lamentablemente así fue. Con menos de una semana en su puesto, la flamante ministra de Economía demostró que es tan perversa como peligrosa.
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En un mano a mano con Marcelo Bonelli, donde evidenció su soberbia desde el inicio de la entrevista (el conductor le dio el pie para que se presente con la pregunta retórica de “¿Quién es Silvina Batakis?” y la funcionaria prácticamente se ofendió), la sucesora de Martín Guzmán responsabilizó a los argentinos que viajan o compran en el exterior por los problemas de la producción y de la creación de empleo.
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“Cuando uno hace compras en el exterior, y utiliza dólares que tendrían que haber ido al sector productivo y son escasos, la verdad que lo que estamos haciendo es dañando el futuro de todos los argentinos”, dijo Batakis sin ponerse colorada.
Aunque aseveró que no pensaban implementar nuevas restricciones, la titular de la cartera de Economía sí indicó que es necesario plantear “conceptualmente” el supuesto dilema. Ante la inquietud del periodista, que le replicó que la gente tiene “derecho a viajar” al exterior, ella señaló:
“El tema es que ese derecho a viajar, colisiona o tensiona con el derecho a la generación de puestos de trabajo”, manifestó impunemente.
Lo cierto es que lo que “colisiona” con la creación de empleo es la política monetaria, fiscal y laboral del kirchnerismo. Lo único cierto que dice la ministra es que los dólares en Argentina son escasos. Ahora, el motivo de esto no es un fenómeno sobrenatural o una supuesta perversión de una élite que decide comprar por internet o vacacionar en el exterior. El problema de la falta de divisas está absolutamente relacionado a un déficit fiscal irresponsable, a un estatismo desmesurado y a la impresión indiscriminada de pesos, que hace que la gente se refugie en el dólar para poder mantener algo de poder adquisitivo.
Cuando se manifiesta en el mercado el rechazo a la moneda local, lógicamente los precios (todos) suben. El del dólar es el primero. Ahí es donde aparecen los controles y cepos cambiarios para reprimir las consecuencias inevitables que traen estas políticas a la política monetaria de Argentina. Es bien sabido que estas medidas son absolutamente nocivas y no hacen otra cosa que empeorar la situación. Los argentinos que hacen una compra por Ebay o vacacionan en Miami o Brasil no tienen la culpa de nada. Los que implementan desde el Estado este oscurantismo económico son los responsables de toda esta nefasta situación.
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