O está fuera o está muerto. No se permitirá un fracaso tan grande en la escena mundial.
Esperemos que su salida dé paso a un nuevo liderazgo que vea que Rusia necesita desarrollarse como una potencia económica más que militar. Mejorará la vida de su pueblo. Ejercerá su influencia a través de medidas económicas en lugar de militares.
O tal vez la persona adecuada para el trabajo sea una mujer. Tal vez sea eso lo que exige la situación. Tal vez ella tenga una mejor comprensión de su pueblo. Una mejor comprensión de sus necesidades. Y una mejor comprensión del impacto total de la guerra.
La Federación Rusa ocupa el puesto 130 en la clasificación de países en cuanto a la representación de las mujeres en los parlamentos nacionales, con sólo un 16,5% de mujeres en ellos (Women in national parliaments, 2020). La situación es similar en el sector privado ruso.
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