En palabras de Miguel Díaz-Canel, en Cuba no hay comida, ni ganado, ni pescado
Miguel Díaz-Canel volvió a sorprender a los cubanos, nada menos que con un arranque de sinceridad, durante su intervención ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) este martes. Además de admitir que la gente lo toma a chiste, reconoció que en la Isla no hay comida, ni ganado, ni pescado.
«Voy a sonar a chiste, pero realmente no es un chiste, aunque a veces da risa, como muchas de las cosas que hacemos», dijo Díaz-Canel, según se aprecia en un fragmento de su discurso que ha circulado por las redes sociales y que al parecer fue editado en la transmisión del estatal Noticiero de la Televisión Cubana.
«El problema es que tenemos tres leyes: tenemos una Ley de Soberanía Alimentaria y no hay alimentos«, afirmó Díaz-Canel, quien llegó incluso a revelar lo que es un secreto a voces: que las leyes en Cuba están aprobadas antes de llegar a la Asamblea Nacional.
«Vamos a aprobar pasado mañana», anunció, dando por sentada la aprobación de la norma, antes de rectificar y afirmar que «se supone que aprobemos una ley de fomento ganadero y no hay ganado. Y tenemos una ley de pesca a la que se refirió el ministro de la Industria Alimentaria y no hay pescado».
Díaz-Canel reconoció además que la eficacia de las leyes no se reflejará en las multas, sino en las mesas de los cubanos, de acuerdo un fragmento de su alocución difundido en el estatal Canal Caribe.
«Ahora hay que lograr que esas leyes no sean leyes para que aquí las estemos expresando en cifras de multas y cifras de restricciones», señaló. «Lo que tenemos que lograr es que la Ley de Soberanía Alimentaria la evaluemos aquí porque hay más alimentos en las mesas de los cubanos».
El gobernante llamó a lograr que el «fomento ganadero de verdad fomente el ganado que necesitamos en el país para no depender de importaciones y tener carne en la mesa de los cubanos».
Sostuvo además que la Ley de Pesca, que como anunció será aprobada próximamente, debe ser «menos restrictiva» y dar todas las posibilidades para aprovechar el potencial que tiene «una Isla rodeada de mar», «y tengamos pescado también en las mesas de los cubanos».
Sus palabras recuerdan las del primer ministro, Manuel Marrero Cruz, colocado al frente de la Comisión Nacional de Soberanía y Seguridad Alimentaria, que se creó en noviembre pasado como una de las acciones previstas en la Ley 148 de igual nombre, aprobada en octubre.
De acuerdo con Marrero Cruz «el mandato de convertir la alimentación del pueblo en una Ley requiere mayor objetividad, así como revisar los planes, metas e indicadores, y no habrá espacio para discursos, promesas y resultados en números, que el pueblo no los vea en la mesa», aunque no detalló qué acciones gubernamentales implementarán para aumentar la producción de alimentos.
Pero lo cierto es que para la inmensa mayoría de los cubanos resulta una odisea conseguir alimentos básicos, debido a la escasez crónica y los precios disparados.
Por otra parte, la Ley de Fomento y Desarrollo de la Ganadería llega cuando consumir carne y leche se ha convertido en un lujo para los cubanos.
En la provincia de Sancti Espíritus la producción estatal de carne de cerdo tocó fondo, reconoció el diario Escambray.
«En el 2021 el aporte rondó las 4.000 toneladas de carne, ahora, de enero a septiembre, andamos por unas 600 toneladas producidas y debemos terminar el 2022 con alrededor de 1.500; esa era la producción de un mes en 2018, cuando el territorio superó las 17.000 toneladas», dijo a ese medio el director de la Empresa Porcina en esa provincia, Rolando Pérez Sorí.
En abril pasado, el Noticiero de la televisión estatal reconoció que Cuba perdió el 90% de los productores porcinos en los últimos cinco años. Sin embargo, las regulaciones asfixiantes que impone el Gobierno han contribuido a la retirada de los productores del sector.
A ello se suma, que el régimen tiene como una de sus estrategias principales combatir el mercado informal que las mismas trabas estatales generan. En los últimos meses, la prensa estatal ha divulgado varias redadas donde inspectores estatales decomisan a revendedores considerables cantidades de huevos, aceite y pollo congelado, entre otros productos básicos.
Pero como tuvo que admitir Díaz-Canel, las multas y las restricciones no son las que llevarán la comida a las mesas de los cubanos. Queda por ver cómo la implementación de las nuevas leyes posibilitará que alimentarse deje de ser un lujo en la Isla.
Alberto News
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