Lula ganará en un mes lo que un brasileño promedio percibe en tres años
Luego de haber llorado en su toma de posesión por la desigualdad en Brasil, Lula da Silva aceptó el jugoso aumento salarial para el presidente aprobado por el Senado, el cual llega a 7.190 dólares. El líder del "Partido de los Trabajadores" ganará mensualmente 1.000 dólares más que Bolsonaro, a lo que se le suman unos 1.800 más por pensión como amnistiado político, alcanzando casi 9.000 dólares al mes
Mamela Fiallo Flor PANAM POST 
Luiz Inácio Lula da Silva asumió la presidencia de Brasil llorando por la desigualdad. No obstante, una vez en el poder aceptó el jugoso aumento salarial aprobado por el Senado poco antes de su toma de posesión. Ganará hasta 40 veces más que el brasileño promedio. Es decir, el líder del «Partido de los Trabajadores» aumenta la brecha entre el ciudadano común y la casta política.
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Su predecesor, Jair Bolsonaro, ganaba 33.763 reales (USD 6.170). Pero el 21 de diciembre —11 días antes de la toma de posesión de Lula— el Senado aprobó un proyecto de ley que aumenta el salario del presidente a 39.293 reales (USD 7.190), es decir, un incremento de poco más de 1.000 dólares, equivalente a 15 %. Él pudo haberlo rechazado para ser coherente con su discurso, pero no fue así. Por ejemplo, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, dona su salario, pese a que no hace alarde de la defensa de los pobres de la misma manera que el fundador del Foro de Sao Paulo.
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Pero no queda allí. Como siete de los 11 magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF) fueron nombrados por su partido, tiene al Poder Judicial a sus pies. Entonces, además de su sueldo, recibirá alrededor de 1.800 dólares al mes como amnistiado político, alcanzando un total de casi 9.000 dólares mensuales.
El hombre que pagaba dos condenas por corrupto es ahora el presidente de Brasil, gracias a la anulación de las sentencias por parte del STF, que le restituyó los derechos políticos para que pudiera ser candidato y lo indemnizó con una pensión por concepto de amnistía política. Lula da Silva percibirá anualmente cerca de 108.000 dólares.
Comparado con el salario mínimo interprofesional en Brasil, que ronda los 230 dólares, el ingreso mensual del Lula será casi 40 veces superior al sueldo promedio mensual de unos 34 millones de brasileños, quienes tendrán que trabajar más de tres años para ganar lo que percibirá Lula en un mes.
Salario de Lula se sextuplicó en comparación con su primer mandato
Lula es promotor del socialismo que promueve la redistribución de la riqueza, pero los números indican que es la fortuna del jefe de Estado la que se ha multiplicado. Hace 20 años, cuando fue electo para su primer mandato, el ingreso de Lula da Silva era el equivalente a unos 1.550 dólares.
Su sucesora, Dilma Rousseff, recibió durante su estadía en el Palacio del Planalto un incremento de 134 %. Tomando en cuenta ahora que el salario de Lula —sin contar la pensión como amnistiado político— es de poco más de 7.000 dólares y que los ministros perciben una remuneración similar, con el aumento a 37 ministerios habrá un excedente de 1,1 millones de dólares para un total de 3,1 millones de dólares anuales que costará al Estado el nuevo gabinete.
La hipocresía de la inclusión
Lo que sí recortó el gobierno de Lula en materia de inversión social fue el principal presupuesto para las personas con deficiencias auditivas. «¡Día triste para la comunidad sorda brasileña!», exclamó la ex primera dama, Michelle Bolsonaro.
Ella sorprendió al mundo cuando se dirigió a la nación antes que su marido y en lenguaje de señas, el día que Bolsonaro subió al poder, desde donde favoreció a las personas con esta deficiencia.
«Después de importantes victorias logradas en el gobierno de Bolsonaro, como la creación de la Dirección de Políticas de Educación Bilingüe para Sordos – DIPEBS (donde el cargo de director siempre ha estado ocupado por personas sordas) y la inclusión de la educación bilingüe para sordos como una modalidad en la LDB, tanto respetando las especificidades lingüísticas como culturales de esta importante parte de la sociedad, nos sorprendió la publicación del Decreto Nº 11.342, que presenta la nueva estructura regimental del Ministerio de Educación. ¡Ahora DIPEBS simplemente ya no existirá!», lamentó.
«¡Que retroceso! ¡No están tomando en cuenta años de lucha de la comunidad sorda por una educación bilingüe y de calidad! ¡Lamentable!», exclamó la ex primera dama.
Aunque la izquierda se jacta de ser promotora del lenguaje inclusivo, lo limita al mero simbolismo de anular los géneros con una «x» o una arroba, no mejorando el acceso de las personas con dificultades para comunicarse.
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