¿Pudo el feminismo haber invisibilizado el juicio contra las asesinas de Lucio Dupuy?
En Argentina, mientras otro proceso judicial se robaba la atención de los medios de comunicación, el juicio contra la madre de la criatura y su pareja desapareció del radar público
En las redes sociales, simples usuarios de a pie pidieron durante todas estas últimas semanas que no nos olvidemos de Lucio Dupuy. El niño de cinco años que murió asesinado por los repetidos maltratos de su progenitora y su pareja. Sin embargo, a diferencia de otro juicio por un homicidio que también paralizó a la opinión pública, el proceso legal contra Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez quedó prácticamente invisibilizado.
Nadie puede decir que el caso no despertó el interés y la indignación de la opinión pública argentina. Tanto la muerte de Fernando Báez Sosa, brutalmente asesinado a golpes por una patota en la puerta de un boliche, como el trágico deceso del niño Dupuy, impactaron a la sociedad como pocos casos en los últimos años. En ambos casos, un denominador común: una víctima indefensa. Por un lado, un joven siendo brutalmente atacado por una manada de violentos. Por el otro, un niño en completa indefensión ante los abusos físicos de dos seres incalificables, uno de los cuales, lo tuvo nueve meses en el vientre. Sin embargo, un caso obtuvo tanta repercusión como el juicio contra Cristina Fernández de Kirchner. En el otro, una vez iniciado el proceso, no se supo más nada.
No es casual que todos los medios de comunicación hace tiempo que cuenten con “editoras de género”, cuya perspectiva ideológica es monocorde. Hace varios años, que todas las empresas dedicadas al mercado de la información cuentan con una encargada de aportar una visión “de género” a las noticias. No hay que aclarar que todas tienen la misma perspectiva ideológica en cuanto a estos asuntos. El mismo discurso feminista de izquierda que promueve la necesidad de combatir un patriarcado imaginario.
Antes de la muerte horrorosa de Lucio (el equipo forense que constató las repetidas agresiones, incluyendo sexuales), el padre había solicitado la tenencia de la criatura sin éxito ante la justicia. La madre incluso lo había amenazado con denunciarlo con falsas acusaciones, si el hombre mantenía la intención de criarlo. Durante los últimos años, un sistema judicial “con perspectiva de género” ignoró incluso las denuncias a la policía de vecinos, por repetidos hechos notorios de violencia en contra de Lucio. “El nene tiene que estar con su madre”. Y su madre lo terminó matando junto a su novia.
Pero que dos militantes feministas, lesbianas, que fueron beneficiadas por una justicia parcial hayan matado a una inocente criatura, parece que no brindan una noticia como para visibilizar. Es por esto que muchas personas cuestionan duramente el silencio ensordecedor de los medios de comunicación ante un proceso judicial que expuso las aberraciones de dos mujeres en contra de una pobre criatura de cinco años.
Sea como sea, la primera semana de febrero habrá condena. Ojalá sea ejemplar.
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