Lula pide control de las redes sociales a escala mundial
El presidente de Brasil envió una carta a la conferencia global Internet for Trust, realizada por la Unesco en París, en la que pidió una regulación global para las plataformas digitales con la excusa de evitar que "amenacen la democracia"
Sin sorpresas. La propuesta de Luiz Inácio Lula da Silva de controlar el contenido que se publica en las redes sociales ya no se limita solamente a su país. El presidente de Brasil pidió este miércoles en una carta enviada a la conferencia global Internet for Trust, realizada por la Unesco en París, que se establezca una regulación de las plataformas digitales a escala mundial con la excusa de evitar que «amenacen la democracia».
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En la misiva leída en dicho foro por su enviado, el secretario de Políticas Digitales de la Secretaría de Comunicación Social (Secom), João Brant, y publicada en su cuenta de Twitter, Lula sostiene que «se necesita garantizar un derecho colectivo: el derecho de la sociedad a recibir información confiable, y no mentiras y desinformación».
El peligro de la corrección política
Pero, ¿quién determina qué se considera mentira y desinformación? Por ejemplo, la corrección política ha impuesta como norma la prohibición de hacer referencia al hecho biológico de que solo existen dos géneros: hombre y mujer. Decir lo contrario ha supuesto no solo la censura y cancelación en las redes sociales sino incluso la expulsión de la escuela y detención del joven Josh Alexander, de 16 años, en Ontario Canadá, a comienzo de este mes.
La pandemia del coronavirus también impuso un relato en torno al uso obligatorio de las mascarillas que no podía ser cuestionado. Tres años después, el New York Times publica un artículo sobre una reciente investigación científica dirigida por epidemiólogos de Oxford donde se concluye que «no se encontraron evidencias» de que el uso de tapabocas «hiciera alguna diferencia» para frenar la propagación del virus. Tampoco se puede olvidar el artículo censurado en 2020 al New York Post, donde se divulgaba información de la computadora de Hunter Biden, y finalmente el hijo del hoy presidente de EE. UU. terminó bajo investigaciones federales y se descubrió cómo los medios y plataformas digitales ocultaron la información.
Las excusas de Lula para controlar las redes sociales
El control total es el fin común de los socialistas. Control político, control económico, control social y control comunicacional. Y Lula no es la excepción. Las excusas para avanzar en esta dirección nunca faltan. Como era de esperar, el mandatario brasileño mencionó el asalto a los poderes del 8 de enero y aseguró en su carta que «lo ocurrido aquel día fue la consecuencia de una campaña, iniciada mucho antes, y que usó como munición mentiras y desinformación». No desaprovechó la oportunidad para destacar que logró «vencer esa batalla» como un hecho épico. Para sustentar su pedido agrega en la misiva lo siguiente:
«Tampoco podemos permitir que la integridad de nuestra democracia sea afectada por las decisiones de algunos pocos actores que hoy controlan las plataformas. La regulación deberá garantizar el ejercicio de derechos individuales y colectivos. Deberá corregir las distorsiones de un modelo de negocios que genera lucro explorando los datos personales de los usuarios. Para ser eficiente, la regulación de las plataformas debe ser elaborada con transparencia y mucha participación social. Y en el plano internacional se debe coordinar multilateralmente».
Cuentas de Lula desinfladas en tiempo récord
Las redes sociales ya son un espacio de participación democrática, donde –sin control estatal– los usuarios pueden expresarse libremente, salvo cuando ocurren intervenciones gubernamentales o corporativas que terminan en censura y cancelación. El bajo interés que han mostrado los brasileños en menos de dos meses por su presidente parece impulsar a Lula a querer controlar las redes sociales donde su popularidad se ha desinflado en tiempo récord. Así lo reveló un informe de la consultora Bites, encargado por O Globo, que muestra como las cuentas oficiales de Facebook, Twitter e Instagram del líder del Partido de los Trabajadores (PT) pasaron de conseguir un pico de 16.079.659 de alcance el día de la toma de posesión a tan solo 7.578.994 el 8 de enero, es decir, menos de la mitad en una semana.
Según este análisis, en las plataformas digitales del fundador del Foro de Sao Paulo se lanzan alrededor de 62 publicaciones diarias desde que comenzó el nuevo gobierno, lo que le genera un promedio de 29.500 interacciones entre me gusta, comentarios y publicaciones compartidas. Pero durante la campaña electoral, entre el 16 de agosto y el 30 de octubre, este promedio se ubicaba en 72.700. Vale recordar que para agosto del año pasado, cuando logró reducir la brecha con Jair Bolsonaro, el exmandatario seguía teniendo 1,9 veces más interacciones que Lula, pero en 2019 llegó tener un dominio en las redes sociales que se ubicaba 13 veces por encima de lo que conseguía el líder del PT.
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