Despilfarro eléctrico por el chavismo, la causa del pésimo servicio que hoy afecta a los venezolanos
El problema eléctrico en el país sigue siendo una de las tantas calamidades que enfrentan los venezolanos. Una crisis que explotó “la burbuja” en que se había convertido Caracas y que se acentúa en las regiones del país, porque en el interior de la república es una situación que se padece desde hace muchos años.
Por Lismar Hernández / lapatilla.com
Desde aquel apagón general en marzo de 2019, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) jamás volvió a ser el mismo, debido a una falla en la central hidroeléctrica Simón Bolívar. Este suceso no solo fue catalogado como el más grave y de mayor duración de la historia contemporánea, sino que además marcó la vida de muchos venezolanos.
De acuerdo a la ONG Comité de Afectados por Apagones, en nueve meses de 2022 se registraron más de 138 mil fallas eléctricas. En el mes de septiembre, hubo más de 27 mil problemas energéticos en 23 estados del país. Una situación que parece empeorar con el pasar de los días y que se intensifica con la llegada de las lluvias.
En este sentido, el equipo de lapatilla.com conversó con el ingeniero electricista Miguel Lara Guarenas sobre esta problemática que afecta la calidad de vida de la gente.
– ¿Cómo se encuentra actualmente el sistema eléctrico nacional?
El Sistema Eléctrico Nacional se encuentra en un estado de insuficiencia para suplir la demanda eléctrica del país, que lo coloca en una situación de racionamiento continuado y lo deja vulnerable a que contingencias, que son factibles de ocurrir en sus equipos, terminen causando interrupciones mayores del suministro eléctrico que, en algunos casos, pueden afectar varios estados dependiendo del equipo que haya fallado.
– ¿Por qué en temporada de lluvia o en periodo de altas temperaturas, comienzan los apagones?
En periodos de alta temperatura, cuando el verano se intensifica, la demanda residencial y comercial, que ahora son preponderantes por la caída del aparato industrial nacional, aumenta por el mayor uso de aires acondicionados y de aparatos de refrigeración, y ante la situación de déficit de generación que tiene el SEN, el prestador de servicio debe aumentar los racionamientos para mantener el equilibrio entre la generación y la demanda.
Por otra parte, mucho equipamiento eléctrico, por el deterioro y el abuso, es susceptible de sobrecargarse y recalentarse. Por tanto, tiene mayor probabilidad de fallar. Asimismo, los incendios de vegetación son más comunes y si no hay el mantenimiento apropiado de corte de maleza, como es común en el modelo de gestión de Corpoelec, entonces las líneas de transmisión se ven más afectadas por estos incendios y fallan con más frecuencia, originando más cortes.
-Comienza la temporada de lluvia en el país, ¿de qué manera se ve afectado el sistema?
Cuando se inicia la temporada de lluvias, si el polvo y la contaminación que ha impactado a los equipos en la época seca no han sido removidos por los lavados que deberían efectuarse regularmente y periódicamente, y puesto que Corpoelec no los hace, entonces son estas lluvias las que hacen ese “trabajo”, pero en condiciones no deseadas. Por tanto, esas lluvias iniciales terminan ocasionando muchas fallas, y esto sucede hasta que los equipos estén lavados, pero por esas lluvias.
– ¿Cuál debería ser la solución por parte del Estado para evitar los apagones que se producen apenas con una llovizna?
Como lo indique anteriormente, Corpoelec que es el único prestador del servicio que debería realizar el lavado regular y periódicos de los equipos que están a la intemperie. Además de cortar ramas para que estas no caigan sobre los tendidos eléctricos y los hagan fallar.
– ¿Cuál considera debería ser el plan para recuperar el sistema eléctrico?
El plan para recuperar el SEN se inicia por recuperar su funcionalidad, eliminando el déficit de generación y restableciendo la operatividad confiable del equipamiento, pero esto requiere de ingeniería calificada, gerencia profesional y ética en el manejo de los recursos que se necesitan para alcanzar estos objetivos iniciales. De todo eso carece Corpoelec.
Por tanto, la sociedad venezolana está condenada a tener un servicio en creciente deterioro, mientras no ocurra un cambio de modelo que pueda revertir totalmente lo que viene haciendo Corpoelec.
– ¿Cuántos dólares hay que invertir para mejorar el Sistema Eléctrico Nacional?
El plan de recuperación en el cual he venido trabajando durante más de 10 años, junto con otros especialistas calificados, contempla que la recuperación de la infraestructura eléctrica que se encuentra instalada en el país, y que es conveniente y factible, técnica y económicamente de ser recuperada, ronda los 16.000 millones de dólares, incluyendo todos los activos de generación de la industria petrolera y todos sus puntos de interconexión con el SEN, los sistemas de alimentación de todas las estaciones de bombeo de agua de las hidrológicas, todos los puntos de suministro eléctrico de las industrias básicas de Guayana y del Metro.
Este monto está actualizado a diciembre de 2022. En 2019, antes del Covid, el monto era unos 3.000 millones menos. Cabe destacar que el monto actualizado aún es 10 veces menor que el despilfarro eléctrico realizado por la revolución chavista para tener el pésimo servicio eléctrico que hoy tiene Venezuela.
Para hablar del plan desarrollado, de su visión, de su integralidad, de sus aspectos relevantes, de sus logros, de su hoja de ruta y de su flexibilidad y adaptabilidad, en función de los recursos que se puedan generar, haría falta una entrevista aparte.
– ¿Venezuela debería invertir en energía solar?
En mi opinión, Venezuela ya cuenta con suficiente capacidad instalada, que triplica su demanda actual y que es lo más rápido y económico de recuperar como para que se siga replicando lo que ha hecho Corpoelec, que es comprar generación innecesaria e inconveniente. Por ello, la generación solar no sería una solución ni técnica ni económicamente viable.
Nuestra prioridad es recuperar e implementar proyectos que nos permitan usar toda nuestra hidroelectricidad que no se está utilizando y se está desperdiciando en el Bajo Caroní. Para eso también se requiere un respaldo térmico sólido en concordancia con la filosofía de funcionamiento que mejor aplica a nuestro sistema eléctrico. La energía solar en el futuro podría tener cabida y competir para su incorporación.
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