Esequibo: hacia un trato coherente, por Omar Ávila
Twitter e Instagram: @OmarAvilaVzla
Venezuela ha transitado lo que va de siglo XXI bajo el mandato de Hugo Chávez y posteriormente de Nicolás Maduro, quienes han seguido un enfoque de concesión, agresividad y confrontación en sus estrategias sobre la reclamación del territorio Esequibo, una región que se encuentra bajo la soberanía de Guyana desde el siglo XIX.
Aunque la reclamación de la zona tiene raíces históricas y jurídicas, las políticas de Chávez y Maduro han estado marcadas por errores que obstaculizan la resolución de la disputa y dañan aún más la reputación internacional del país.
En tal sentido, desde Unidad Visión Venezuela exhortamos a la Plataforma Unitaria a revisar estratégicamente su reciente invitación a todo el país a «unirnos a esta causa… para pelear los derechos de nuestra nación». Consideramos que igual tesón deben aplicar para resolver el problema doméstico del diálogo y el consenso en beneficio del pueblo venezolano, que en su mayoría apenas sobrevive con menos de un dólar diario, y luego encargarse de otros temas de vieja data, cada vez más difíciles de solucionar.
Siempre nos hemos caracterizado por el llamado a la sensatez y a la cordura, consideramos un error hacerse eco de las malas políticas de Chávez y Maduro en cuanto a su dependencia de la retórica nacionalista y el ruido de sables, que los venezolanos en su mayoría no están dispuestos a usar.
En sus fracasados esfuerzos por hacer valer la reivindicación de Venezuela sobre el territorio, los dos mandatarios han recurrido a menudo a un lenguaje belicoso y a amenazas de acción militar, que sólo han servido para intensificar las tensiones y alienar a la comunidad internacional. Evidentemente, este enfoque de «firme posición de defensa» no funciona para promover los intereses de nuestra patria, sino que aumenta la percepción de Venezuela como un Estado paria en la comunidad internacional; en tal sentido, consideramos conveniente hacer una profunda reflexión, y activar otros mecanismos más positivos en torno al tema, como por ejemplo, una consulta nacional respecto al reclamo del Esequibo.
La oposición no debe ser réplica de los errores de las políticas de Chávez y Maduro, quienes desprecian el Estado de derecho y los mecanismos jurídicos internacionales. Venezuela tiene una reclamación válida sobre el territorio basada en el principio de uti possidetis iuris; sin embargo, el gobierno ha rechazado repetidamente el Acuerdo de Ginebra de 1966, que estableció un marco para resolver la disputa mediante negociaciones pacíficas, las mismas que se exigen hoy día para salir del gobierno actual.
La insistencia de Venezuela en la acción unilateral ha socavado la legitimidad de su reclamación en medio de un aislamiento o veto diplomático dentro de los principales organismos regionales e internacionales. Además, las políticas de Chávez y Maduro se han caracterizado por la falta de consistencia y coherencia: defienden la reivindicación venezolana del territorio, pero han descuidado otros aspectos de la política exterior como la consulta, negociación, integración y la cooperación regional para solucionar el problema. Esto ha dejado a nuestro país sin el apoyo de sus vecinos y ha obstaculizado su capacidad para perseguir sus objetivos de política exterior más amplios.
Promover los verdaderos intereses del país implica adoptar un enfoque más constructivo y cooperativo basado en el Estado de derecho y el respeto de los mecanismos jurídicos internacionales.
Para concluir, esperamos que el único y verdadero ideario cívico del Libertador Simón Bolívar sea restituido en la memoria colectiva; nuestro Libertador era un ferviente creyente de la soberanía nacional y la integridad territorial, pero también consideraba que la unidad de Sudamérica era esencial para su supervivencia y creía que ninguna potencia externa debía interferir en los asuntos de la región. Sin duda alguna pensamos que a Bolívar le habría preocupado la disputa sobre el territorio del Esequibo y habría querido encontrar una solución pacífica al problema en beneficio de ambas naciones.
Omar Ávila es secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela.
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