¿Cómo leer el resultado de Milei y Martín Menem en La Rioja?
El candidato de La Libertad Avanza creció desde su debut electoral en 2021, pero quedó tercero. ¿Es un buen o un mal resultado?
La provincia de La Rioja tiene una historia repetida en las elecciones a gobernador: siempre gana el peronismo y el radicalismo se dedica a hacer una oposición cómoda, que termina a varios puntos de distancia. Tan sólida es esta realidad que el PRO, el partido de Mauricio Macri, ni siquiera consideró viable presentar alguna vez algún candidato al Ejecutivo provincial. Martín Menem, que a pesar de contar con un apellido riojano de peso para entrar en la política con una fuerza nueva e independiente, consiguió 15 % de los votos y el tercer lugar en la jornada de ayer. Como siempre, triunfó el candidato oficialista (Ricardo Quintela) con 50 % y lo secundó el excamporista y cristinista impulsado por Juntos por el Cambio, con la estructura del radicalismo provincial, con 31 %.
Aunque los comunicadores macristas no pueden responsabilizar a Menem por la victoria del kirchnerismo (no alcanzaban para ganar los votos del segundo y el tercero sumados), sí plantean la idea de que los candidatos liberales no hacen otra cosa que “dividir el voto” para el beneficio del Frente de Todos. El contraargumento en la elección riojana señala que el sobrino del expresidente creció considerablemente desde su debut electoral hace dos años y que no es un mal resultado, si se tiene en consideración el contexto.
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Pero para poner las cosas en perspectiva, y que cada uno saque sus propias conclusiones, es interesante remontarse al archivo para ver qué sucedió en las elecciones provinciales a gobernador y cuál fue el desempeño de las fuerzas independientes al tradicional bipartidismo fallido del peronismo y el radicalismo.
En las elecciones de 1999, antes del comienzo de la pesadilla kirchnerista, el peronista Ángel Maza triunfaba con 68 % de los votos. Como siempre, el segundo puesto fue para un radical que cosechó 29 %. La única propuesta fuera del PJ y la UCR fue la izquierda, pero no llegó a 2 % del electorado.
En 2003 el peronismo se dividió y Maza fue reelecto. Entre las dos listas pejotistas se llevaron más de 90 % de los votos. La UCR, luego del fracaso de Fernando de la Rúa, quedó en tercer lugar con 3 %, en una elección para el olvido. Cuatro años más tarde, el peronismo repitió la estrategia de varios candidatos. En esta oportunidad, tres. Beder Herrera tuvo la boleta más votada del espacio que volvió a superar el 90 % de los votos. El radicalismo, en la época de la coalición de la centroizquierda del “Frente Cívico y Social” consiguió 4 %.
Ya en 2011, aunque ganó nuevamente el peronismo, la UCR pudo volver a las dos cifras. Julio Martínez sacó 19 %, pero quedó lejos de Beder Herrera, que fue reelecto con más de 67 %. Aquí tampoco hubo espacio para una tercera fuerza independiente. El que salió tercero fue el exgobernador Maza, con otra lista peronista que sacó 10 %. En 2015, año en que el radicalismo apoyó a Mauricio Macri para presidente, la UCR tampoco pudo llegar a la gobernación. Aunque sacó 40 %, quedó lejos de Sergio Casas, que obtuvo casi 57 %. La tercera fuerza de izquierda se quedó con 0,5 %.
En la elección pasada de 2019, el peronismo, que ganó como siempre, fue con dos listas recolectando 68 % de los votos. La UCR quedó en el medio con 30 %. Como venía pasando de toda la vida, la izquierda fue lo único no peronista-radical, pero no llegó a 1% del padrón.
Lo cierto es que, más allá de las opiniones y lecturas sobre el caudal de votos del frente libertario, es innegable que un nuevo espacio independiente que obtenga 15 % en La Rioja es algo inédito. Ahora, cada uno dirá si esto se trata de un buen primer paso o si la experiencia arrojó un resultado insuficiente.
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