El reto y riesgo de la Constituyente chilena
El proceso constituyente en Chile cambió de manos. La iniciativa que provino inicialmente de los sectores de izquierda tiene la intención de crear una Carta Magna moderna para dejar atrás a la Constitución de 1980 aprobada durante el régimen de Augusto Pinochet.
Tras ser rechazado el proyecto anterior impulsado por el presidente Gabriel Boric, este domingo la ultraderecha de inspiración pinochetista obtuvo un importante triunfo que le permite autonomía para redactar el nuevo proyecto constitucional, que luego tendrá que ser consultado al país.
La situación deja muchas interrogantes y el presidente Boric ha solicitado a los triunfadores que no cometan los mismos errores de la izquierda en la gestión del proceso.
Lo que podemos esperar, quienes respaldamos los principios democráticos en Latinoamérica, es que haya conciencia en los sectores políticos chilenos de que una parte del país no puede imponerle a la otra un proyecto constitucional y que en el nuevo texto deben estar presentes los preceptos acordes a las tendencias modernas en materia de libertades y derechos humanos. De no ser así, las protestas y la violencia pueden tomar de nuevo las calles de Santiago.
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