Buenos días, pitaceros. La rápida conformación de una comisión preliminar en la Asamblea Nacional chavista para elegir nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) plantea serias dudas sobre la independencia y transparencia del proceso, una vez más. La abrupta, aunque esperada, renuncia de las autoridades afines al chavismo fueron la principal señal de alarma. Si este cambio obedece a una búsqueda de acuerdos y entendimiento, surgido de un diálogo, es vital que se garantice la imparcialidad del CNE, con lo cual la oposición debe estar representada en la nueva rectoría del organismo electoral y se deben establecer condiciones claras y transparentes para las elecciones primarias y presidenciales venideras. Parece reiterativo, pero es lo mínimo requerido en función de recuperar un camino hacia la democracia.
Así las cosas. |
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