El papa Francisco, feliz de recibir al dictador cubano Miguel Díaz-Canel
Con la sonrisa que recibe a los responsables de los regímenes autoritarios de izquierda, Francisco dijo estar "encantado" de recibir al sucesor de los Castro.
“Muy grato reencuentro hoy con Su Santidad el Papa Francisco, a quien transmití el profundo cariño y deseos de plena recuperación del pueblo cubano. Fue una conversación franca. Confirmamos amplias coincidencias en temas acuciantes de la agenda internacional para la humanidad”. Con estas palabras el dictador cubano, Miguel Díaz-Canel hizo referencia al encuentro que tuvo con el sumo pontífice en el Vaticano, donde fue recibido con gestos que dejan evidencia cierta camaredería, como suele suceder con los líderes de la izquierda en América Latina.
Ni bien le estrechó la mano, el sonriente Francisco le dijo al dictador cubano que le “encanta” que lo haya ido a visitar. Como quedó registrado ante las cámaras que pudieron capturar algunos segmentos del evento, la autoridad máxima de la Iglesia Católica se mostró cómodo y relajado, incluso muy por encima de lo que el protocolo indicaría. En los segundos que se difundieron del encuentro a puerta cerrada se puede ver a Jorge Bergoglio comentarle al sucesor de los Castro cuestiones referentes a los achaques de la vejez.
Mientras el papa le recibe en el Vaticano con gestos de amabilidad bastante perceptibles y le daba cuarenta minutos de reunión privada al dictador, en la isla siguen presos los ciudadanos inocentes que se animaron a protestar contra el régimen, para pedir libertad y elecciones libres. Sin lugar a dudas, estas actitudes del papa argentino, de preferencias ideológicas bastante marcadas, son una clara ofensa para las víctimas del comunismo cubano, que agrandan día a día una lista que comenzó el primero de enero de 1959.
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Acompañado por su mujer y su hijo, el dictador cubano le ofreció a Francisco una escultura en plata y dos libros de autores nativos de la isla. Por su parte, el religioso le obsequió una obra en bronce de una paloma, que lleva una rama de olivo y dice “Sed mensajeros de la paz”. Díaz-Canel la recibió con la hipocresía que lo caracteriza.
En febrero de este año, el cardenal Beniamino Stella fue de visita a Cuba y, según las informaciones oficiales vaticanas, le transmitió a Díaz-Canel la “preocupación” de Francisco por los detenidos luego de las masivas protestas. Aunque se desconocen los temas que trataron en el encuentro de este martes, frente a las cámaras, lo de Bergoglio fueron todas expresiones de una genuina confianza y fraternidad.
Mientras tanto, en el mundo real que el religioso suele dejar de lado cuando los hechos no se adaptan a sus concepciones, la relación entre Cuba y China se profundiza. Cabe destacar que en el gigante asiático, en la actualidad se registran diversas persecuciones religiosas, sobre todo a los católicos, que como mínimo, el papa debería representar.
Según una publicación del Wall Street Journal, el régimen cubano habilitaría una base conjunta para operar con China. En la misma, que alerta a los Estados Unidos y reaviva el mal recuerdo de la crisis de los misiles con la URSS, además de operaciones de inteligencia, se entrenarían tropas de ambos países. Por ahora, estos regímenes niegan los trascendidos, pero en Washington ya se encendieron todas las alarmas.
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