¿Cómo alinear los intereses de la Administración Biden con los de la lucha venezolana contra la dictadura?
Hoy cobra más vigencia esta afirmación que ya es popular: para salir del chavismo tenemos que salir primero de la falsa oposición. Por eso hay que votar este 22 de octubre, contar públicamente los votos y luego hacernos uno solo en ese resultado.
Parecería muy obvio responder la pregunta diciendo que ellos han estado siempre del lado de los venezolanos que luchan por la libertad. Pero tenemos que tomar en cuenta algunos aspectos antes de llegar a una conclusión tan fácil, como por ejemplo, que en la actualidad los interlocutores de la “oposición” perdieron toda legitimidad ante el pueblo venezolano y que los intereses del chavismo son más interesantes en este momento para una administración que está en guerra y necesita petróleo.
Si los norteamericanos necesitan petróleo rápidamente, podemos hacerles entender que los venezolanos podemos vendérselo sin problemas y rápidamente siempre que consigamos acabar con el comunismo y sus mafias. Entonces en esta urgencia podemos comenzar a tejer una relación más significativa y lógica que depender de la arrogancia de los amigos de sus enemigos. Pero este no es el mejor momento de nuestro país: los intereses de la administración Biden coinciden hoy con los intereses del chavismo a través de la triangulación que ofrece un sector opositor que prefiere no participar en un proceso electoral interno para relegitimarse porque es demasiado evidente que no cuenta con el apoyo de los venezolanos.
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En este contexto, el Departamento de Estado tendrá que lidiar con el chavismo, por ahora.
Un chavismo arrogante que sabe que los EEUU necesita el petróleo y el gas que tienen bajo su control. Un chavismo más confiado de su capacidad de sembrar terror en los distintos niveles de la sociedad que mantiene oprimida para mantenerse por más tiempo en el poder. Un chavismo que ha conseguido domesticar a una misma oposición que durante dos décadas solo le ha servido para salvarle el pellejo en los momentos más críticos. Es ese el chavismo antes del 22 de octubre de 2023.
Pero luego de la primaria todo debería cambiar, porque la primaria se convirtió en una herramienta política para construir el poder y la fuerza que se necesita para llevar al régimen a un terreno donde pueda comenzar a ceder. Y no va a ceder porque tienen algo de bondad en ellos y van a comenzar a sentir algún tipo de empatía por nuestros compatriotas que sufren; ellos van a comenzar a ceder porque la agenda de presión se enfocará en sus intereses de mafia, de grupo organizado transnacional, tocando lo que más les duele.
No es casual que el chavismo y el sector opositor que ellos legitiman hayan firmado un nuevo acuerdo antes del sufragio. No es muy difícil percibir que este acuerdo busca un último baño de legitimidad para estos actores opositores, que ya que no pueden conseguirlo con el voto de la gente, y lo hacen con el reconocimiento del mismo chavismo junto a los actores internacionales, incluyendo a Lula. Consecuentemente, quieren permanecer legitimados luego de la primaria para seguir incidiendo en la agenda política general “contra” quienes los legitiman en el chavismo, o en otras palabras, quieren condicionar a la próxima ganadora de la primaria a una forma de tomar decisiones en la que todos tienen el mismo valor, el mismo peso ¿Acaso no sería efectivo este esfuerzo para la preservación de los intereses de estos actores por encima de los intereses de los venezolanos? Es en la necesidad donde se ponen más creativos. Se merecen un reconocimiento.
En un contexto así, ya que no pudieron detener la primaria con todo lo que hicieron juntos la MUD y el PSUV, el chavismo intentará mantener la división entre los opositores para empañar el liderazgo de la ganadora. Un nuevo ciclo de lucha comienza desde el lunes 23 de octubre.
De todo esto hay que tener conciencia. De todos estos actores hay que esperar las peores actitudes y su mala fe, porque si en la política el amor por la familia y la Patria están en segundo u otro plano, nada que sustituya eso -solo Dios- podrá ser la base moral que sustente la reconstrucción de la Nación venezolana. Entonces las primarias tienen que ocurrir y constituir ese evento, con todas sus dificultades, en un hito fundador.
Hoy cobra más vigencia esta afirmación que ya es popular: para salir del chavismo tenemos que salir primero de la falsa oposición. Por eso hay que votar este 22 de octubre, contar públicamente los votos y luego hacernos uno solo en ese resultado.
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